
Iván Argote presenta en Madrid obras que usan texto y acciones simbólicas para transformar bibliotecas y espacios urbanos.
El artista colombiano Iván Argote irrumpe en dos espacios clave del panorama cultural madrileño con mesas piel y Una lucha de paisaje, dos proyectos que combinan texto, acción y participación para repensar la memoria urbana y los afectos que se inscriben en ella.
Arriba: Fotografía de Lukasz Michalak, de Estudio Perplejo.
Fotografía de Lukasz Michalak, de Estudio Perplejo.
En Madrid, Iván Argote despliega estos días un doble gesto artístico que combina lo íntimo y lo urbano, lo colectivo y lo material. Sus nuevas propuestas, presentadas en la Biblioteca de Bellas Artes de la Universidad Complutense y en la galería Albarrán Bourdais, consolidan la presencia del artista colombiano en la escena internacional y refuerzan su apuesta por un arte que interroga el lenguaje y las formas de construir comunidad.
Fotografía de Lukasz Michalak, de Estudio Perplejo.
Una biblioteca que murmura, pregunta y recuerda
La semana pasada se inauguró en la Biblioteca de Bellas Artes de la UCM mesas piel, un proyecto impulsado por Concomitentes y mediado por Julia Morandeira junto al bibliotecario Javier Pérez Iglesias. La instalación transforma dieciocho mesas de madera del propio mobiliario del centro en superficies “tatuadas” con mensajes, versos y fragmentos enviados por quienes habitan, visitan o aman este espacio.
Fotografía de Lukasz Michalak, de Estudio Perplejo.
Las mesas, convertidas en planchas xilográficas, no solo sostienen libros o cuadernos: también imprimen palabras que aspiran a acompañar al lector del presente y al del futuro. Durante varias semanas de 2023, una convocatoria abierta invitó a responder tres preguntas que funcionaron como detonadores de memoria y deseo:
— ¿Qué frases evocan para ti la biblioteca?— ¿Qué dirían las mesas si pudieran hablar? — ¿Qué palabras te gustaría dejar para quienes vendrán en cien años?
El resultado es una obra donde la biblioteca se revela como un organismo vivo, un espacio de encuentros y posibilidades, un territorio afectivo donde lo cotidiano se transforma en archivo emocional.
Fotografía de Lukasz Michalak, de Estudio Perplejo.
Un gesto mínimo como acto político
A pocos kilómetros de allí, en Albarrán Bourdais, Argote despliega otra forma de escritura pública. Una lucha de paisaje articula una videoinstalación y un conjunto de piezas que documentan acciones realizadas en la ciudad: rellenar grietas del pavimento con cemento pigmentado y grabar sobre él palabras como “Dignidad y respeto”, “Sentir tu peso” o “Una lucha de paisajes”.
Fotografía cortesía de Albarrán Bourdais.
En estas intervenciones, el artista convierte la reparación del suelo en un acto simbólico, un recordatorio de que incluso los gestos más modestos pueden desestabilizar la idea de autoridad o cuestionar las narrativas dominantes. El texto vuelve a ser un eje central: no como consigna, sino como poética material que exige atención, cuidado y reflexión.
Fotografía cortesía de Albarrán Bourdais.
La exposición reúne nuevas piezas de las series “Clouds”, “Cracks” y “Breathings”, donde Argote continúa explorando cómo se construyen y transforman las historias que nos constituyen. Las obras, especialmente aquellas grabadas en barras de hormigón, dialogan con la fragilidad del entorno urbano y proponen una lectura crítica sobre lo que asumimos como natural o inevitable.
Fotografía cortesía de Albarrán Bourdais.
Entre la ciudad y la intimidad: el poder de la palabra
Lo que une ambos proyectos es una misma intuición: la palabra—grabada, inscrita, compartida—puede actuar como un dispositivo de resistencia y ternura. Ya sea en la superficie cálida de una mesa o en la grieta fría del asfalto, Argote utiliza el lenguaje para abrir preguntas sobre cómo nos relacionamos con los espacios que habitamos y con las fuerzas que los regulan.
En una ciudad marcada por transformaciones constantes, su obra invita a detenerse un momento, a escuchar lo que dicen los objetos y las calles, a imaginar otras formas de convivencia y memoria.
Fotografía cortesía de Albarrán Bourdais.
Presencia internacional de un artista en expansión
La doble presentación madrileña se suma a un año especialmente destacado en la trayectoria de Argote. Su monumental Dinosaur, una paloma de más de seis metros instalada en el High Line de Nueva York, lo ha convertido en el primer artista del sur global y el más joven en participar en la Plinth Commission, dirigida por Cecilia Alemani. También formó parte de la Bienal de Venecia de 2024 con una instalación al aire libre, y fue nominado al Prix Marcel Duchamp en 2022.
Fotografía cortesía de Albarrán Bourdais.
Su obra, siempre atenta a las relaciones entre historia, política y subjetividad, se ha mostrado en instituciones como el Centre Pompidou, el MALBA, la Bienal de Lyon o La Casa Encendida, y forma parte de colecciones como el Guggenheim, el MACBA o el Banco de la República de Colombia.
Dónde y cuándo
Mesas Piel puede visitarse de forma permanente en la Biblioteca de Bellas Artes de la UCM (C/ Pintor el Greco, 2).
Una Lucha de Paisaje estará en Albarrán Bourdais (C/ Barquillo, 13) hasta el 10 de enero.