
Demna cierra su regencia en Balenciaga con Couture 54, su colección más comedida, minimalista y próxima a la elegancia clásica de Cristóbal.
Demna presenta su carta de despedida con Balenciaga Couture 54, un armario fuertemente afincado en el estilo clásico, arquitectónico e indiscutiblemente elegante del fundador de la maison. Aquí no encontraremos couture urbano; en su lugar priman los vestidos, la sastrería y la recodificación moderna de lo antiguo… y fue lo mejor que pudo hacer como cierre.

Ahora sí que lo hizo todo
Pese al boom que Demna trajo para la maison de Cristóbal Balenciaga, siempre hubo un sector de la industria que aborrecía lo que hacía, ya que inyectó subversión callejera a un espacio que era la antítesis de. Sus colecciones de ready-to-wear y Couture, sin embargo, lograron mostrar cómo él fue capaz de recontextualizar los códigos y mantras de su antecesor a un momento mucho más actual; pero nunca faltó un necio.

Ahora, Balenciaga y Demna parten caminos y se adelanta un cambio importante para la industria. Por un lado, la maison va a hacer una vuelta a la sofisticación más clásica, cortesía de su nuevo regente. Y el georgiano volcará su ojo en Gucci (una casa en desesperante necesidad de un comeback). Balenciaga Couture 54 es la colección que muestra esta bifurcación de caminos… y hace una limpieza para acabar la era subversiva de la maison.

La inspiración detrás de Couture 54 es el propio Cristóbal Balenciaga, quien marcó un antes y un después en la historia de la moda a través de su perpetua búsqueda de la perfección imposible. Con esta idea, Demna recoge sus arquetipos y siluetas más características y las moderniza como un último adiós. La idea del armario burgués también es una de las bases conceptuales más importantes dentro de esto. Y, según especulaciones nuestras, esta colección es una peineta a los detractores que demostró que sí podía hacer lo que extrañaban de Wang y Ghesquière. ¿Podía? Claro que sí… pero él tenia otros planes (que resultaron).

El último adiós de Demna: Balenciaga Couture 54
Demna ha ido cerrando capítulos estos últimos meses; y las colecciones de alta costura de la maison eran lo último que había por concluir. Balenciaga Couture 54 es ese cierre y se presenta como una de las colecciones más sobrias, elegantes y comedidas del georgiano. Este nuevo armario abre con su punto de sastrería, materializado a través de abrigos largos con hombros esculturales y solapas anchas de tulipán. Contrastando esto, looks minimalistas de jerséis estructurados en terciopelo con pantalones o faldas office.

Luego, Balenciaga Couture 54 se pone autorreferencial con un guiño a Danielle Slavik y su modelito en pata de gallo que desfiló en tiempos de Cristóbal (eso sí, con proporciones Demna). También se rescata un print floral de 1957 para crear un traje de falda con silueta Hourglass modernizada; y Marlylin Monroe sale a relucir con un vestido de satén y encaje debajo de un abrigo arquitectónico de pelo (llevado por Kim Kardashian, por supuesto). La colección evoluciona con siluetas de outerwear en proporciones exageradas y siluetas armadas: trenches, abrigos de pelo… hasta presentar looks de inspiración sartorial ultra ceñidos. ¿Hay algo puramente Demna? Lo hay: looks de cazadoras y bombers en los materiales técnicos más ligeros con jeans de alta costura perfectamente holgados. Seguidamente, la colección muestra los trajes de hombre: de corte relajado, exagerado y muy a la office core. De hecho, Demna logró con esto algo casi imposible: hacer que un hombre petadísimo se viera bien en un traje.

El eveningwear más espectacular de su regencia
Y luego tenemos el eveningwear, la parte más grandilocuente de Balenciaga Couture 54. Aquí, los lenguajes de Demna y Cristóbal se mezclan en vestidos de siluetas Hourglass espectaculares; como el de hombreras en cuero negro. También vemos un vestido de princesa “Debutante” en la organza más ligera del mundo; y las clásicas siluetas drapeadas en seda. Como piezas más destacadas, vemos a Naomi Campbell con un palabra de honor en lentejuelas negras y a sus dos musas con los mejores looks. Minttu Vesala llevó un vestido cuello chimenea con cintura hourglass en satén negro y Eliza Douglas llevó el bridal: una construcción ultra minimalista de encaje acentuada por líneas rígidas, cortesía de una estructura interna.
Descubre más sobre la colección Balenciaga Couture 54 en la página web de la maison.
































