El escultor chino, Qi Zhuo convierte la fragilidad, el malentendido y la reparación poética en esculturas de porcelana, vidrio y símbolos fragmentados.
Entrevista a Qi Zhuo, cuya obra explora el potencial poético de la fragilidad a través de porcelana y vidrio. Con un enfoque que denomina poétif, el artista transforma lo incompleto y el malentendido en motores creativos. Su práctica entrelaza fragmentos históricos e iconos híbridos en un proyecto de arqueología ficticia, un templo imaginario donde lo sagrado convive con el absurdo.
Imagen superior: Bubble Game, 2023. Foto: Perrotin y artista
Bubble Game, 2023. Foto: Perrotin y artista
Desde hace más de dos décadas, Qi Zhuo trabaja entre París y Jingdezhen explorando el lenguaje de la porcelana, el vidrio y los símbolos rotos. Nacido en una pequeña ciudad de Liaoning, China, su trayectoria está marcada por la búsqueda de libertad y por un constante desplazamiento entre culturas. Con un enfoque que él mismo define como poétif, su obra transforma iconos históricos y religiosos en esculturas cargadas de ambigüedad, humor y tensión. Zhuo no busca respuestas claras, sino nuevas preguntas. Fragmentos de porcelana de las dinastías Song a Qing, burbujas de vidrio soplado o deidades híbridas conviven en instalaciones donde lo incompleto, lo malinterpretado y lo frágil se convierten en formas de resistencia y belleza. En esta conversación, el artista comparte su visión sobre la reparación simbólica, el malentendido como motor creativo y su actual proyecto de arqueología ficticia.
Qi Zhuo. Foto: Perrotin y artista
Libertad creativa
Belén Vera: Naciste en Liaoning, China, y ahora trabajas entre París y Jingdezhen. ¿Qué te llevó a establecerte en Francia y cómo ha influido esa transición en tu identidad artística?
Qi Zhuo: Me mudé a Francia porque desde pequeño me gustaba dibujar, siempre sentí una atracción por el arte. Sin embargo, la educación artística que recibí creciendo en una pequeña ciudad china no iba más allá de Picasso. En el instituto empecé a cuestionarme muchas cosas, sentía que necesitaba otra manera de entender el arte, así que decidí venir a Francia para seguir ese camino.Tenía en mente que el arte francés era muy importante, aunque en realidad no sabía casi nada sobre el arte contemporáneo. Al llegar, todo cambió para mí.
“Me atraen esos momentos en los que una forma conocida se vuelve extraña, cuando un símbolo se desborda y deja de ser lo que era.” Qi Zhuo
No estudié en escuelas de arte en China, así que mi formación artística empezó realmente en Francia y Suiza. Allí aprendí desde cero, con una hoja en blanco. Me enseñaron a preguntarme qué es el arte, qué significa crear hoy. Lo que más me marcó fue la libertad. En comparación con mis amigos en China, donde debes seguir a tu maestro y respetar sus normas, aquí descubrí un entorno donde nadie te dice “esto no se puede hacer”. No hablo de libertad en un sentido político, sino en el sentido de no tener límites creativos. Esa libertad me permitió explorar, probar muchas cosas y, poco a poco, descubrir quién soy y qué quiero hacer con mi obra.
Vista de exposición Lost in the Bubble en Perrotin Shanghai, 2023. Foto: Perrotin y artista
B.V.: ¿Puedes contarnos tus primeros recuerdos relacionados con el arte? ¿Hubo algún momento o experiencia concreta que te hiciera decidir ser artista?
Qi Zhuo: Desde pequeño me ha encantado dibujar, y siempre soñé con ser artista, aunque no tuviera muy claro qué significaba exactamente. Era un deseo, una intuición, algo que simplemente seguí sin pensar demasiado en la realidad que implicaba. Mis padres me contaron que, cuando tenía tres años, dibujé un pez sobre la colcha de nuestra cama. Al principio no sabían quién lo había hecho, y cuando descubrieron que había sido yo, se sorprendieron. A pesar de que, según la tradición, no veían el arte como una profesión con futuro, decidieron apoyarme. Creo que en ese momento entendieron que aquello formaba parte de mí.
The Fragile Accor, 2025
Tensiones y reescrituras interculturales
B.V.: Has vivido de primera mano la cultura oriental y la occidental. ¿Qué diferencias y similitudes percibes en tu forma de entender el arte y el simbolismo?
Qi Zhuo: Tras años viviendo y trabajando entre China y Francia, he comprendido hasta qué punto cada cultura construye el significado de forma distinta a través de sus símbolos. En la tradición china, el simbolismo es flexible, poético; no busca fijar un sentido único, sino evocar, sugerir, transformarse. Un dragón, por ejemplo, puede ser el emperador, la naturaleza, la buena fortuna o el caos, según el contexto. En cambio, el simbolismo occidental suele ser más rígido. Suele estar atado a narrativas históricas, religiosas o ideológicas. No lo considero negativo, pero sí genera una tensión distinta. Cuando coloco una deidad china en un cuerpo de vidrio soplado italiano, o encajo una burbuja roja en el pecho vacío de un Maitreya de porcelana, esas lógicas simbólicas se enfrentan. Puede parecer un error de lectura, pero también es una reescritura.
Relationship, 2023. Foto: Perrotin y artista
Me interesa ese accidente poético que nace cuando los lenguajes no se traducen del todo. Trabajo con una imaginación desbordante—poétif—para liberar a los símbolos de su rigidez. No para subvertirlos, sino para que respiren de nuevo. El humor y el simbolismo no se excluyen, sino que pueden convivir. Me atraen esos momentos en los que una forma conocida se vuelve extraña, cuando un símbolo se desborda y deja de ser lo que era.
Bubble Game, 2023. Foto: Perrotin y artista
Una actitud poética hacia el arte
B.V.: Precisamente, inventaste el término “poétif” para describir tu práctica. ¿Podrías explicar cómo influye en la forma en que construyes tu obra?
Qi Zhuo: Para ser sincero, inventé la palabra “poétif” cuando mi nivel de francés no era muy bueno. Necesitaba una forma de explicar mi trabajo a los demás, y a veces las palabras no me alcanzaban. Así que creé esa palabra. Es una manera de describir mi enfoque de forma menos directa. El arte, para mí, debería ser más como un poema. Puedes sentir que lo entiendes, pero al mismo tiempo, no lo haces, y ahí reside su belleza. Es cuando abre posibilidades en lugar de cerrarlas. Eso es lo que poétif significa para mí. No es un estilo, sino una forma de pensar y de sentir a través del trabajo. Es una actitud poética y emocional, que orienta mi manera de crear, ya sea a través de la escultura, la performance o cualquier otro medio. No responde a reglas fijas, sino que se mantiene flexible y abierta.
History never really says goodbye, Galerie Paris-B. Foto: Paris-B y artista
El malentendido como espacio de libertad
B.V.: El malentendido parece ser una fuerza generativa en tu obra. ¿Qué papel juega el fracaso en la comunicación en tu proceso creativo?
Qi Zhuo: Vivo en una especie de malentendido constante, y no solo en Francia, también en China. No me siento un artista chino en sentido estricto, pero tampoco un artista francés. No me gusta decir que estoy entre dos culturas, prefiero pensar que viajo entre dos mundos muy potentes. Y, de ese choque, surge un nuevo espacio, que es una forma de libertad. Es como lo que hablábamos antes: tú crees que me entiendes, pero no del todo. Y justo ahí, en ese hueco de ambigüedad, aparece algo interesante. Ese espacio de malentendido genera nuevas posibilidades, incluso puede que otros comprendan algo de mi obra que ni yo había visto. Y eso me parece fascinante.
Sorry since one thousand years ago, 2022. Foto: Paris-B y artista
Hoy en día sabemos más unos de otros, y eso nos permite jugar con los símbolos y referencias, aunque sigamos equivocándonos. Comprender la cultura china no es fácil porque es muy extensa, muy compleja, con muchas capas e influencias. Aunque entender cómo piensan los franceses, o los españoles, también requiere tiempo. Para nosotros, al principio, Europa parecía algo homogéneo: blancos, europeos, todos iguales. Pero cuando llegas descubres que hay diferencias entre el norte y el sur de Francia, o entre un italiano y un español. Cada lugar tiene su historia, y esa historia influye en cómo se interpreta el arte. Por eso creo que leer y escuchar esa historia es esencial. Ahí empieza el verdadero diálogo.
“El humor nace de ese choque absurdo, celebrar a través de la destrucción, renacer a partir de la ruina. Es un ritual serio disfrazado de juego.” Qi Zhuo
Bubble Game, 2023. Foto: Perrotin y artista
Fragilidad, humor y destrucción ritual
B.V.: ¿De qué manera logras equilibrar el humor con las tensiones culturales o filosóficas presentes en tu obra?
Qi Zhuo: El humor, para mí, es una postura, una manera de actuar, nunca una burla ni una broma fácil. Lo utilizo del mismo modo que la fragilidad o la contradicción, como un elemento dentro de un juego muy serio. Es esa paradoja lo que me interesa. Un buen ejemplo es mi proyecto J’ai allumé un vase, realizado en Jingdezhen. Inserto petardos potentes en jarrones de porcelana sin cocer, provocando explosiones espectaculares que filmo como si fueran una performance. Este gesto remite a la simbología tradicional china de los petardos, asociados al exorcismo y la celebración, al tiempo que inflige cicatrices físicas a un material frágil.
Piercing-Game. Foto: Paris-B y artista
También es un diálogo entre dos objetos provenientes de una misma cultura pero portadores de tensiones opuestas: el petardo y la porcelana. Después, aplico un esmalte celadón de tonos suaves sobre los fragmentos. Ese contraste entre violencia y delicadeza, entre caos y elegancia, genera una tensión tanto visual como conceptual. El humor nace de ese choque absurdo, celebrar a través de la destrucción, renacer a partir de la ruina. Es un ritual serio disfrazado de juego.
Bubble Game, 2023. Foto: Perrotin y artista
B.V.: Tus series Bubble-Game y Piercing Game transforman iconos históricos y religiosos utilizando materiales poco convencionales como el vidrio soplado. ¿Qué te llevó a trabajar con el error, la fractura y la imperfección deliberada?
Qi Zhuo: La idea surgió al ver esculturas de Budas rotas, figuras que reflejan el momento en que el budismo llegó a China y se mezcló con culturas como la india y la griega. Lo que hoy consideramos bello en esas obras es, en realidad, el resultado de esa tensión cultural. Muchas esculturas fueron destruidas en el proceso de asimilación. Esa destrucción es parte del coste del intercambio. Yo quise repararlas, pero entendí que no se puede arreglar la historia como si nada hubiera pasado. Por eso uso vidrio soplado, burbujas frágiles y vacías, que funcionan como una forma poética de reparación, pero también como choque entre materiales y tradiciones. El vidrio no es típico en China, y eso genera otra capa de extrañeza.
Fragile Accor, 2025
En Francia, por ejemplo, descubrí que una mano de Buda puede verse como objeto decorativo. En China, sin embargo, estas imágenes siguen teniendo una fuerte carga simbólica, y mis obras pueden interpretarse como una falta de respeto. De hecho, el año pasado cancelaron parte de una exposición mía en China por incluir símbolos religiosos. Allí se muestran esculturas rotas por razones históricas, pero no se acepta tanto su uso en el arte contemporáneo. Mi trabajo no es decorativo ni amable. Exige contexto, historia, lectura. Por eso tiene mejor acogida entre quienes buscan sentido.
Vista de exposición Lost in the Bubble en Perrotin Shanghai, 2023. Foto: Perrotin y artista
La porcelana y el vidrio como metáforas de identidad
B.V.: En The Fragile Accord, reúnes fragmentos de porcelana de las dinastías Song a Qing con vidrio de colores. ¿Qué te atrajo de estos momentos históricos concretos?
Qi Zhuo: Trabajo con porcelana desde hace más de quince años. Un material que siempre me ha fascinado por su historia ligada al intercambio comercial y cultural. Hace tiempo empecé a coleccionar fragmentos rotos de porcelana antigua, descartados por la industria, y a exponerlos tal como los encontraba, explorando la idea de reparación. Cuando aplico vidrio caliente sobre ellos, muchas veces vuelven a romperse. Esa fragilidad revela una tensión entre materiales y culturas. Mientras que la porcelana fue perfeccionada en la dinastía Song y profundamente integrada en la estética china, el vidrio, más claro y directo, no lo fue. Solo al final de la dinastía Qing se introdujo en la corte a través de artesanos extranjeros. Usar vidrio en este contexto es traer un material ajeno a la conversación, generando un diálogo entre tradición y alteridad.
“Al introducir un material ajeno cuestiono las narrativas de perfección y el valor histórico atribuido a ciertos objetos, usando la fragilidad y el diálogo cultural como metáfora de la complejidad identitaria de nuestro tiempo.” Qi Zhuo
The Fragile Accor, 2024
B.V.: El vidrio no está tradicionalmente asociado a la artesanía china. ¿Por qué fue importante para ti introducir este material ajeno en la conversación?
Qi Zhuo: Para mí, ningún material nace de manera aislada, toda técnica tradicional es fruto del intercambio. Porcelana y vidrio actúan como dos espejos enfrentados, distintos, pero cada uno contiene algo del otro. Me interesa precisamente esa zona de fricción, donde la belleza brota de lo que antes se rechazaba. Al introducir un material ajeno cuestiono las narrativas de perfección y el valor histórico atribuido a ciertos objetos, usando la fragilidad y el diálogo cultural como metáfora de la complejidad identitaria de nuestro tiempo.
“Me inspiran los periodistas. Sigo una misma noticia internacional en varios idiomas y medios con ideologías opuestas. Cuando las comparas todas, una al lado de la otra, es cuando las cosas se vuelven realmente interesantes.” Qi Zhuo
Relationship, 2023. Foto: Perrotin y artista
B.V.: Tus obras suelen parecer metáforas de la complejidad de la identidad y el tiempo. ¿Qué preguntas estás explorando ahora en tu estudio?
Qi Zhuo: Estoy trabajando en un proyecto de ficción arqueológica: la búsqueda de una civilización perdida. Reúne obras anteriores y nuevas en un sistema de memoria inventada, creencias fabricadas y rituales cargados de humor. Es una especie de templo al fracaso y la ambigüedad. Por ejemplo, la serie Bubble Game pasará a llamarse Bubbleon: un imperio de vidrio olvidado.
Bubble Game, 2023. Foto: Perrotin y artista
B.V.: ¿Qué artistas, pensadores o referencias culturales han influido más en tu práctica y cómo siguen resonando en tu trabajo hoy?
Qi Zhuo: Al principio, me influenció mucho Duchamp, su pensamiento racional y su valentía rebelde. Pero últimamente, quienes más me inspiran son los periodistas. Sigo una misma noticia internacional en varios idiomas y medios con ideologías opuestas. Cuando las comparas todas, una al lado de la otra, es cuando las cosas se vuelven realmente interesantes.
Bubble Game, 2023. Foto: Perrotin y artista
Arqueologías ficticias
B.V.: Cuéntanos sobre tus próximos proyectos
Qi Zhuo: Actualmente estoy desarrollando un proyecto de arqueología ficticia a gran escala titulado El Templo de los Moldes: un imperio perdido del juego y la oración. Imagina las ruinas de una civilización desaparecida, una que adoraba la incertidumbre, coleccionaba reliquias rotas y practicaba rituales que desdibujaban lo sagrado y lo absurdo. Esta instalación inmersiva reunirá columnas cerámicas, deidades híbridas, intervenciones en vidrio y mitologías inventadas para crear un espacio especulativo de creencias y humor. Es a la vez un templo imaginario y una ruina autorreflexiva, un lugar donde el fracaso se convierte en objeto de veneración.
Aquí puedes conocer más sobre la obra de Qi Zhuo
