En vez de instalarse en el saturado centro de Málaga, Rogada Wine Bar ha elegido florecer en La Trinidad. En menos de un año, el barrio ya lo reconoce como un lugar donde disfrutar de un sinfín de vinos naturales con platillos de lo más apetecibles.
Ismael y Gabriele son los responsables de esta rareza en el sector enológico malacitano, pues escasean los espacios que puedan parangonarse con Rogada Wine Bar. Su propuesta líquida traza un itinerario por pequeñas bodegas de España e Italia, patrias de sus impulsores -uno malagueño; el otro siciliano-. La vertiente gastronómica se compone de preparaciones de una estudiada sencillez y elaboradas en buena medida con ingredientes de procedencia ecológica y local. El recinto, reducido a unas seis mesas, obliga a adelantarse con una reserva si se quiere asegurar asiento. No obstante, cuenta con una barra dispuesta a recibir a todo visitante.
Imágenes superiores: 1) Tostas con mantequilla ahumada y anchoa. 2) Interior del local
¿Qué comer en Rogada Wine Bar?
Lo primero que sorprende es que, en lugar de las tradicionales aceitunas que suelen marcar el inicio en cualquier mesa andaluza, aguarda un generoso cuenco de altramuces. Eso sí, los más clásicos siempre tendrán la opción de pedir olivas por 2,5 €. Conviene advertir que Rogada Wine Bar, antes que un sitio para atiborrarse, actúa como un coqueto restaurante pensado para picotear, siempre con presentaciones impecables. Dicho esto, pasamos a detallar lo que catamos.
Labné con dukkah y crudités. CC: @tesalasan
La velada comenzó con un fuera de carta: Ensalada de tomates huevo de toro, higos, burrata y pesto. Una fresca combinación, donde los tomates sabían a tomates -con toda su intensidad- y la fruta, de temporada, brillaba por sí sola. Aprovechamos hasta la última gota de aliño con su pan de masa madre, escoltado de una mantequilla casera (1,5 €) que merece ser probada sin falta.
A continuación, llegaron las Tostas con mantequilla ahumada y anchoa (3,5 € la unidad), que dejan patente la calidad del producto que se trabaja en la casa. Le siguieron los Canelones (9 €), aparentemente simples, pero, sin duda, uno de los grandes aciertos de la noche.
Ganache de chocolate, aceite y sal. CC: @tesalasan
CC: @tesalasan
Los postres merecen mención aparte. Degustamos la Ganache de chocolate, aceite y sal (5,5 €), servida con regañás, un contraste completamente adictivo. Terminamos con la Panacota de té matcha (5 €), más sutil en sabor, y enriquecida con frutos rojos bañados en una golosa salsa que aportaba el contrapunto perfecto de dulzor.
CC: @tesalasan
En la recámara quedaron varios platos: el Sándwich de setas y queso (8 €), el Brioche de pastrami con ensalada de col (11 €) y el Labné con dukkah y crudités (5,5 €), un trío que justifica nuestra vuelta.
¿Y qué se bebe?
Pero los verdaderos protagonistas de Rogada Wine Bar son sus vinos naturales. El establecimiento atesora un amplio repertorio, con numerosas referencias cuya procedencia ya hemos consignado. Destacamos el Bizarria -un singular orange-, el Rapagón -blanco elaborado a partir de Pedro Ximénez y Moscatel- y el Mas Candí Pecat Noble de Calamarsada, un dulce de xarel·lo fermentado y criado en acero inoxidable. A la luz de lo expuesto, lo más sabio es dejarse guiar por Ismael y Gabriele, capaces de ajustar cada copa al gusto del comensal.
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Rowada Wine Bar
Dirección: Av. Dr. Gálvez Ginachero, 5, 29009 Málaga.
Teléfono: 614 47 20 47.
Reservas: por WhatsApp o mediante mensajes directos en su Instagram.
Horario:
Martes, miércoles y jueves: 20:00–24:00
Viernes y sábado: 20:00–1:30
Domingo, lunes: cerrado
Aquí puedes ver la carta de comidas.
Precio medio por persona: 30–40 €.
