
¿Qué pasaría si una montaña pudiera ver, sentir, narrar? En Bérgamo, Il Biennale della Orobie y la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo, Gamec activan la 5ª parte de la muestra Thinking Like a Mountain.
Entre montes, valles y minas, Il Biennale della Orobie es un programón cultural que no es “cada 2 años”, ni se hace “en un sitio concreto”, sino que se vive por 2 años en muchos sitios involucrando todo el territorio de Bérgamo. Arte, territorio, comunidad desde las zonas prealpinas hasta los pueblos de los valles bergamascos, pasando por los parques urbanos de la capital y los municipios de la llanura, la montaña es la protagonista del proyecto expositivo.
Imagen de portada: Julius von Bismarck, Landscape Painting (Mine), 2025, vista de la instalación en las Minas de Dossena. Foto: María Muñoz Martínez
Maurizio Cattelan, November, 2024, vista instalación Palazzo della Ragione, Bérgamo, 2025. Cortesía Archivio Maurizio Cattelan. Foto: Lorenzo Palmieri © GAMeC
La serie de exposiciones e intervenciones artísticas Il Biennale della Orobie Pensare come una montagna (Pensar como una montaña) ha convertido la montaña en interlocutora y el arte en lenguaje común entre humanos, animales y minerales. Una experiencia artística en cooperación con las poblaciones de la provincia de Bérgamo, promoviendo la conciencia eco-social y el contacto con la naturaleza.
Bianca Bondi, Graces for Gerosa, 2025, vista instalación iglesía de Santa Maria in Montanis, Gerosa (Val Brembilla, Bérgamo). Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
Desde el 2024 se ha invitado a artistas nacionales e internacionales a establecer un diálogo con la zona, con la Gamec como punto circundante del proyecto y bajo la dirección artística de Lorenzo Giusti. Pues bien, del 3 al 5 de octubre se activó la 5ª y última iteración del bienio. El proyecto lleva dos años activando comunidades, artistas y paisajes, cruzando estaciones, lluvias, nieves y floraciones. Este último ciclo funciona como una exhalación, la culminación de algo que ha crecido lentamente, como el musgo en una roca.
Gaia Fugazza, Mother of Millions, 2025, vista instalación en Stalla Gherba, Sottochiesa (Bérgamo). Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
Il Biennale della Orobie en GAMeC, Pedro Vaz
El primer día en la ciudad, al entrar en el Gamec de camino a visitar la pieza del portugués Pedro Vaz, nos encontramos con la escultura–horno de Gabriel Chaile fruto de una iteración anterior. Como es habitual en el argentino, se trata de una estructura de barro barriguda mitad tótem, mitad criatura. Ya en la sala, Pedro Vaz presenta Becoming Mountain, una pintura envolvente inspirada en su travesía por la Alta Via delle Orobie. Tras caminar tres días junto a la Presolana, el artista convierte la experiencia física del paisaje en un lienzo curvo y casi respirable que estará expuesto en esta especie de sala polivalente hasta el 18 de enero de 2026. La montaña se vuelve cuerpo, memoria y materia pictórica.
Pedro Vaz, Becoming Mountain, 2025. Vista instalación en GAMeC © GAMeC
Julius von Bismarck, pintura de paisaje en Dossena
Después la ruta nos lleva hacia los valles. Conducimos hasta Dossena, antiguo distrito minero del Valle Brembilla. Allí, el artista alemán Julius von Bismarck instala una pieza que combina ingeniería, mito y observación natural. En el corazón de una mina abandonada, Von Bismark transforma las paredes de la antigua mina en un paisaje bidimensional en blanco y negro, desafiando la representación tradicional de la naturaleza y mostrando cómo el ser humano, a través de la historia, marca y reconstruye culturalmente el entorno natural.
Julius von Bismarck, Landscape Painting (Mine), 2025, vista de la instalación en las Minas de Dossena. Foto: María Muñoz Martínez
Llamada Landscape Painting (Mine) juega con la luz, las reverberaciones y los relatos orales del lugar y contó para su realización con la colaboración de los artistas locales Nikita Popescu, Natasha Rivellini y Nicola Zanni. La pieza habla de extracción, pero también de introspección, mirar dentro de la tierra para entender lo que hemos tomado de ella.
Julius von Bismarck, Landscape Painting (Mine), 2025, vista de la instalación en las Minas de Dossena. Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
Sottochiesa en el Val Taleggio, Gaia Fugazza
La siguiente parada es Sottochiesa en el Val Taleggio. Allí la italiana Gaia Fugazza ha instalado su escultura de gran formato denominada Mother of Millions en colaboración con Nahr – Nature, Art & Habitat Residency. La pieza, realizada en arcilla porosa de la región toma como referencia la planta del mismo nombre Mother of Millions o Kalanchoe Delagoensis, una suculenta originaria de Madagascar. La artista correlaciona en su escultura la capacidad de autorreproducción de manera asexual del Kalanchoe con la falta de reproducción y por ende despoblación de estas zonas rurales —fenómeno que también sufrimos en la España vaciada—.
Gaia Fugazza, Mother of Millions, 2025, detalle instalación en Stalla Gherba, Sottochiesa (Bérgamo). Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
La escultura de Fugazza presenta un cuerpo híbrido y regenerativo, mitad humano mitad vegetal, que encarna la idea de cuidado colectivo y transformación constante. En su superficie, grabados de plantas y animales convierten el paisaje en piel, borrando los límites entre cuerpo y entorno. La escultura estará en exhibición hasta el 18 de enero.
Las Gracias de Gerosa con Bianca Bondi
Bajar y volver a subir a Gerosa en Brembilla para visitar la también instalación escultórica de Bianca Bondi. Se titula Graces of Gerosa y está ubicada en una iglesia románica abandonada. Uno de las construcciones más sobrecogedores que he visitado en los últimos años. Ahí el tiempo ha creado un palimpsesto de materiales que acompañan el conjunto escultórico de Bondi. Un conjunto de figuras que danzan.
Bianca Bondi, Graces for Gerosa, 2025, vista instalación iglesía de Santa Maria in Montanis, Gerosa (Val Brembilla, Bérgamo). Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
La artista sudafricana de origen italiano afincada en Francia también posee ella misma muchas capas identitarias. Por eso quizás introduce lo líquido, los procesos de oxidación, así como cristales y sal que reaccionan con el ambiente. Sus piezas se transforman con el clima, como si el arte pudiera compartir metabolismo con la atmósfera.
Parque industrial de Dalmine, Abraham Cruzvillegas
De vuelta a el área urbana e industrial bergamasca, el mexicano Abraham Cruzvillegas instala su escultura en el polígono industrial de Dalmine y ahí estará hasta el 18 de enero de 2026. Siguiendo con su línea de trabajo sobre la autoconstrucción, pero aquí su gesto envuelve materiales reciclados del entorno que se convierten en formas asimilables a fósiles contemporáneos.
Abraham Cruzvillegas, An unstable and precarious self-portrait munching some traditional Fritos, sipping a couple of caballitos of Casa Dragones, after a busy journey with some dear friends, listening at the same time to the ‘Clair de lune’, performed by Menahem Pressler, and ‘Folie à Deux’, by Stefani Joanne Angelina Germanotta, 2025, vista instalación en Fondazione Dalmine (Bérgamo). Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
Atelier dell’Errore, vista exposición TEN en GAMeC, 2025. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
Retrospectiva de Atelier dell’Errore: TEN en Il Biennale della Orobie
A la noche y ya de regreso en la ciudad, la Gamec abre la muestra Ten del colectivo Atelier dell’Errore que se podrá visitar hasta el 18 de enero de 2026. El Atelier dell’Errore trabaja con niños y jóvenes neuro divergentes y Ten sirve como retrospectiva de un conjunto de dibujos que parecen una fauna mitológica local, ciervos eléctricos, lobos transparentes, criaturas de montaña. Aquí no hay sentimentalismo ni moral; hay una energía salvaje, una biología fantástica que parece hablar el mismo idioma que el bosque.
Atelier dell’Errore, vista exposición TEN en GAMeC, 2025. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
Atelier dell’Errore, vista exposición TEN en GAMeC, 2025. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
Astino: Asunción Molinos Gordo y Cecilia Bengolea
En el Valle della Biodiversità di Astino, la española Asunción Molinos Gordo, está realizando un workshop titulado Crops Are Not Orphans que se extiende hasta enero de 2026. Un taller que conecta arte y agricultura a través de los bancos de semillas del Orto Botanico de Bérgamo. Su proyecto reivindica el parentesco vegetal —Seeds Kinship— y transforma los cultivos “huérfanos” en relatos de cuidado, memoria y comunidad.
El día acaba en este mismo lugar, con la reactivación de la performance Spin and Break Free de Cecilia Bengolea en Astino. La argentina transforma la repetición industrial en un trance liberador, guiado por jóvenes bailarines envueltos en trajes y tocados de lino y cáñamo. Entre giros, respiraciones y gestos naturales, la coreografía invoca tanto alienación como libertad, entre cuerpo, materia y memoria obrera.
Julius von Bismarck, Landscape Painting (Mine), 2025, vista de la instalación en las Minas de Dossena. Foto: Nicola Gnesi Studio
La montaña no existe, Agnese Galiotto en Almenno San Bartolomeo
Al día siguiente nos desplazamos a Almenno San Bartolomeo, donde la joven artista italiana Agnese Galiotto ha realizado una gigantesca pintura mural llamada La montagna non esiste (La montaña no existe). Galiotto transforma una pared de un edificio del casco antiguo en un fresco que respira con la montaña.
Agnese Galiotto, La montagna non esiste, 2025, fresco en Almenno San Bartolomeo (Bérgamo). Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
Primero un triángulo que prolonga la silueta del Monte Albenza, donde un vuelo de pájaros migratorios se mezcla con manos humanas, flores siamesas y gestos de cuidado. Una metáfora de unión y fragilidad, de fronteras que se disuelven, de un paisaje que no separa, sino que une.
Agnese Galiotto, La montagna non esiste, 2025, detalle del fresco en Almenno San Bartolomeo (Bérgamo). Foto: Nicola Gnesi Studio © Gamec
Seasons de Maurizio Cattelan en Il Biennale della Orobie
Finalmente el recorrido nos lleva a la exposición Seasons del archiconocido provocador Maurizio Cattelan. La muestra cuenta con 5 obras distribuidas en 4 localizaciones y está en display hasta el 26 de octubre. En la Rotonda dei Mille —en pleno corazón de la Città Baja—. Cattelan coloca a un niño sobre los hombros de la estatua de Garibaldi, con la mano en forma de pistola. Un gesto entre juego y desafío que reabre la historia, enfrentando generaciones y símbolos nacionales en un equilibrio precario entre memoria, ironía y rebelión.
Maurizio Cattelan, One, 2025, instalación site-specific en monumento histórico. Vista en Rotonda dei Mille, Bérgamo, 2025 Cortesía Archivio Maurizio Cattelan. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
En la Gamec se presenta la obra de nueva producción Empire (2025), frágil y dura a la vez, consiste en un ladrillo atrapado en una botella enfrentada a una figura arrodillada con la cabeza cubierta. Se trata de Him —el Hitler arrodillado de 2001, ahora con el rostro cubierto con una bolsa de papel tras una censura en China y renombrado a No en 2021.
Maurizio Cattelan, izquierda: No, 2021, Cortesía Archivio Maurizio Cattelan; al fondo: Empire, 2025. Cortesía Galleria Massimo De Carlo. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
La instalación escultórica enfrenta el poder desde su ruina, revela la impotencia detrás del dominio, el peso del silencio y el fracaso de toda ambición absoluta.
Maurizio Cattelan, Empire, 2025. Cortesía Galleria Massimo De Carlo. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
Maurizio Cattelan, No, 2021, vista instalación en Gamec. Cortesía Archivio Maurizio Cattelan. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
Cattelan y el mármol de Carrara
Además Seasons muestra dos esculturas realizadas en mármol Michelangelo para estatuas tituladas. A pocos minutos del Gamec, en el suelo del Ex Oratorio di San Lupo se encuentra Bones (2025). Una anti monumento en el que Cattelan derriba el mito del poder. Un águila de mármol yace en el suelo con las alas abiertas, símbolo de caída y desmitificación donde la materia noble se convierte en memoria de vulnerabilidad. En el Ex Oratorio, un espacio cargado de simbolismo entre vida y muerte, el águila se revela frágil, estructural y emblemática de la relación rota entre el hombre y la naturaleza.
Maurizio Cattelan, Bones, 2025, vista instalación en el Ex Oratorio di San Lupo, Bérgamo. Cortesía de Gagosian Gallery. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
La otra está localizada en el Palazzo della Ragione —en pleno corazón esta vez de la Città Alta— y se titula November (2024). En ella retrata a un hombre sin hogar tallado en mármol, acostado en una banca, orinándose encima. Una imagen brutal y tierna a la vez, que convierte la vulnerabilidad en gesto de resistencia y confronta la noción misma de dignidad y poder.
Maurizio Cattelan, November, 2024, vista instalación Palazzo della Ragione, Bérgamo, 2025. Cortesía Archivio Maurizio Cattelan. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec
Maurizio Cattelan, November, 2024, detalle. Cortesía Archivio Maurizio Cattelan. Foto: María Muñoz-Martínez
Las instalaciones reflejan el ciclo vital, la caída y el renacer; los valores que suben y bajan; lo íntimo y lo social o el margen y el centro como contrapunto al discurso territorial. Cattelan, tan acostumbrado al sarcasmo, aquí se muestra, dentro de lo que cabe, diferente, quizá la montaña lo volvió más vulnerable.
Il Biennale della Orobie a más de 2000 metros de altura
Por último y solo apto para montañeros de calibre Il Biennale della Orobie y la Gamec llevan su pensamiento a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar con Mountain Forgets You, un proyecto del estudio EX. que reconstruye el histórico Bivacco Aldo Frattini en colaboración con el Club Alpino Italiano. Diseñado como una “sede” del museo en plena montaña, el refugio combina arquitectura mínima y tecnología ambiental, convirtiéndose en una experiencia estética y de investigación ecológica.
Los proyectos de Von Bismark, Galiotto, junto con el anterior de Francesco Pedrini en Roncobello y el Bivacco de EX. están pensados para permanecer más allá de la bienal.
El cierre de este bienio no es un final, sino una cristalización porque después de todo Thinking Like a Mountain o pensar como montaña es entender que cuando el arte se se alía con el territorio deja huellas profundas.
Atelier dell’Errore, detalle exposición TEN en GAMeC, 2025. Foto: Lorenzo Palmieri © Gamec