
La galería ProjecteSD presenta la esposición Luce: Buscando donde no hay nada.
Luce: Buscando donde no hay nada, es una exposición que convierte el paisaje urbano en relato visual. Textos, intervenciones y objetos encontrados se unen para trazar una cartografía poética de la ciudad.

Transfer espiral 1, 2025.
Buscar donde no hay nada
En una de las piezas centrales de la muestra, Después de rebuscar, se lee: “Relato. Buscar donde no hay nada. Después de rebuscar. Relato. Pintura.” Esta frase funciona como brújula para adentrarse en el universo de Luce, artista que transforma lo cotidiano en narración. Su práctica nace del acto de observar lo que pasa desapercibido: muros efímeros, estructuras abandonadas, toldos rotos o fragmentos de objetos urbanos. Con ellos construye un lenguaje visual y textual que revela lo invisible, lo que se transforma silenciosamente.

Llamar la atención a través de un color, 2025.
“Luce actúa como un cronista que registra los latidos de la ciudad, sus cambios y olvidos”, señala el texto curatorial.

Casa Luci, 2025.
Escritura, acción y registro
El texto es elemento esencial en la obra de Luce. Aparece en papeles, muros, lonas o vallas, siempre como huella o testimonio. Su escritura es directa, rápida, casi automática, como si la mano siguiera un impulso más que una idea. Muchos de estos fragmentos surgen de sus paseos por la ciudad, donde interviene discretamente el espacio público: frases perforadas, palabras trazadas con rotulador o mensajes inscritos sobre superficies industriales.

Luces azules, 2025 / Lectura periférica, 2025.
Estas acciones se transforman luego en “transfers”, imágenes trasladadas al papel que combinan gesto y memoria. El resultado es un juego de presencias y ausencias: dibujos que nacen de la acción urbana y se reencarnan en el estudio.


Marcas que revelan el tiempo
Luce entiende la ciudad como un organismo en permanente mutación. Su gesto artístico es una forma de documentar y preservar lo que desaparece. Sus intervenciones en toldos abandonados, por ejemplo, consisten en cortar la lona y recoger los fragmentos resultantes. Estos recortes, dispuestos luego en composiciones geométricas, se convierten en testimonios materiales de un lugar y un momento. A través de estos ejercicios, el artista actúa como un arqueólogo urbano, que rescata pequeñas huellas de la vida cotidiana antes de que se desvanezcan.
Cada obra es una forma de relato, un mapa emocional del espacio que habitamos.
Casillero Números, 2025.
Extrarradio, 2023.
Pintura, cartografía y relato
Aunque Luce no se formó como pintor, la noción de pintura está muy presente en su obra. Utiliza manchas, frottages y colores espolvoreados sobre papel o muros semidestruidos, subrayando los procesos de transformación urbana. En Buscando donde no hay nada, la exposición combina obras sobre papel, objetos encontrados y composiciones fotográficas, conformando una suerte de cartografía fragmentada del entorno. En cada pieza se intuye una tensión entre preservar y dejar ir, entre registrar y transformar. La repetición del término “relato” sugiere que su práctica es también una escritura visual: una narración que se despliega en el espacio.
Mis domingos aquí, 2025 / Protegerse del sol, 2025.
Experiencia frente al espectáculo
Frente a una sociedad que tiende a consumir la ciudad como espectáculo, Luce propone una experiencia directa y táctil. Su trabajo se basa en el contacto con los materiales, en la observación paciente y en la intervención mínima. Así, la exposición se convierte en un ejercicio de resistencia poética: una invitación a mirar lo que no se ve, a buscar sentido en lo aparentemente vacío.
Luce: Buscando donde no hay nada estará abierta en ProjecteSD hasta el 22 de noviembre de 2025.