Senaa dibuja en la montaña una cabaña con doble alma

La cabaña Kohútka, propiedad de Jana y Josef Kocurek, se ubica en la cordillera de Javorníky, cuyo inclinado relieve no supuso un obstáculo para Senaa, sino que marcó su punto de partida. La pendiente de la parcela condujo la orientación de la casa hacia el sureste y permitió transformar el desnivel en un recurso arquitectónico. Gracias a ello, se diseñó un sótano atravesado por la luz natural que alberga sauna, área de bienestar, cuartos técnicos y espacios de almacenamiento.

Vida social en la planta baja

Ya en la primera planta la vida social se desata. La entrada este nos lleva directamente a la sala principal, que se abre con ventanales panorámicos hacia el oeste y conecta con una terraza orientada al paisaje. En dicho nivel, Senaa decidió incorporar también un despacho y un baño.

La calma del ático

Si subimos todavía más, reina la calma, pues el ático de la cabaña Kohútka reserva sus espacios para el descanso. Este cuenta con un dormitorio con vestidor y balcón, iluminado por una ventana del hastial . Allí mismo nos topamos con una segunda habitación y un baño, que completan este escondite suspendido bajo el techo.

Dos caras para una misma casa

Y tal como anticipamos, el exterior diseñado por Senaa architekti conjuga en una sola pieza dos miradas opuestas. En el frente oriental perdura la herencia valaca con troncos apilados, cubierta inclinada y discretas ventanas, pero basta rodear la construcción para que todo cambie. Se impone la contemporaneidad mediante las superficies acristaladas que sustituyen la madera, expanden las perspectivas y refuerzan la conexión con el entorno.

Una construcción rápida

Senaa resolvió la obra con paneles de madera prefabricados en el propio valle, que llegaron listos para ensamblarse y en apenas un día quedaron firmes sobre una losa de hormigón armado. El sótano se realizó con encofrado permanente y el resto del volumen se levantó íntegramente en madera.

Confort térmico para cada estación

El sistema energético combina bomba de calor y suelo radiante. La cabaña Kohútka mira al sol en invierno y deja que sus ventanales capturen el calor, sin embargo, en verano un alero generoso se adelanta y corta la radiación directa. Así, el edificio juega con las estaciones y logra mantener un ambiente estable todo el año sin recurrir a climatización adicional.

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