Kidd Voodoo roza los 20 años y ya ha llenado varios estadios seguidos en Chile… Ha colaborado con Lola Índigo, Lucho RK, Álvaro Díaz y muchos más. A finales de noviembre este huracán pasará por Madrid y por Barcelona y, créenos, nunca has visto a nadie igual
David León (Chile, 2001) está detrás de Kidd Voodoo, uno de los fenómenos del reggaetón actual en Chile. Pero él no es el típico reggaetonero al uso. Empezó con varias bandas de rock y, en la pandemia, se atrevió a hacer la música que le gustaba y en solitario… Y, fruto de ese parón mundial, nació Kidd Voodoo. Que sus orígenes sean más indies, alternativos y rockeros se nota, porque le ha dejado una base que le desmarca de otros cantantes del género en el urbano. Los 4F: El Origen (2024), Los Rompecorazones Vol.2 (2024) y Satirología, Vol.3 (2025) confirman por qué ha creado un nuevo camino.
El Sátiro @kiddvoodoo / Entrevista @nadialeald

El sátiro llena estadios, a finales de este año ya habrá sumado el total de 7 estadios gigantes en Chile y esto es solo el principio… El 25 de noviembre pasará por Madrid y, el 30, por la mítica sala Razzmatazz de Barcelona
Hola David, ¿cómo estás? ¿Cómo te encuentras?
(Kidd Voodoo) Bien, estoy muy feliz de estar acá. He venido muchas veces a la ciudad y me encanta la vibra que transmite. Así que estoy feliz.
¿Por qué sientes que conectas con Madrid? ¿Qué diferencias notas entre Chile y aquí?
(Kidd Voodoo) Hay grandes diferencias y, a la vez, no tantas. Santiago, por ejemplo, es parecida a Madrid en ciertos aspectos, aunque está un poco más polarizada política y culturalmente. Lo que me pasa aquí es que tengo la libertad de salir de noche y saber que no me va a pasar nada, o al menos muy remotamente. En Chile el nivel de delincuencia está alto, sobre todo en los barrios o en general. Yo soy una persona que sufre con la angustia, y me gusta salir a despejarme. Aquí puedo hacerlo, salir a caminar tranquilo. En Chile no, porque te asaltan. Y no solo en Chile: en gran parte de Latinoamérica pasa.
“Creo que el público no insiste tanto en lo político dentro de la música. Los músicos rara vez nos preguntamos por pensamientos políticos”
Cuando dices que Santiago está polarizada, ¿a qué te refieres?
(Kidd Voodoo) Más que nada, políticamente. Chile ha tenido muchos problemas, o diferencias. Está muy polarizado: hay una parte que va por un lado y otra por otro. Siempre se ha hablado de que, desde ciertas estaciones del metro hacia abajo, está la gente con menos ingresos, y hacia arriba, la gente con más. Después de 30, 40 o 50 años, eso sigue existiendo. Pero bueno, creo que en todo el mundo pasa. En Madrid también, en la zona norte o sur. Es universal.
Claro, es verdad. Y justo por eso que dices, en un momento político tan complicado, ¿cómo notas la escena musical en Chile?
(Kidd Voodoo) Creo que el público no insiste tanto en lo político dentro de la música. Los músicos rara vez nos preguntamos por pensamientos políticos. El público y los músicos se unen en los conciertos, no hay brechas. Eso es lo destacable: que la brecha política ya no afecta tanto la cultura. Obviamente, si alguien se pronuncia de manera extrema, puede haber problemas, pero no suele pasar.

“Lo más importante es que el chileno está escuchando al chileno. Antes se esperaba a que llegara un artista extranjero para pagar una entrada”
Y de repente, en un momento así, llenas siete estadios seguidos. ¿Cómo se vive eso?
(Kidd Voodoo) Desde que empecé a sonar en Chile nunca me lo imaginé. Ni siquiera ahora. Fue algo sorpresivo. En Chile, el grupo que más había llenado han sido Los Prisioneros y Los Bunkers, que hicieron tres o cuatro Movistar Arena. Yo pensaba: “no voy a pasarles”. Pero cuando hice el primero y vi 250.000 personas en lista de espera, dije “wow”. Eso habla de una unión musical: los factores externos ya no condicionan el gusto. Da igual dónde vivas o qué pienses, puedes escuchar al mismo artista. Antes, en Latinoamérica, eso no pasaba: había exiliados, censura, polarización. Hoy la gente se siente libre. Y lo más importante es que el chileno está escuchando al chileno. Antes se esperaba a que llegara un artista extranjero para pagar una entrada. Ahora entienden que vale la pena pagar por ver a los suyos. Eso demuestra amor propio y orgullo por el país.
“Puedo sacar una canción de reguetón y funciona, luego una de rock y también”
Sí, eso también ha pasado aquí: antes si no era inglés o estadounidense, no se valoraba.
(Kidd Voodoo) Exacto. Creo que muchos países compartieron esa historia. Ahora estamos abrazando lo nuestro, como vosotros con artistas como Saiko.
¿Por qué crees que conectas tanto con el público chileno?
(Kidd Voodoo) No lo sé exactamente, pero creo que tiene que ver con la música. Puedo sacar una canción de reguetón y funciona, luego una de rock y también. El público chileno está muy abrazado conmigo. Siento que hay una conexión recíproca: ellos esperan mucho de mí y yo les doy mucho. He sacado varios álbumes este año, y se ve reflejado en los conciertos. Quizá también influye el personaje, o que rescatamos mucho la cultura del rock chileno de los 80. La mitad de mi catálogo es rock, y eso la gente lo canta con fuerza en los shows.

“Vengo de los barrios. No hay nada que avergonzarse. Eso me dio base musical”
Tú empezaste en una banda de rock, ¿verdad?
(Kidd Voodoo) Exacto. Vengo de los barrios. No hay nada que avergonzarse. Eso me dio base musical.
¿Y tus influencias?
(Kidd Voodoo) Llegó a Latinoamérica lo típico: Soda Stereo, Los Prisioneros, Los Búnkers, Los Jaivas… De fuera, bandas como Nirvana, Arctic Monkeys, The Strokes, Gorillaz… Todo eso lo escuchaba. Y creo que esas raíces siguen influyendo en lo que hago.
“hago música desde los 13. Aprendí guitarra, dejé un poco los estudios, y formé mi primera banda a los 15. Éramos tres, duró ocho meses. Luego hice otra banda, hasta que llegó la pandemia”
Tienes solo 24 años, pero empezaste muy joven.
(Kidd Voodoo) Sí, hago música desde los 13. Aprendí guitarra, dejé un poco los estudios, y formé mi primera banda a los 15. Éramos tres, duró ocho meses. Luego hice otra banda, hasta que llegó la pandemia. No podíamos vernos, y me encerré a grabar. Así llegué al urbano. Tenía el micrófono, el ordenador y ganas.
O sea, la pandemia te empujó al género urbano.
(Kidd Voodoo) Exacto. Lo podía hacer solo, con bases compradas en Internet. Me encerré, grabé, publiqué canciones y empecé a notar que gustaban. En ese momento estaban explotando artistas como Pablo Chill-E o Young Cister, y capté un poco del público de cada uno. Ahí entendí que ese era mi camino.

“Buscaba una palabra que resumiera todo eso y me salió Satirología. Resume mis últimos cinco años”
¿Por qué el nombre Kidd Voodoo?
(Kidd Voodoo) (Ríe) Le robé el prefijo a Internet. En ese momento sonaba Kid Cudi y pensé: si el urbano tiene prefijo, yo también. Y lo de Voodoo fue porque tenía un pedal de guitarra con ese nombre. Lo uní y se quedó. Nunca pensé que iba a funcionar.
Tu último disco se llama Satirología Vol. 3. ¿Por qué ese título?
(Kidd Voodoo) Quería cerrar el concepto de Los Sátiros. Ya había hecho Para los Sátiros y Rompecorazones Vol. 2. Me faltaba el tercero, que cerrara la trilogía. Buscaba una palabra que resumiera todo eso y me salió Satirología. Resume mis últimos cinco años.
“El reguetón parece fácil, pero no lo es: hay que entonar, transmitir. Me costó adaptarme viniendo del rock, pero ahora ya siento que lo domino”
¿Te consideras sátiro hoy?
(Kidd Voodoo) Hoy no. Antes sí, era más loco.
¿Tu canción favorita del disco?
(Kidd Voodoo) Na´ con nadie, con De La Ghetto, y Satirología. En ellas siento que alcancé el reguetón que siempre quise hacer. El reguetón parece fácil, pero no lo es: hay que entonar, transmitir. Me costó adaptarme viniendo del rock, pero ahora ya siento que lo domino.

“Antes el reggaetón se veía como algo cutre, y ahora es cultura popular, un fenómeno gigante”
Aquí también hubo prejuicios con el reguetón.
(Kidd Voodoo) Claro, igual que en Chile. Antes se veía como algo “cutre”, y ahora es cultura popular, un fenómeno gigante.
Has trabajado con artistas españoles como Saiko o Lola Índigo. ¿Cómo fue?
(Kidd Voodoo) Sí, trabajé con Saiko, con Lucho RK, y con Lola Índigo. Ella es encantadora y muy profesional. Me ayudó mucho a entender cómo funciona la industria aquí. Me explicó cosas, me presentó artistas. Aprendí mucho de ella.
“En España he notado que no hay tantas colaboraciones entre artistas del mismo país”
¿Notas diferencias entre la industria chilena y la española?
(Kidd Voodoo) Sí. Aquí he notado que no hay tantas colaboraciones entre artistas del mismo país. En Chile hay más cruces: puedes ver a un artista melódico colaborando con otro más “maleante”. Aquí es más reservado. También noto que en España hay más calidad de sonido, más ingenieros y músicos muy buenos. Pero son diferencias mínimas. Culturalmente también influye: aquí el flamenco es muy importante, igual que el rock en Chile. Son tradiciones distintas, pero con raíces fuertes.

Me gusta Rosalía… Su música me ayudó mucho a entrar en el urbano; es muy conocida en Chile
Es verdad, aquí cuesta que los artistas colaboren entre sí.
(Kidd Voodoo) Sí, en Argentina pasa lo contrario. Hay una comunidad muy fuerte, todos se apoyan. Eso es algo que admiro.
¿Con qué artista español te gustaría colaborar?
(Kidd Voodoo) Hay muchos. Me gusta Rosalía, me gusta Rels B. Su música me ayudó mucho a entrar en el urbano; es muy conocida en Chile.
“Vengo de hacer siete estadios y ahora haré otro en el estadio más al sur del mundo… Serán trece estadios en cuatro meses. Una locura”
En noviembre tienes concierto en Madrid. ¿Qué tienes preparado?
(Kidd Voodoo) Estoy analizando el setlist. Veo las estadísticas de mis canciones para saber cuáles son más escuchadas aquí. Quiero incluir alguna sorpresa, quizá un tema nuevo o una colaboración. Lo importante es que el público entienda que vengo para quedarme, que esto no es algo puntual.
Y además vas a hacer otro concierto enorme en Chile.
(Kidd Voodoo) Sí, vengo de hacer siete estadios y ahora haré otro en el estadio más al sur del mundo, el Luis Sánchez en Puerto Williams. Nunca se había llenado. Lo va a transmitir la televisión nacional el 22 de noviembre. Y después tengo otros cinco más. Serán trece estadios en cuatro meses. Una locura.
“Ese personaje que se cree superior existe, y hay que controlarlo. Me ha pasado: me he caído y he aprendido. Mantenerse humilde es clave. Mi estrategia es rodearme de mi familia, de la gente que me conoce desde antes”
Con 24 años y 11 en la música, ¿cómo gestionas todo eso?
(Kidd Voodoo) No es fácil. Ese personaje que se cree superior existe, y hay que controlarlo. Me ha pasado: me he caído y he aprendido. Mantenerse humilde es clave. Mi estrategia es rodearme de mi familia, de la gente que me conoce desde antes. Mi pareja, mis amigos, mi equipo. Al fin y al cabo, si el equipo pierde la cabeza, el artista también. Por eso, yo no veo mi posición como un problema, sino como una responsabilidad: la de llevar la cultura de mi país lo más alto posible. De este modo, los niños que vengan detrás tendrán un camino. En definitiva, si yo abrí la puerta de los siete estadios, quiero que otros sepan que también se puede.
¿Y tus planes para el futuro?
(Kidd Voodoo) Terminar el estadio, hacer arenas, girar por España, México, Perú y Argentina. Luego tomarme dos o tres meses de vacaciones y volver con más música, quizá algo más instrumental. Es lo que más me gusta hacer.