
Pierpaolo Piccioli estrena su primera campaña como director creativo de Balenciaga y, obviamente, se centra en bolsos icónicos.
La nueva campaña de bolsos Balenciaga es la síntesis de la nueva identidad de la maison; creada por Pierpaolo Piccioli, por supuesto. Aquí, los arquetipos fusionan elegancia con juventud y un sentido de austeridad… justo como su colección debut. Y, como estrellas, tenemos el mítico Le City de Ghesquière y el Rodeo de Demna.

El Nuveau Balenciaga
Cada vez que una maison tiene un cambio de regente, se da un periodo de transición bastante incómodo. Aún quedan remanentes del sucesor y el actual no ha desarrollado su visión al completo todavía. Pero la nueva era de Balenciaga no se siente así; se siente como una transición effortless que respeta al pasado al mismo tiempo que plantea ideas claras del futuro. Y eso puede ser justo porque Pierpaolo Piccioli ha sido tan buen fit para coger el testigo del georgiano subversivo (confieso que me gustó mucho más de lo que esperaba).

El nuevo Balenciaga se plantea como una extensión del lenguaje de Piccioli: effortless, elegante, estructurado y con una dicotomía entre grandilocuencia y austeridad. Y, con estos mantras, la nueva campaña de la maison plantea su nuevo arquetipo de mujer: una chica joven con la elegancia y el semblante de alguien mucho más maduro. Para ello, los visuals reúnen a Mona Tougaard y a Sandra Murray como las musas de esta nueva visión, que encarnan la fuerza silenciosa que se profesa en la colección inaugural de Piccioli.

Las -otras- estrellas de la campaña: iconos de eras pasadas, recontextualizados para el ahora
Que las top models que protagonizan la nueva campaña de la maison no os distraigan; las estrellas aquí son los looks de Pierpaolo Piccioli y las siluetas de bolsos que acompañan. En primer lugar, tenemos al icono de iconos, el Le City. Este bolso fue una creación de Ghesquière y un remix de Demna que le dio a la maison eso que necesitaba: el -it-bag- para arrasar. Y ahora, es un canal de transformación de estilo y discurso (y esto también es un reflejo de su propia historia).

Y en segundo lugar, pero no menos importante, está el reciente Rodeo. Esta silueta fue una de las últimas creaciones del georgiano y nos habla de una nueva idea de elegancia urbanita: más relajada, desprolija… pero igual de potente y cool que la noción anterior. Juntos, estos dos bolsos se muestran en sus variantes más clásicas para hacer de canvas de esta nueva era… y promete mucho si nos ponemos a pensar cómo se verán las variaciones de Piccioli.