
El “slasher” clásico regresa. Un grupo de adolescentes es acechado por un asesino tras un trágico accidente en Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025).
En un momento en el que el “slasher” vive una segunda juventud, las grandes franquicias terror de los noventa están experimentando un renacer que mezcla nostalgia y actualidad. Tras el éxito de Halloween (2018) y Scream (2022), le ha llegado el turno a Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025).
Esta nueva entrega llega como un golpe directo a la nostalgia y, al mismo tiempo, con una clara declaración de intenciones a futuro. Un nuevo fascículo que no es ni un simple “remake” ni una secuela al uso, sino una “requel” que respeta las raíces del original de 1997 y al mismo tiempo busca conquistar a una audiencia más joven.
Fotograma de Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) de Jennifer Kaytin Robinson
Jennifer Kaytin Robinson dirige con pulso firme y con la convicción de quien sabe que está resucitando un mito, y lo hace fusionando la atmósfera costera y brumosa de la cinta de 1997 con una puesta en escena más agresiva y visualmente estimulante. Volvemos a los encuadres cerrados hasta asfixiar al espectador, persecuciones nocturnas envueltas en niebla, y un uso del color que contrasta la calma costera con el rojo intenso de la sangre.
Veintisiete años después de la original, el pescador del gancho vuelve a surcar las sombras de Southport. La nueva entrega de Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) recupera la esencia del clásico noventero pero la potencia con un tono más crudo, visceral y con un lenguaje al más puro estilo generación Z.
Fotograma de Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) de Jennifer Kaytin Robinson
La historia no reinventa la fórmula —un grupo de jóvenes, un accidente, un pacto de silencio y un asesino implacable— y tampoco le hace falta.
Robinson la dota de un tempo más agresivo y un lenguaje visual más moderno. Aquí, las cámaras de seguridad, los reflejos en escaparates y los mensajes (que ya no son solo en papel) amplifican la paranoia, integrándose con naturalidad en el montaje. El “Fisherman“ ya no es solo un símbolo de culpa, sino una fuerza casi mitológica, más brutal y calculadora que nunca. De hecho, el asesino del gancho luce más implacable e incluso vengativo que en sus apariciones anteriores.
Fotograma de Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) de Jennifer Kaytin Robinson
El telón de fondo sigue siendo el mismo: Southport. Pero, ya no estamos hablando del pequeño y humilde pueblo costero que conocimos hace 27 años. En estas casi tres décadas, la gentrificación parece haberles llegado y con la llegada de tantas caras nuevas había que dejar atrás la masacre acontecida en 1997.
El trabajo de cámara alterna encuadres claustrofóbicos y planos generales de horizontes inquietantemente vacíos, jugando con la tensión tal y como haría Carpenter en sus mejores tiempos. La luz fría de los muelles se mezcla con destellos rojos de sangre, y el montaje encuentra un ritmo que recuerda a la precisión de la saga Scream: momentos de calma que se rompen con estallidos de violencia. Todo ello encapsulado bajo una banda sonora estridente que acaba por adelantarnos la tragedia antes de presenciarla con nuestros propios ojos.
Fotograma de Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) de Jennifer Kaytin Robinson
El reparto logra un equilibrio perfecto entre lo nuevo y lo familiar.
Chase Sui Wonders, en el papel protagonista, aporta una mezcla convincente de vulnerabilidad y determinación, Madelyn Cline en contrapartida, se convierte en la “scream queen” por antonomasia del filme. Mientras que los regresos de Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. como Julie y Ray funcionan como puente emocional con la trilogía original. Su presencia no es un mero guiño a los fans, sino que aporta peso dramático y cohesiona esta nueva etapa de la saga.
Fotograma de Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) de Jennifer Kaytin Robinson
Uno de los puntos más sólidos de la película es su ritmo. Robinson evita caer en la trampa de encadenar sustos falsos y apuesta por secuencias de tensión sostenida, donde el silencio y la atmósfera son tan efectivos como cualquier escena de persecución. El montaje es preciso, alternando momentos de calma con estallidos de violencia gráfica que no rehuyen del gore sino que más bien parecen abrazarlo por momentos. El trabajo sonoro merece mención aparte: cada crujido en la madera húmeda, cada golpe de gancho y cada ráfaga de viento marino resuenan como anticipos de una muerte inminente.
Fotograma de Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) de Jennifer Kaytin Robinson
A nivel comercial, Sé lo que Hicisteis el Último Verano (2025) ha demostrado que el interés por la saga sigue vivo. Con un presupuesto de apenas 18 millones de dólares, ha conseguido recaudar 62,6 millones a nivel global, un éxito que confirma la vigencia del terror de formato clásico. Pero más allá de la taquilla, la película deja un final abierto y una escena postcréditos que insinúa nuevas víctimas y un Fisherman aún más letal, lo que casi garantiza una secuela en esta nueva etapa.

Esta entrega no se limita a explotar la nostalgia: la actualiza, la expande y la ensucia de sangre fresca.
Respeta el ADN del original, pero lo envuelve en un lenguaje visual y narrativo adaptado a los códigos del terror contemporáneo. Es más intensa, más sangrienta y, sobre todo, más consciente de lo que el público busca hoy en un “slasher”: tensión genuina, personajes con los que conectar y un asesino inolvidable.
Si algo queda claro es que esta entrega no solo honra la memoria del original, sino que abre un capítulo donde la franquicia podría explorar territorios más oscuros y sangrientos. El pescador ha vuelto… y parece que no ha terminado su trabajo.