La iglesia skate de Okuda
Skate, arte urbano y una iglesia conjugados en la obra magna del artista santanderino.
Cuando Okuda San Miguel (Santander, 1980) descubrió la existencia de la Iglesia Skate de Llanera (Asturias), supo de inmediato que iba a ser el centro de su proyecto más ambicioso. El templo, siempre en manos privadas y totalmente desacralizado, había sido transformado en 2007 en skatepark por la Church Brigade, un colectivo de patinadores que necesitaban un sitio donde practicar su deporte favorito resguardados de la lluvia que acompaña casi diariamente al norte del país. Pero a pesar de sus excelentes rampas, había algo que faltaba en sus paredes desnudas. Y es ahí donde el artista santanderino vio la oportunidad perfecta para consagrarse como uno de los artistas urbanos más importantes del momento: daría a la iglesia el esplendor que todo templo se merece. El entendimiento entre las dos partes fue inmediato, y rápidamente se inició una campaña de crowdfunding en Verkami para que el proyecto fuera sostenible. Los 24.111 euros solicitados se superaron sin problemas y entonces comenzó lo que sería una intensa semana de trabajo: doce horas al día durante siete jornadas en los que se gastarían litros y litros de pintura.
Para realizar el diseño Okuda ha tomado como punto de partida su diseño más icónico hasta el momento, la Kaos Star, una rosa de los vientos asimétrica que ya ha plasmado en muros de todo el mundo. A partir de ahí, distintos triángulos de colores vivos se unen en geometrías imposibles para dar lugar a rostros de personas, animales y calaveras. Los colores del arcoiris contrastan con los cielos nocturnos plagados de estrellas y los diurnos cubiertos de nubes. Una orgía de color que acaba con el horror vacui a golpe de spray a lo largo de metros y metros cuadrados de muros. Pero la importancia del Kaos Temple -como se ha bautizado al proyecto- no radica tan sólo en sus inmensas proporciones. Lo interesante de esta intervención es cómo el arte urbano y contemporáneo ocupa el lugar que tradicionalmente ha sido coto privado del arte clásico.
La Iglesia Skate decorada abrió sus puertas el pasado 10 de diciembre con los trucos del patinador Danny León, un joven skater que con tan sólo 21 años ya se encuentra entre los diez mejores del mundo, aunque no será el único que se acerque hasta Llanera para dar rienda suelta a su pasión en un lugar que marca un antes y un después en el mundo del arte. Si tu también quieres visitar este espacio único en el mundo, pásate por su página web porque, aunque el acceso es libre, hay que pedir cita previa.
Todas las fotos son de Elchino Pomares.
