Rihanna da una giro de tuerca a la vuelta al cole
La multifacética Rihanna transforma el ideal de vuelta a la rutina con una colección inspirada en las universidades americanas. Una propuesta sexy y rockera para el otoño.
Entre las distintas prendas que propone la cantante barra diseñadora, encontramos cárdigans que se han estirado demás, calcetines que llegan a tapar las rodillas, sudaderas que combinan con pantalones pijameros de pata de elefante -genial para aquellas que busquen comodidad o que no suelan escuchar la alarma a la primera- y mochilas peluche, para las que sí la escuchan pero deciden tomarse descansos en el metro de camino a clase.
Todo perfilado con detalles que nos recuerdan a la diseñadora: su número favorito, el 13, o el año en el que nació, 1988. Rihanna propone un cambio en la figura femenina, una mujer inconformista, diferente. No sabemos qué pasaría si alguien fuese de verdad a la universidad con un anorak de cuadros y nada más, pero nos parece interesante como experimento sociológico.
La cantante da un giro a la ropa de deporte que consigue añadiendo drapeados y combinando texturas en una misma prenda, volviendo cropped polos de punto, subiendo la caña de las botas hasta las ingles, inspirándose en el futbol americano y dándole el toque sexy de Rihanna.
Tonos otoñales, granates y naranjas a los que adhiere colores rosas, tonalidades beige y así hasta llegar al más puro negro. Sin olvidarse de ninguna de las tribus urbanas, muestra en esta colección una propuesta para diferentes públicos, desde las más freak hasta las más emo pasando por las deportistas, a quienes viste con monos ajustados o minivestidos donde la licra es la protagonista.
Rihanna convierte la Biblioteca Nacional de Francia en el sitio de recreo de sus universitarios para este desfile en el que las modelos caminan por encima de mesas a ritmo de Die Antwoord y abriendo el show con un canto a la belleza de lo extraño: Creep.
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Fenty Puma by Rihanna AW 2018
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