
¿Todo vale por saber la verdad? ¿Merece la pena descubrir los secretos que algunos ansían ocultar? Estas son algunas de las incógnitas que se exploran en la venganza de Kiti Mánver en Dos Tumbas
El éxito número uno de Netflix España es la miniserie Dos Tumbas, y sin duda es mucho más que un thriller. La gran actriz Kiti Mánver protagoniza una búsqueda constante por descubrir la verdad ante la desaparición de su nieta. Sin embargo, nada es lo que parece y quizás ese querer resolver o buscar venganza acaba llevándola por un camino que nunca debería haber comenzado. Y sobre todo si tiene de compañero a un mafioso como es Álvaro Morte.
La plataforma roja se encuentra en un momento muy dulce, acaba de estrenar la segunda parte de Miércoles y, junto a esta propuesta internacional, tenemos un producto nacional que también puede robar todas las miradas. Dos Tumbas es la nueva miniserie, que consta de solo tres episodios, producida por Sábado Películas, quienes fueron los responsables de la querida ópera prima de los Javis: La llamada. Sin embargo, en este proyecto no vemos ese humor ni la luz que tenía el trabajo de los Javis; al revés, sentimos esa desesperación y, sobre todo, esa rabia al no saber qué le ha pasado a un ser querido.
Kiti Mánver protagoniza la miniserie, la cual actualmente está en el número uno de Netflix España, y da forma a una abuela que, de primeras, es muy amorosa y con mucho apego a su familia. Ese cariño y devoción están dirigidos principalmente a una de sus nietas, y debido a su desaparición, se perderá como persona.

Dos Tumbas es otra serie de niñas desparecidas
Si todavía no has visto la miniserie, quizás no deberías seguir leyendo este artículo. No obstante, si eres de los que se interesa por investigar antes de iniciar una nueva serie, quizás podemos anticiparte algunas virtudes y defectos de esta propuesta. Dos Tumbas tiene como concepto inicial la desaparición de una adolescente. Quizás es muy cliché, pero eso no significa que no se pueda innovar u ofrecer una nueva narrativa. Y la de esta miniserie es la mirada de narrador principal.
No vemos la visión de unos padres, ni de hermanos o amigos. Vemos la mirada de una señora mayor que ha perdido a su nieta, que la niña de sus ojos ya no está en su cocina, y no es porque se haya mudado… se la han arrebatado. Y ante ese dolor e injusticia, muchas personas se abandonan a sí mismas, otras se enfadan con la vida y algunas buscan respuestas a todo precio. A este último grupo pertenece Isabel (Kiti Mánver).

El querer saberlo todo tiene un precio
Ella simplemente era una profesora de piano, y parece que se transforma por la pérdida de su nieta. Pero personalmente siento que no es así. Desde la primera secuencia abuela-nieta, notas que Isabel es temperamental y con unas convicciones demasiado fuertes. Las cosas se hacen como ella quiere y le cuesta aceptar un “no”. Por ello, no resulta extraño que se embarque en una búsqueda de respuestas. Me gustó cómo la ves analizando pruebas, recabando información o pillando a mentirosos.
Lo que se me cae es cuando su moral choca con la de otros personajes… si ella hace algo malo, debemos entenderlo; pero si lo hace un mafioso, es horrible. Cuando ambos han hecho lo mismo en un plazo de una hora. Ahí me tambalea el personaje, aunque es un ser humano, y a veces no vemos lo que hacemos hasta que lo observamos como espectadores. Sí que diré que su personaje crece, se reinventa en el hecho de que, al descubrir la verdad, no se queda de brazos cruzados asimilando. Más bien, lo da todo por los suyos, y eso hace que el arco del personaje sea más real. Solo así confirma que su ansiedad por respuestas era genuina y sus acciones, fruto de la desesperación.

Álvaro Morte regresa con su habilidad para los acentos
Fue una sorpresa escuchar a nuestro querido profesor con un acento andaluz tan bien logrado. Aunque a veces exagerado, se siente natural. Esto me recuerda al gran trabajo que hizo en Raqa, ahí se preparó el árabe en cuatro meses, y aquí lo escuchas como un nacido en Córdoba. Su personaje podía haber dado mucho más, pero siento que no es cosa de Morte, más bien es del guion. Y aunque sé que cuenta con la mano de Carmen Mola, veo que hay mucha carencia en algunas perspectivas.
Lo mismo ocurre con el padre de Verónica (Hovik Keuchkerian), se podía escarbar mucho más en su rol. ¿Cómo le resulta tan fácil preparar una huida? ¿Cómo es capaz de mantenerse callado dos años? ¿Qué ha vivido con su madre cuando ella era hippie? Hay mucho material ahí. Y aunque las cosas buenas y breves son dos veces buenas… en este caso podrían haber sido seis episodios en vez de tres.

No obstante, si buscas una serie entretenida, que puedas ver de manera veloz, Dos Tumbas es una muy buena opción para una maratón de fin de semana. Es todo un viaje con personajes tan interesantes, o que podrían haberlo sido, que querrás saber más. Sin embargo, cierra lo que abre la trama, y eso me gusta. Además, deja una reflexión muy necesaria. Y es que, a veces, la venganza parece lo que necesitamos, pero es todo lo contrario. Es una acción que nos cambia, nos hace actuar de manera impulsiva y quizás nos aleja tanto de lo que somos que nos convertimos en aquello de lo que siempre huimos.
Por ello, cuando cavas una tumba, quizás tienes que cavar dos, porque tú has dado un volantazo respecto a la persona que eras.

Dos Tumbas disponible en Netflix