El arquitecto checo Jakub Janošík eligió una nave agrícola, construida en Valašské Příkazy alrededor de los años 50, para transformarla en la sede y el showroom de su empresa familiar, que fabrica ventanas y puertas.
Jakub Janošík renombró el inmueble como Spoj, término que en español se traduce como “el vínculo”, para subrayar la unión entre un edificio que antes permanecía cerrado, la pradera que lo envuelve y los Cárpatos Blancos. “Queríamos crear un espacio agradable para trabajar. También un lugar donde podamos presentar nuestros productos donde la gente no solo pueda verlos sino también experimentarlos. La naturaleza circundante y las colinas probablemente influyeron en nuestra percepción de la arquitectura en estrecha relación con el paisaje”, explica.
Entre lo rudo y lo contemporáneo
Jakub Janošík mantuvo la silueta original del antiguo granero y la vistió con madera ennegrecida. Al mismo tiempo, añadió un cuerpo de hormigón que lo abre hacia la pradera. Con esa decisión, enlazó lo rudo y lo contemporáneo y convirtió la obra en el mejor escaparate para Janošík Okna-Dveře, su compañía. Allí el que la visite puede apreciar los imponentes muros correderos de vidrio, las puertas pivotantes, las carpinterías con acabados en latón o acero corten y hasta las ventanas que parecen levitar gracias a un campo electromagnético.
La escalera-escultura de Maxim Velčovský
La estrategia sostenible del arquitecto Jakub Janošík
En lugar de recurrir a la demolición, el arquitecto reforzó la estructura existente con aislamiento, estudió la orientación solar para aprovechar la luz en invierno y proteger el interior en verano, e integró paneles fotovoltaicos enrasados en la cubierta. Con ello consiguió un volumen minimalista que consume menos y se camufla en el paisaje.
Un interior abierto y sobrio
Jakub Janošík organizó el interior, dominado por tonos neutros y blancos, en torno a un amplio salón central que se prolonga hacia un jardín poblado de robles, tilos, abedules y frutales, mientras a ambos lados dispuso las oficinas y las salas de reunión. Además, todo el mobiliario se diseñó y se elaboró en el propio taller de la firma o en colaboración con artesanos locales. Aun así, la atmósfera no se apoya tanto en la decoración como en la luz, los materiales y las vistas.
Arte y naturaleza como aliados
La conexión con la naturaleza la vemos reforzada con tres intervenciones artísticas: una escalera-escultura de Maxim Velčovský que, según su autor, “representa las siluetas de los Cárpatos Blancos. Realizada con cuarenta metros cúbicos de pino macizo, simboliza la unión de la fuerza natural y la habilidad humana”. Por otro lado, Lukáš Musil pintó quince lienzos inspirados en el territorio y, finalmente, el estudio Dechem ideó las luminarias y varios objetos de vidrio con diferentes texturas y dimensiones.
Ficha técnica
Autor: Jakub Janošík.
Cliente: Janošík Okna-Dveře.
Ubicación del proyecto: Valašské Příkazy 81.
País: República Checa.
Año de finalización: 2025.
Área construida: 1.050 m².
Superficie construida: 2.100 m².
Créditos fotográficos: Filip Beránek.
Marcas: Janošík Okna-Dveře, LD Seating, Audo, Prolicht, TON, Dechem studio
