
Michoacán, antaño asociada en Morelia con intranquilidad y bulliciosa vida nocturna, ha mudado por completo su fisonomía. La reconversión de su camellón en un parque lineal dio origen a Hābico, un refugio donde el cuerpo se despereza y la mente se aquieta.
Bajo la guía de Francisco Méndez desde el despacho FMA, el proyecto abarca 165 metros cuadrados que que se incrustan en la trama urbana como si hubiesen habitado allí desde siempre. Desde su concepción, la propuesta se forjó en alianza con un estudio de identidad gráfica, gestando un concepto primigenio en el que cada pieza de señalética y todo mobiliario concebido a medida se diluye como entidad independiente para devenir extensiones orgánicas de la arquitectura. “Hābico es más que un lugar para entrenar; es un santuario diseñado para transformarnos a través de dinámicas físicas y música”, afirma el equipo creador.


Para alcanzar este resultado, se privilegiaron geometrías orgánicas, materias naturales y paletas cálidas que irradian sosiego e invitan a la desconexión del afuera. Las curvas, extendidas en todo el espacio, recuerdan el desplazamiento corporal y potencian la percepción de continuidad.



Pues tal como nos aseguran desde FMA, nada es meramente decorativo. Cada elección -desde la luz que acaricia las formas hasta las texturas que seducen al tacto- se concibió para engendrar un entorno de calma y concordia.

Sobre FMA
Ficha técnica
Nombre del proyecto: Hābico
Despacho: FMA
Arquitecto a cargo: Francisco Méndez
Dimensiones: 165 m²
Fotografías: César Belio
Año: 2025
Ubicación: Morelia, México
