Teo Luto busca combinar la música electrónica con la música urbana y liberar a ambos mundos de prejuicios, clichés y enfrentamientos, para que se fusionen como nunca antes… Con Ta Ka Ta, su universo se manifiesta a través de una rave distópica
En un panorama saturado de propuestas clónicas, Teo Luto irrumpe como una figura esquiva y magnética. Nacido en Málaga y con un recorrido nómada por Madrid, Berlín y Ámsterdam, este productor y DJ de 25 años ha construido un sonido único. Su música es un híbrido entre techno industrial, hard bounce y ritmos latinos underground, donde el protagonismo recae en el beat, la voz y el peso. Inspirado por referentes como Óscar Mulero, Adrián Mills o Serafina, transforma la crudeza de la calle y la intensidad de la rave en un lenguaje propio. Otro After Más fue su primer tema y ahora publica Ta Ka Ta.
Teo Luto @teo_luto en Spotify / Entrevista Nadia Leal /

“El tejido cultural y artístico que nos han dejado las raves en el campo de la música, es incontable… Y por eso, desde hace décadas, cientos de artistas vuelven a ellas una y otra vez como fuente de inspiración. Ta Ka Ta es el homenaje del malagueño a las raves más puras”
Otro after más fue tu carta de presentación y ahora llega Ta Ka Ta. ¿Por qué este tema tenía que ser tu segundo single?
(Teo Luto) Con Otro After Más quise hacer un homenaje a los afters, a lo que vivo día a día. Con Ta Ka Ta quería ir más allá, probar sonidos nuevos, mezclar cosas que no se suelen escuchar en el club. Un primer paso para llevar la electrónica a la escena urbana, que es lo que me mueve. Es un paso adelante, una forma de expandir el concepto sin perder la esencia.
¿Por qué compusiste Otro After Más? ¿Cuál fue la chispa, la idea o la noche que te llevó a escribirlo?
(Teo Luto) Fue mi manera de dar las gracias a ese mundo que me ha dado tanto. No fue una noche concreta, sino la suma de muchas: afters interminables, polígonos, gente que pincha por amor al arte. Quería capturar esa energía. Un homenaje al ambiente en el que más me muevo, que habla de cómo la fiesta nunca acaba y de ese bucle en el que siempre quieres seguir. Musicalmente, me inspiré en la ruta del bakalao y en figuras como Chimo Bayo, pero quise darle un toque más actual, combinándolo con sonidos que podrían usar productores del colectivo 240 km/h. Es un track con BPM más rápido que arranca con una intro con aire latino, pero que se transforma en pura energía. Quería capturar justo esa energía.

“Para quien lo vive de verdad, el after no es postureo. Es donde surgen las conexiones reales, donde la música se lleva al límite”
¿Por qué los afters están tan sobrevalorados? ¿Crees que tienen valor cultural o artístico real, o es más un rollo de postureo y exageración?
(Teo Luto) Para quien lo vive de verdad, el after no es postureo. Es donde surgen las conexiones reales, donde la música se lleva al límite. Lo que sobra es la gente que va solo para subir una story, pero el after verdadero tiene un valor cultural brutal, es resistencia underground.
En el vídeo de Ta Ka Ta planteas una rave futurista. ¿Por qué ese universo? ¿Qué te atrae de llevar la rave a un imaginario casi distópico?
(Teo Luto) Me interesa conectar lo ancestral con lo futurista. La rave ya es un ritual y los DJs somos como chamanes modernos que liberamos a la gente a través del baile y la conexión. Quería llevar esa espiritualidad a lo visual, esa sensación de que la rave es algo que trasciende el momento y el lugar. Ta Ka Ta es como un portal que te lleva a otra dimensión y el videoclip refleja esa transformación personal, las visiones y la conexión con el universo que a veces se siente en el club.

“Cada ciudad me ha dado algo distinto. Málaga, la raíz; Madrid, la calle; Berlín, la oscuridad y Ámsterdam, la técnica”
Las raves son tu laboratorio creativo. ¿Cuál es la más mítica en la que has estado y qué anécdota te sigue partiendo de risa o de vergüenza?
(Teo Luto) Está difícil, pero si tiro de memoria, una en un polígono a las afueras de Berlín. Hacía un frío que pelaba y la gente llevaba hasta mantas en la cabeza. No había luces, solo un par de focos, pero la gente estaba dentrísimo. Resulta que ese día yo no pinchaba, pero le eché cara y puse un tema mío que acababa de terminar. Total, que de repente se corta todo. Yo, en mi paranoia, pensé “hostia, lo he roto”. Y el DJ, un pedazo de tío, me mira y me suelta “has desconectado el cable de tierra”. Yo blanco, que no sabía si me iba a pegar y va y se ríe. Luego, para compensar, le pagué un kebab a las 9 de la mañana de chill. Esas son las cosas que al final le dan sentido a todo, la gente que lo vive con naturalidad.
Málaga, Madrid, Berlín, Ámsterdam… ¿Cómo han influido esos viajes y mudanzas en tu carácter y en tu forma de acercarte al arte y a la música?
(Teo Luto) Cada ciudad me ha dado algo distinto. Málaga, la raíz; Madrid, la calle; Berlín, la oscuridad y Ámsterdam, la técnica. Pero al final lo que me mueve es la gente, las historias que recoges en cada after o en un antro a las 5 de la mañana. Eso es lo que luego llevo al estudio.

“La industria es un negocio, pero la escena underground sigue viva si sabes dónde buscar”
¿Qué has aprendido de la industria musical en cada ciudad donde has vivido —Málaga, Madrid, Berlín y Ámsterdam?
(Teo Luto) Que la industria es un negocio, pero la escena underground sigue viva si sabes dónde buscar. En Berlín aprendí a valorar la autenticidad por encima de lo demás. En Madrid, que la calle es el mejor estudio. Y en Ámsterdam, que la técnica sin alma no vale para nada.
¿Qué aprendiste de las escenas underground de esas ciudades que ahora aplicas en tu proyecto?
(Teo Luto) Sobre todo la importancia de hacerlo en comunidad. No va de ir a pinchar y ya, sino de crear algo entre todos. En Berlín vi claro que la música es un trampolín para crear conexión con la peña y ahora lo aplico en cada tema: hacer música que una, que invite a compartir algo más.

“La clave está en no hacer las cosas por moda. Escucho mucha música, pero al final siempre vuelvo a lo que me nace por dentro. Mi enfoque es situar la electrónica en la escena urbana con mi propio lenguaje”
¿Cuándo empezó tu flechazo con la música? ¿Y en qué momento supiste que querías producir y lanzar tus propios temas?
(Teo Luto) Podría decirse que siempre he estado en contacto con este mundo. Me crié en estos ambientes porque mis padres son gente muy alternativa, muy hippie, y siempre les gustó organizar raves con amigos. No era algo de todos los fines de semana, pero para nosotros era lo más normal del mundo en vacaciones. El flechazo real llegó cuando me di cuenta de que podía crear exactamente lo que no escuchaba en ningún lado. Ahí fue cuando dije: ahora o nunca.
Tu proyecto nace en un panorama musical muy saturado. ¿Qué crees que hace que Teo Luto se desmarque y brille distinto?
(Teo Luto) Para mí la clave está en no hacer las cosas por moda. Escucho mucha música, pero al final siempre vuelvo a lo que me nace por dentro. Mi enfoque es situar la electrónica en la escena urbana con mi propio lenguaje. El anonimato también ayuda mucho en eso. Sin imagen que vender, la música habla sola. Eso te obliga a ser más honesto y a tener las cosas claras. Al final, si no sale de dentro, no funciona.

“La escena debería ser más como un after, libre y sin etiquetas”
Si pudieras cambiar algo de la escena electrónica española actual, ¿qué sería? ¿Qué le falta y qué necesita urgentemente quitarse de encima?
(Teo Luto) Le falta más riesgo y menos obsesión por las modas, romper esquemas. Yo creo que la escena debería ser más como un after, libre y sin etiquetas.
Tiras de referentes como Óscar Mulero o Serafina, y de cineastas como Gaspar Noé. ¿Cómo conviven el cine, la pintura y la rave en tu imaginario creativo?
(Teo Luto) El cine de Gaspar Noé tiene esa energía visceral que yo busco en la música. Mulero y Serafina tienen técnica con alma, almas distintas, pero son referentes. Todo eso se mezcla en mi cabeza y de ahí sale en forma de música.

“He visto cómo a algunos la fama les distorsiona la realidad. La gente te trata diferente, te bailan el agua y acabas pensando más en los likes que en la música”
Tu anonimato y estética técnica llaman la atención. ¿Qué hay detrás de la decisión de mostrar sombra antes que rostro? ¿Es estrategia, protección o principio estético?
(Teo Luto) Es protección y principio a la vez. Teo Luto puede pinchar en Berlín y luego irse a casa como uno más, sin fama ni egos. He visto cómo a algunos la fama les distorsiona la realidad. La gente te trata diferente, te bailan el agua y acabas pensando más en los likes que en la música. Prefiero que mi música hable por mí.
Tu público es joven, clubber y muy conectado a la cultura digital. ¿Qué sientes cuando ves que se identifican con tu código y tu universo?
(Teo Luto) Es lo más importante. Que la gente conecte con lo que hago, que lo sientan suyo, es lo único que da sentido a esto. Los likes van y vienen, pero esa conexión queda.
“Busco que la electrónica deje de ser purista y se fusione con la escena urbana. Lo importante es que cada tema tenga algo que te transporte”
Entre industrial, hard bounce y ritmos latinos underground… ¿Cómo defines tu sonido sin dejar que te encasillen?
No me importa que me encasillen si viene de una honestidad. Mi música es un híbrido porque yo lo soy. Busco que la electrónica deje de ser purista y se fusione con la escena urbana. Lo importante es que cada tema tenga algo que te transporte.
“Los DJs somos como chamanes que liberan a la gente a través del baile”
Ta Ka Ta es música para quien ya lo ha visto todo. ¿Qué quieres que haga sentir o pensar a quien lo escucha por primera vez?
(Teo Luto) Quiero que quien lo escuche sienta que la música puede llevarte a otro sitio sin necesidad de drogas o historias raras [risas]. Que aunque suene oscuro, hay algo casi espiritual que te conecta con los demás. Justo de ahí nació la idea del videoclip. Llevaba tiempo con la necesidad de conectar el mundo de la rave con una visión más profunda. Para quien la siente, la rave trasciende el momento y el lugar. Los DJs somos como chamanes que liberan a la gente a través del baile. Por eso creamos esa sabana africana futurista, donde una tribu ancestral se encuentra con los ravers. Ta Ka Ta es como un portal a otra dimensión, y quería que el vídeo reflejara esa transformación.
