Diseño e innovación automovilística de Ford en la feria italiana
El Salón del Mueble de Milán vuelve a echar el cierre hasta el próximo año. La madera natural, las curvas y los tamaños maxi vuelven a alicatar los hogares más a la última, con ejemplos como el banco Molletta, en forma de pinza, el sofá Dream Chair de Tadao Ando, para Carl Hansen & Son o la Ribbon Chair de Vivianne Kollevris para Melbourne Movement. Metros cuadrados llenos de nuevas ideas compartidas con la presencia de Ford en la feria milanesa, la primera vez que una compañía de automóviles tiene aquí su espacio. Una oportunidad perfecta para viajar a la capital de la moda por antonomasia y descubrir, de la mano del equipo de diseño y futuro Ford, su aportación al evento. Una silla, una lámpara y un reloj que daban la bienvenida al lounge de la firma y que han apostado por los diseños y tendencias del momento. Un cambio de registro en el modus operandi intrínseco de la marca y que en su lámpara y silla recogen el acabado de muchas de las piezas de interior de sus coches. El tapizado de cuero Bridge of Weir, que recubre ambas piezas, ofrece una idea de lo que se llevará en sus próximos coches de alta gama. Mientras, el reloj Ford Design no es otra cosa que el punto y seguido del equipo creativo, fiel a los indicadores en el panel de instrumentos de los vehículos. Tres piezas que resultan de muchos años de detallado análisis de lo que se lleva y lo que no, y sobre todo de las necesidades del nuevo usuario. Broche final lo puso un panel/debate sobre la democratización del diseño y la tecnología, a cargo de la Responsable de Tendencias Globales y de Futuro de Ford, Sheryl Connelly y el Director de Diseño de Ford Europa, Martin Smith. Ambos llegaron a la conclusión de que actualmente el diseño y la innovación priman (y marcan la diferencia) sobre la tecnología, afirmación que disfrutamos a golpe de bocados de parmigiano y chocolates de Lombardía. ¡Mille grazie, Ford!
