
Nuestro protagonista, fundador de PPAA, se llama Pablo Pérez Palacios (Ciudad de México, 1980) es arquitecto y Cáncer, un signo que según la astrología se asocia con la lealtad, la empatía, una fuerte intuición y con la creatividad
Estas cualidades lo convierten en un aliado valioso en proyectos que demandan sensibilidad y creatividad. Su presencia suele aportar un ambiente cálido y protector, donde no solo se ocupa de sus responsabilidades, sino también del bienestar de quienes lo rodean. Constante y trabajador, entrega lo mejor de sí cuando encuentra estabilidad y seguridad. En entornos colaborativos destaca por su imaginación, su capacidad de escucha y su talento para anticiparse a las necesidades antes de que se hagan evidentes.

Imágenes superiores: 1) Copas. Valle de Bravo. México. 964 m2. Año: 2023. Fotografías Rory Gardiner y Luis Garvan. 2) Retrato de Pablo Pérez Palacios. Fotografía de MCLN Studio
PPAA (Pablo Pérez Palacios Arquitectos Asociados) es el estudio fundado en 2018 por Pablo Pérez Palacios (Ciudad de México, 1980), arquitecto que descubrió su vocación en Florencia a los 19 años y que se formó entre México y Barcelona. Desde entonces ha desarrollado proyectos en México, Estados Unidos, Europa y Asia, con la convicción de que la arquitectura debe partir de una idea clara que articule lugar, materiales y espacios. En esta conversación, Palacios habla de la paciencia y la constancia como motores del oficio, de la importancia de un discurso propio y de dos nociones que atraviesan su obra: la naturaleza como fuente esencial de inspiración y el vacío entendido como un espacio no construido, pero sí definido, capaz de generar emoción y sentido.

Copas. Valle de Bravo. México. 964 m2. Año: 2023. Fotografías Rory Gardiner y Luis Garvan.
¿A qué edad te diste cuenta de que querías ser arquitecto?
A los 19 años, viviendo en Florencia, Italia. Yo ya estaba inscrito en ingeniería, pero en ese momento entendí que lo que realmente me apasionaba era la arquitectura. Decidí cambiar de rumbo y dedicarme a lo que sentía que tenía más sentido para mí.
Estuviste estudiando en Barcelona cinco años. ¿Qué recuerdos tienes de esa época? ¿Qué diferencias ves en el sistema de docencia de la arquitectura entre la Universidad de Ciudad de México y la de Barcelona?
De Barcelona guardo recuerdos muy especiales. Ahí no solo aprendí la parte técnica, sino también la conceptual. Recuerdo un proyecto que consistía en materializar un truco de magia: fue un ejercicio que me marcó porque combinaba imaginación y rigor, y reflejaba lo que significa pensar la arquitectura como algo más que construir. En comparación, la docencia en México es más técnica, mientras que en Barcelona se da más espacio al debate y a la reflexión crítica. Ambas visiones me ayudaron a formar un equilibrio en mi manera de entender la disciplina.

Ananda. Valle de Bravo, Estado de México, México. 606.3 m2. Año: 2023. Fotografía: Luis Garvan
Tu estudio se fundó en 2018, pero en tu web aparecen trabajos hechos mucho antes. ¿Qué es lo que cambió ese año? ¿El estudio se llamaba de otra forma? ¿Trabajabas de forma freelance o con otro estudio?
Antes de 2018 trabajaba en sociedad con un compañero de la universidad. Ese año decidí seguir por mi cuenta y consolidar el estudio bajo el nombre PPAA, con un equipo propio y una dirección mucho más clara.
¿Dónde está ubicada vuestra oficina?
Nuestras oficinas están en Ciudad de México, aunque tenemos proyectos en distintos lugares del mundo.
¿En qué países habéis construido, aparte de México?
Hemos trabajado en Estados Unidos, China, Suiza, Austria, Italia y España.

Casa Roca. Yosemite Lakes, California, USA. 91.87m2. Año : 2023. Fotografía : Rafael Gamo
El nombre PPAA: Pablo Pérez Palacios Arquitectos Asociados. ¿Cuántos arquitectos más están asociados contigo en PPAA?
Actualmente somos alrededor de 15 personas. Los arquitectos asociados conmigo son Emilio Calvo y Michelle Katrib, con quienes comparto afinidad y visión.
En vuestros proyectos residenciales, ¿cuál ha sido el que más presupuesto ha tenido y cuál el que menos?
Hemos tenido presupuestos muy diversos. Algunos muy altos, como en proyectos en Zúrich o Los Ángeles, y otros muy bajos, como en la Casa de Aculco, donde todo se resolvió con recursos locales. Lo importante es que el presupuesto nunca limita la posibilidad de construir una idea sólida.
¿Vuestros proyectos residenciales son todos de obra nueva o también hacéis reformas?
Sí hacemos reformas, pero siempre y cuando exista la posibilidad de proponer una idea que tenga valor. No es un tema de escala: lo esencial es que haya un concepto arquitectónico claro.

Echegaray. Estado de México, México. 630m2. Año: 2023. Fotografía: Fernando Marroquin
La mayoría de tus proyectos residenciales están en ubicaciones singulares, con entornos naturales muy sorprendentes. ¿Cómo consigues que los encargos se sitúen en esas ubicaciones? ¿Es casualidad? ¿Intervenís en el proceso de compra de la parcela junto al cliente?
El que muchos proyectos estén rodeados de naturaleza refleja una de mis pasiones y principales fuentes de inspiración. No es que digamos que no a proyectos urbanos —de hecho, tenemos varios—, sino que lo que guía la selección es la posibilidad de plasmar una idea más allá de la forma. En todos los casos hay una constante: la noción del vacío como un espacio no construido, pero sí definido.
¿Cómo crees que has evolucionado tú y el estudio desde su fundación hasta ahora?
He aprendido que la paciencia y la constancia son tan importantes como la creatividad. La arquitectura no surge solo de la inspiración: hay que trabajarla todos los días, construirla poco a poco.

Ananda. Valle de Bravo, Estado de México, México. 606.3 m2. Año: 2023. Fotografía: Luis Garvan
¿Cómo definirías la arquitectura que hacéis en PPAA?
Es una arquitectura de ideas y no de formas. Nos interesa pensar los proyectos desde un concepto que articule todo: el lugar, los materiales, los espacios.
¿Qué lección importante has aprendido durante los años de recorrido de PPAA?
Que no basta con ser creativo. La disciplina, el trabajo constante y la capacidad de escuchar al lugar y a las personas son igual de fundamentales.
Cuatro arquitectos que sean clave en tu forma de entender la arquitectura.
Luis Barragán, Peter Zumthor, Junya Ishigami y Louis Kahn.

Zarzales. Valle de Bravo, Estado de México. 645 m2. Año: 2022. Fotografía: Rafael Gamo
En vuestros últimos proyectos, el interiorismo está muy cuidado e integrado con la arquitectura. ¿Hay una parte del estudio dedicada a esto?
Desde hace algunos años hacemos el interiorismo nosotros mismos. Lo entendemos como una extensión natural de la arquitectura, no como algo que se añade al final.
¿Cuántos proyectos residenciales tenéis en marcha actualmente? ¿Todos en México? ¿Cuál de ellos es especialmente emocionante?
Tenemos alrededor de 15 proyectos en marcha. Todos son muy especiales, pero destacaría uno en la costa del Pacífico y una pequeña cabaña al norte de Nueva York que nos tiene muy emocionados.
¿Cómo seleccionas los materiales que usarás en un nuevo proyecto residencial?
Siempre buscamos que sean locales y atemporales, pero además deben tener una lógica estructural. No se trata solo de su apariencia, sino de cómo se integran al sistema constructivo y a la idea del proyecto.

Copas. Valle de Bravo. México. 964 m2. Año: 2023. Fotografías Rory Gardiner y Luis Garvan.
En proyectos tan distintos como Copas, Vipp Todos Santos y Ananda, ¿qué fue lo más estimulante para ti y qué resultó más complicado de resolver en cada caso?
Cada uno tuvo un reto y una motivación particular. En Copas, lo más estimulante fue lograr un espacio exterior en la copa de los árboles y un patio que capta el agua con la roca encontrada en el sitio, mientras que el desafío estuvo en integrar estos elementos naturales sin forzarlos. En Vipp Todos Santos, lo enriquecedor fue la colaboración con la marca y el diálogo entre arquitectura y diseño industrial, siendo la mayor dificultad la logística de construcción en un lugar remoto. Y en Ananda, concebido como un espacio de retiro con una fuerte carga espiritual, lo más valioso fue mantener esa esencia en todo el proceso, desde la escala general hasta los detalles más pequeños, lo cual también supuso su principal reto.
¿Qué es para ti una buena arquitectura y qué arquitectura es la que te emociona?
La que nace de una idea clara, que no necesita gritar, que se integra en el lugar y genera emoción a través de su sencillez.

Vipp. Todos Santos, Baja California Sur, México. 735 m2. Año: 2024. Fotografía: Anders Hviid
¿Hacia dónde crees que va la arquitectura residencial? ¿Cómo crees que serán las viviendas dentro de 10 años?
Creo que tenderán a ser más sostenibles, autosuficientes y flexibles, pero sin perder el componente emocional que hace que una casa sea un hogar.
¿Qué consejos le darías a un joven estudio de arquitectura que comienza? ¿Qué es lo más importante cuando empiezas un proyecto propio?
Que construyan un discurso propio y confíen en él. Lo más importante es la constancia, la paciencia y no perder nunca de vista que la arquitectura se hace trabajando todos los días.

Vipp. Todos Santos, Baja California Sur, México. 735 m2. Año: 2024. Fotografía: Anders Hviid
Para un estudiante o amante de la arquitectura, ¿qué libro, película o viaje le recomendarías?
Un libro: Thinking Architecture, de Zumthor.
Una película: Playtime, de Jacques Tati, y Man on Wire (Una historia de Philippe Petit)
Un viaje: cualquier lugar de naturaleza, porque ahí se aprende lo esencial.
Fotografías: Fotografías: Rory Gardiner, Luis Garvan, Rafael Gamo, MCLN Studio, Fernando Marroquin y Anders Hviid