
Instante Eterno en el Jardín, es un recorrido sensorial por la naturaleza y el deseo, con obras de Cristina Almodóvar, Chus García-Fraile y Daniel Verbis.
Hasta el 16 de noviembre, la planta 4 del centro de arte CentroCentro del Ayuntamiento de Madrid acoge la muestra Instante Eterno en el Jardín, una exposición que invita a explorar el jardín como espacio de contemplación, protección, deseo y exceso, a través de las obras de Cristina Almodóvar, Chus García-Fraile y Daniel Verbis.
Vista de la exposición con obras de Chus García-Fraile.
Un jardín como espacio simbólico y sensorial
La exposición Instante Eterno en el Jardín, comisariada por Lola Durán Úcar, propone un recorrido que invita a detenerse, observar y dejar que el tiempo adopte otro ritmo. El jardín, en su doble dimensión de paraíso y caída, de protección y exceso, se convierte en el eje conductor de esta muestra que busca activar los sentidos y la reflexión. La muestra presenta una variedad de obras —pintura, escultura, dibujo, collage, vídeo, instalaciones y poesía— que recrean diferentes caminos hacia ese espacio fértil en significados. Desde la emoción y el gesto íntimo hasta el símbolo y la tecnología, cada pieza invita a habitar lo natural desde una mirada profunda, poética y provocadora.
Vista de la exposición con obras de Cristina Almodóvar.
Obras creadas para la ocasión y piezas representativas
Entre las obras destacadas se encuentran la instalación Charms de Chus García-Fraile, el mural Edén sin Adán de Daniel Verbis y la serie de esculturas Vibraciones de Cristina Almodóvar. Cada una de ellas refleja distintas interpretaciones del jardín, enriqueciendo el diálogo entre los artistas y el espacio expositivo. La exposición no solo muestra obras de trayectoria, sino también creaciones específicas para esta muestra, que profundizan en la temática del jardín como espacio de transformación y simbolismo.
Vista de la exposición con obras de Daniel Verbis.
Cristina Almodóvar: la naturaleza como lenguaje en constante cambio
Nacida en Madrid en 1970, Cristina Almodóvar concibe la naturaleza como una forma que se revela a quien la observa y como un lenguaje en perpetuo cambio. Sus obras nacen de la observación atenta de lo elemental: una hoja que cae, el viento que la desplaza, la materia que vuelve al suelo para desaparecer. En ese gesto cíclico, físico y poético, Almodóvar busca aprender de la lógica natural, donde forma y función se funden en un equilibrio orgánico. Sus instalaciones, que integran arena, metal o papel en movimiento, invitan a experimentar un tiempo no lineal, fluido y abierto a la transformación, donde la belleza surge del orden natural y la impermanencia.

Vistas de la exposición con obras de Cristina Almodóvar.
Chus García-Fraile: la ironía en los códigos del bienestar y el consumo
Por su parte, Chus García-Fraile, nacida en Madrid en 1965, explora los códigos visuales del bienestar y el consumo. Los tranforma con ironía en signos de protección emocional y simbólica. Sus obras establecen un diálogo entre lo íntimo y lo colectivo, lo natural y lo construido, en un cruce entre tradición y tecnología. Sus estructuras, llenas de brillo y color, convierten lo utilitario en gestos protectores, creando espacios para la percepción, la intuición y la pausa. La artista propone un jardín donde los signos de protección se entrelazan con la memoria del paisaje. De esta manera invita a reflexionar sobre las formas en que construimos nuestro bienestar.

Vistas de la exposición con obras de Chus García-Fraile.
Daniel Verbis: un jardín de emociones y pulsiones
Desde León, Daniel Verbis (1968) despliega un imaginario íntimo donde lo vegetal, lo erótico y lo pictórico se funden en un espacio mental y simbólico. Su pintura transforma el jardín en un escenario de emociones, pulsiones y placer, evocando un eco contemporáneo del Jardín de las delicias. A través de formas que se ramifican y repiten como sistemas vivos, Verbis construye una geografía de sensaciones. Donde las texturas orgánicas, el brillo húmedo y las superficies erosionadas reflejan la piel cambiante de la materia. Para el artista, el jardín es un escenario donde se expresan las contradicciones humanas, donde incluso lo más hosco puede revelar belleza y complejidad.

Vista de la exposición con obras de Daniel Verbis.
Un recorrido que invita a habitar lo natural desde una mirada poética
Instante Eterno en el Jardín es más que una exposición; es una invitación a detenerse, a contemplar y a dejar que el tiempo adopte otro ritmo. A través de las obras de estos tres artistas, el público podrá explorar diferentes interpretaciones del jardín como espacio de transformación, deseo y reflexión.
La muestra busca activar los sentidos y promover una mirada profunda y poética sobre la naturaleza y sus simbolismos, en un momento en en un momento en el que la relación con la naturaleza y lo simbólico cobra una relevancia especial en nuestra cultura. La exposición invita a habitar ese espacio de manera sensorial y reflexiva. Permitiendo que cada visitante descubra nuevas formas de entender el jardín como un lugar de belleza, transformación y misterio. Sin duda, Instante Eterno en el Jardín es una oportunidad para detenerse, contemplar y dejarse llevar por la poética de lo natural y lo simbólico en el arte contemporáneo.
En CentroCentro hasta el 16 de noviembre.