¿Y si tu vida cambiara de un día para otro y tuvieras que esconderte en un búnker? Así arranca El refugio atómico, con la argentina Agustina Bisio en el elenco
Un personaje con mucha luz, pero también lleno de miedos. Así es Mimi, a quien Agustina Bisio da forma en El refugio atómico, la serie de Netflix que la ha puesto en el radar de muchos. La actriz argentina muestra, una vez más, que cuando hay pasión, implicación y amor por lo que se hace, se pueden construir grandes personajes incluso con una trayectoria todavía breve
Seguramente hayas descubierto a Agustina Bisio en El refugio atómico, proyecto de Netflix donde nos ha demostrado que tiene una sensibilidad muy bonita. Una gran capacidad para crear personajes reales. La argentina hace papeles vivos que nacen de conectar con la esencia de cada uno. Y eso solo se logra cuando sin temor te desnudas en un proyecto y lo abraza. Por ello, ahora solo queremos descubrir quién, cómo son los comienzos de esta actriz que promete sorprendernos con próximos trabajos.
Fotografía Xavi Prat
Han comentado que la interpretación no era tu sueño de primeras, ¿fue realmente así?
Agustina: Que bueno que lo preguntes, también he leído eso sobre mí y no es del todo cierto. Yo hacía extraescolares de teatro, y realmente lo que pasaba era que no me podía imaginar una carrera profesional como actriz, porque en las clases había gente muy talentosa.
Entonces me tomé la interpretación como una actividad puramente personal y de disfrute, tipo hobby. Pero, en el instante en que sonó la primera claqueta de mi primer corto, me di cuenta de que el sueño había estado siempre ahí.
Fuiste bailarina antes que actriz, ¿cómo vivías esta pasión?
Agustina: Sí, parece que haya sido en otra vida. Aunque cuando bailaba no lo sentía así, fue como una relación tóxica (se ríe) Conservo el amor por la danza y la admiración hacia los bailarines, pero desde que dejé de bailar, no ha habido un solo día que lo haya echado de menos. No era mi camino.
¿Pero te llevas algún aprendizaje?
Agustina: Haber bailado me sirvió para encarar la interpretación de otro modo, con más amor y libertad. Permitiendome ser imperfecta sin castigarme y abrazando el proceso de aprendizaje y crecimiento.
Y, ¿qué sientes ahora al ver que dejaste tu país y tu vida cambió completamente desde que te dedicas a la interpretación?
Agustina: Dejar Argentina es un tema que me pesa un poco, extraño mucho mi cultura y mi gente. De hecho, el plan nunca fue emigrar, al contrario. Era trabajar una época en España y volver con ahorros para empezar un proyecto que tenía allá. Pero tampoco estaba en los planes encontrar mi vocación, ni enamorarme ni nada de lo que pasó durante estos años acá. Ojalá se dé la oportunidad de trabajar en ficciones argentinas.
Entre tus primeros proyectos se encuentra Eva y nicole. ¿Cómo fue preparar tu personaje, ya que llevabas poco tiempo estudiando interpretación?
Agustina: Aunque se haya pasado rápido, llevo casi diez años enfocada de lleno en la interpretación. Eva y nicole fue mi debut y curiosamente, el día que hice el casting, fue el mismo en que me confirmaron como parte del reparto de El refugio atómico. No sé cómo pude concentrarme, estaba eufórica.
Respecto a la creación del personaje, varios profesores y directores me han comentado que soy una actriz intuitiva. Lo cierto es que analizo a fondo el texto con todas sus posibilidades, y normalmente el personaje se revela por sí solo mientras lo hago.
Y para quien no te haya visto en ‘El refugio atómico’, ¿quién es Mimi, tu personaje?
Agustina: Mimi podría ser cualquier mujer que, sin darse cuenta, se haya postergado a sí misma esperando recibir de otro el amor que no tiene consigo. Solo que, en su caso, además de estar casada con un hombre con rasgos narcisistas, se le sumó el encierro en un búnker, en lo que parece ser el final del mundo.
Tu personaje esconde mucha soledad y tiene una luz muy particular. ¿Cómo fue crear y abrazar un papel donde tiene tantas capas?
Agustina: Qué bonito lo que mencionas sobre la luz, me alegro de que lo hayas notado. Junto con la soledad. Yo la entendí primero desde su esencia, es muy pura, empática, bondadosa. Después, al ponerme a interactuar con un entorno oscuro, y dejé que se fuera desgastando hasta darse por vencida.
El proceso fue bastante orgánico porque, lamentablemente, muchas de sus emociones me resultaban familiares, tanto por experiencias propias como ajenas. Lo más difícil fue al principio, cuando tuve que aceptar que convivirá con su mundo interno durante el tiempo que durara el rodaje… sabiendo que iba a doler.
¿Qué mensaje querrías que tuvieran las personas que descubren a Mimi?
Agustina: Ay, al revés. Me encantaría saber si dejó algún mensaje, cuál fue.
Aunque Mimi no haya tenido las herramientas, haberla interpretado me enseñó, de manera indirecta, a protegerme de situaciones que antes toleraba. Quizás lo que me gustaría que transmita es eso. Lo importante que es cultivar el amor propio, rodearnos de personas que nos quieran bien y saber poner límites.
Y tras esto, ¿qué se viene? ¿Cuáles son tus planes de futuro y qué te gustaría hacer?
Agustina: De cara al futuro, con seguir ganándome la vida del arte y rodeada de buenas personas, ya tengo todo lo que quiero. Aunque siempre estoy dispuesta y con ganas de encarar un buen desafío.
Puedes ver a Agustina Bisio en El refugio atómico de Netflix
