Fragmentos llega a los cines junto a Manu Vega, quién protagoniza una película cuya mirada ahonda en la complejidad de las relaciones
Manu Vega es un actor hecho a base de constancia y convicción. Tras una trayectoria de pequeños papeles que le abrieron grandes puertas, hoy encarna personajes cada vez más complejos. Ahora protagoniza Fragmentos, una película que explora las grietas y emociones de las relaciones humanas.
Manu Vega es un actor que sabe lo que es luchar por aquello que quieres ser, si no que se lo digan a su trayectoria. Una lista de pequeños papeles que acabaron dándole grandes oportunidades y, sobre todo, mejores personajes. Luchador, emocional y con una gran percepción del valor de la constancia.
El actor, aún viniendo de una familia de la industria, se labró su propio camino y su comienzo fue como modelo. No obstante, ahora le vemos protagonizando ‘Fragmentos’, una película que ahonda en la complejidad que existe entre las relaciones humanas.
Vienes de una familia que ya trabajaba en el cine. ¿Cómo se vive esto?
Manu Vega: En mi casa, el cine siempre se vivió como un hobby. Aunque mi padre formaba parte de la industria, nunca tuvo la intención de que yo siguiera su camino. Mis padres no se opusieron a que fuera actor, pero tampoco lo incentivaron más allá de compartir conmigo su pasión por el cine y por el arte en general.
Me siento muy afortunado por la infancia que tuve, porque gracias a la ausencia de expectativas y presión pude enamorarme de este trabajo de una manera sana y orgánica.
No obstante, tu primer trabajo fue como modelo en Estados Unidos. ¿Qué recuerdas de esta primera experiencia?
Manu Vega: Recuerdo pensar que nada de lo que estaba pasando tenía mucho sentido. Fue un golpe de suerte en un momento de mi vida en el que me costaba encontrar un rumbo, y me abrió los ojos en muchos sentidos.
¿Te llevas algún aprendizaje de estas vivencias que puedan ayudarte en tu actual profesión?
Manu Vega: Sin las personas que conocí en aquella época, jamás me habría atrevido a luchar por lo que realmente quería. Aquello me ayudó a conocer el mundo, tanto para bien como para mal. Fue una profesión que me sostuvo en un momento vital.
Tu primer proyecto fue ‘Réplica’. ¿Qué recuerdas de ese proyecto?
Manu Vega: Fue mi primer corto. Si no recuerdo mal, no hice casting; solo tuve una reunión con el director. Era su corto de fin de curso en la ECAM. Hace siglos que no lo veo, pero guardo un buen recuerdo de cuando lo rodé.
Tras este trabajo, le siguieron grandes proyectos. ¿Cuál destacarías entre todos como una de las experiencias más enriquecedoras?
Manu Vega: Mi primer trabajo “real”, más allá de los cortos, fue Cupido. Sinceramente, fue una de las mejores experiencias de mi vida. No es que me sienta especialmente orgulloso del resultado, pero para mí, en aquel momento, fue un gran triunfo después de tantos años intentándolo.
‘Con los años que me quedan’ es muy cercano a ti como persona. ¿Cómo desarrollaste el personaje?
Manu Vega: Cuando leí el guion me sentí muy conectado con la historia de Lu. No creo tener la energía tan canalla que tiene él, pero sí conecté profundamente con esa búsqueda del sueño americano… Que sale mal (se ríe)
¿Cómo haces para distanciarte a veces de esos papeles?
Manu Vega: No lo hago. Acepto que hay temas y personajes que me mueven más que otros, y eso es precisamente lo que hace que disfrute tanto de este trabajo. Cuando termino una película y vuelvo a mi vida, el personaje se va diluyendo poco a poco.
Otro proyecto importante con un personaje interesante es Lobo feroz. ¿Cómo te llega la propuesta?
Manu Vega: A través de Ruth Franco. Hice un casting y finalmente me seleccionaron. Mi personaje es una creación del guionista para la adaptación de la película Big Bad Wolves.
Estrenas Fragmentos, ¿cómo es tu personaje?
Manu Vega: Impulsivo, emocional, inestable… Un chico que intenta recomponer un puzzle que ya no encaja. Está paralizado por el miedo a la soledad y a lo desconocido.
¿Cómo viviste este proyecto tan emocional?
Manu Vega: Por suerte o por desgracia, estoy extremadamente conectado con lo que le sucede a Diego. El personaje me removió mucho, pero también disfruté del viaje emocional que propone.
¿Qué se siente al dar forma a un proyecto que ahonda en las relaciones de pareja y todo lo que puede esconderse en ellas?
Manu Vega: El guion era muy solvente, duro y real. Esa falta de filtros y esa agresividad emocional lo hacen muy interesante. De alguna manera pone un espejo frente a nosotros. Da igual la generación o la clase social. A muchos nos faltan herramientas y educación emocional para cuidarnos y cuidar a quien tenemos cerca.
También te vemos en Reversión, ¿Cómo ha sido trabajar con Jaime Lorente y Belén Rueda?
Manu Vega: Soy un tipo afortunado. Esto es lo bonito del cine, pasas de hacer poco o nada a trabajar con gente talentosa de la que aprender y, sobre todo, con la que disfrutar. Tanto Fragmentos como Reversión han sido un regalo.
Este proyecto es un thriller, te hemos visto en varios géneros. Pero, ¿cuál es tu favorito?
Manu Vega: Disfruto mucho del thriller, pero siempre he tirado más hacia el drama. En realidad, si el guion es bueno y el personaje es atractivo, no hay ningún género del que no disfrute.
¿Qué te gustaría hacer más adelante?
Manu Vega: Ojalá pueda seguir trabajando así. Es muy enriquecedor conocer y aprender de personas a las que admiras. Mi mayor objetivo hoy es construir una carrera de la mejor manera posible y sentirme orgulloso de los proyectos en los que participo. Crecer y disfrutar del proceso.
Ya está disponible ‘Fragmentos’ en todos los cines
