
¿Una discapacidad nos define? ¿Marca nuestro futuro? Simón de la montaña, la última película de Federico Luis, ahonda en el valor de la identidad
Premiada en Cannes y reconocida en el Festival de San Sebastián, Simón de la montaña es el primer largometraje de Federico Luis, cineasta argentino que crea proyectos con alma. Un ejemplo de ello es esta película, la cual está disponible en Netflix. Junto a él, Lorenzo Ferro, actor argentino, da vida a un personaje que se propone vivir sin pensar en la opinión ajena.
Hay películas que dejan un sabor distinto, una huella o un pensamiento que se abre paso después de verlas. Esto es lo que ocurre con Simón de la montaña, el primer largometraje del director argentino Federico Luis, que ya está disponible en Netflix. En ella conocemos a un chico, interpretado por Lorenzo Ferro, que quiere seguir sus sueños y cambiar su realidad, reformular su futuro. Cuando decide apostar por lo que cree, se embarca en un viaje donde la búsqueda de identidad se convierte en el camino para sentirse vivo.

¿Cómo te sientes al saber que ahora llega a España y que está disponible en Netflix?
Federico: Estuve viviendo en España el último año, porque estuve haciendo la residencia de la Academia de Cine. Sentí el apoyo de una manera muy concreta, conocí mucha gente y fue una experiencia muy buena para mí.
Después de hacer una película como Simón de la montaña, que tuvo el recibimiento que tuvo, poder entrar rápidamente en el proceso de una nueva etapa era algo importante. En ese momento Argentina no me lo podía dar, pero sí me lo dio España. Estoy muy agradecido por ello.
Además, coincidió también con los estrenos europeos de la película, así que viajé mucho para presentarla. Fue un aprendizaje enorme, porque nunca había vivido esa experiencia de ir durante un año entero presentando la película, casi como si fuera una banda de rock.
¿Cómo es vivir el estreno en otro país cuando sientes que llevas mucho tiempo con el proyecto ya listo?
Federico: La pregunta que más me hicieron durante mi vida en España fue: “¿Cuándo se estrena la película en España?” Todo el mundo me lo decía. Así que espero que toda esa gente ahora se acuerde y vaya a verla.
La película se estrenó en Cannes y tuvo un gran reconocimiento. ¿Pensaste que lograría eso?
Federico: Uno siempre desea que su película sea vista, que encuentre su público. Estrenarse en Cannes y tener un premio es un logro enorme, porque después todos los lugares del mundo quieren verla. Este festival es un espacio donde se programan grandes películas, así que eso fue lo más importante. Fue un gran impulso para la película y a todos los que trabajamos en ella.

El corto nace de una conversación durante un desayuno con otro actor, que te preguntó si tenías un certificado de discapacidad. ¿Es verdad eso?
Federico: Sí, todo es verdad. Nada inventado. La conversación fue con Pehuén Pedre, una persona muy imprevisible, de las que pueden decir cualquier cosa en cualquier momento. Y eso es muy refrescante. Él me propuso un viaje, pero yo le dije que no tenía dinero. Me explicó que él podía ir gratis porque tenía su certificado y quería convencerme de conseguir uno también, asegurándome que yo lo merecía.
En ese momento no pensé que esa charla terminaría inspirando la película, pero luego, al contarla, me di cuenta de que representaba muy bien el relato que tiene el largometraje. Con el tiempo se fue convirtiendo en el eje central de Simón de la montaña.
Quiero saber cómo fue esa primera conversación con Lorenzo. ¿Cómo lo viviste tú?
Lorenzo: La primera conversación fue en un bar en Argentina. Yo estaba comiendo una pata de jamón crudo con un amigo. Fede me dijo que quería hacer una película llamada Simón de la montaña, y yo le respondí: “Bueno, no sé”.
Después me mandó el guion, empezó la pandemia y nos hicimos amigos. Le dije: “Yo hago tu película, pero vos tenés que trabajar para mí”. Estaba por sacar un disco y quería hacer un cortometraje. Eso terminó siendo una serie que nunca salió, pero luego si se dió un corto. Durante ese tiempo, Fede seguía escribiendo versiones y versiones del guion. En una de ellas, yo era el hermano de otro personaje que se llamaba Simón.
Después me propuso ser el protagonista, pero al principio le dije que no podía hacerlo. Más adelante, cuando cambió todo, me volvió a mandar el guion y acepté. Nos juntamos, le dije que quería hacer la película, pero con la condición de que ensayáramos. Y así fue, una conversación que duró cuatro años, desde una pata de jamón hasta un guion ya más rematado.

Vienes de una familia ligada a la interpretación. ¿Cómo has vivido tu carrera teniendo una figura paterna tan presente en esta industria?
Lorenzo: No, para nada. A mi padre lo considero más un amigo que un padre, por cómo nos relacionamos. Nunca pensé en él como “el actor”, sino como mi amigo. Además, él se queja de que nunca le pido consejos, pero en ese sentido estoy bastante emancipado (se ríe).
Tu primer proyecto, El Ángel, te dio mucha exposición. ¿Cómo te llegó ese proyecto y qué recuerdas de esa experiencia?
Lorenzo: No me acuerdo mucho, hice muchos castings. En un momento dijeron: “Si no lo hacemos ahora, no se va a hacer”, y así fue.
Lo que más recuerdo es el primer día en el set, cuando tenía 18 años y pensé: “Este es un lugar que quiero habitar”. Fue cuando descubrí lo que me gustaría hacer en la vida.
Simón de la montaña habla mucho de identidad, de cómo se forma y se percibe. Federico, ¿cómo trabajaste ese concepto en la película?
Federico: La identidad es la pregunta. Mientras haces la película, no estás pensando en esos términos tan grandes, sino más bien en lo concreto. Una acción, una escena, un personaje… Recién cuando terminas, entendés que todo eso habla de identidad.
Me parece que la película logra no encerrar a los personajes en una sola categoría: su género, su condición mental o física. Eso fue una apuesta grande, y me alegra que al final mucha gente haya definido la película como “una historia sobre la identidad”.
Sin duda, llegar a ese pensamiento o reflexión es un gran regalo.
La última pregunta es para ti, Lorenzo. Sé que estás por grabar un nuevo proyecto en España, Coolbooks. ¿Qué nos puedes contar?
Lorenzo: Sí, en septiembre comencé a filmar. Estoy muy entusiasmado. Es una comedia romántica, algo que nunca había hecho.
Estoy un poco asustado, porque hace dos años que no actuaba, desde Simón de la montaña. Pero estoy rodeado de gente hermosa y con ganas de disfrutarlo. Tengo muchas ganas de este proyecto.

Ya está en Netflix Simón de la montaña