El desfile de la colección otoño-invierno 2018-19 de Gucci pasará a la historia como el de los Mejores Efectos Especiales en Moda.
Es extraño que en moda no haya unos premios equivalentes a los de los festivales y las galas internacionales de cine. Deberían crearlos, sería una promoción muy guay para todos los nominados. Si existieran la colección Cyborg de Gucci se hubiera llevado sin duda el premio a los Mejores Efectos Especiales de Moda… y, bueno, probablemente también a la Mejor Escenografía (una sala de cirugía con espectadores) y Mejor Estilismo.
El título de la colección de Alessandro Michele para Gucci FW18-19 es Cyborg. Una propuesta que habla de la identidad del ser humano, hoy en día uno de los temás más recurrentes en cualquier disciplina creativa.
El discurso corporativo que escriben desde Gucci sobre la identidad es el sguiente:
“El reto del poder disciplinario es imponerle al sujeto una identidad concreta. Para llevar a cabo esta operación se encasilla al sujeto en categorías binarias fijas, tales como normal y anormal, con el objetivo específico de clasificarlo, controlarlo y regularlo. Las estrategias reguladoras resltan tan atractivas que el sujeto elige voluntariamente atenerse a esa categorización concreta, reivindicando su posición dentro de una estructura social determinada. En este marco, la regulación del cuerpo vivo emplea el concepto de identidad como un mecanismo de control biopolítico (M. Foucalt).”
“Las identidad, sin embargo, no es una cuestión natural ni una categoría pre-establecida que se pueda imponer a través de la violencia. No es un dato fijo e inmutable, sino más bien una construcción social y cultural. Y, como tal, es objeto de elección, adhesión e invención. La identidad es, por tanto, un proceso inacabado, siempre abiero a nuevas determinaciones. Ser conscientes de como está construido todo socialmente, incluso de quienes somos, nos abre un nuevo abanico de posibilidades para explorar a nivel performativo. Un terreno de libertad y responsabilidad en el que cualquiera puede convertirse en quien realmente desea ser, restaurando la importancia de las expectativas sociales y los deseos personales”
“Las subjetividades que dan forma al multiuniverso de Gucci se mueven en este campo ético y político al mismo tiempo. Representan una invitación a la divergencia, al rechazo de los modelos de identidad unívocos y heternormativos, así como un impulso, así como un impulso a la difusión de nuevas formas de concebirnos a nosotros mismos que trasgredan las categorizaciones preestablecidad. En este sentido, algo que desde un prisma normalizador podría parecer atípico, anómalo y defectuoso adquiere una nueva legitimidad. Un nuevo aliento. La valiente afirmación del yo y su singularidad”.
“La colección va más allá, adoptando la forma de un auténtico Manifesto Cyborg (D. J. Haraway) en el que el híbrido es alabado metafóricamente como una figura que puede romper con el dualismo y la dicotomía de la identidad. El Cyborg, en efecto, es una criatura paradójica que aúna naturaleza y cultura, masculinidad y feminidad, normalidad y extrañeza, psique y materia. Contraviene toda estructura categórica y representa la combinación de distintan identidades en continua evolución. Identidades híbridad y cambiates. construidad en base al concepto de la pertenencia múltiple, que transgreden la regulación normativa”.
“El Cybor Gucci es poshumano: tiene ojos en las manos, cuernos de fauno, crías de dragóm y cabezas con tendencia bicéfala. Es una criatura biológicamente indefinida y culturalmente consciente. El signo definitivo de una identidad mestiza en constante transformación. El símbolo de una posibilidad emancipadora a través de la cual podemos elegir convertirnos en lo que somos”
OK, además de dar a Gucci el premio a la Mejor Colección de Moda, le damos también el premio al Mejor Concepto y Discurso de Moda
———
Foto Desfile: Estrop / Francesc Tent
Otras Fotos: Cortesía de Gucci por Dan Lecca y Ronan Gallaher
———
