
En un contexto donde la innovación puntera y la exploración de los límites se convierte en el mantra de diseño y creación, Woolrich nos confirma que el respeto a las raíces y al pasado pueden convivir con el presente (y el futuro).
Si tu armario no es de menswear tradicional o de vintage americana puede que Woolrich no te suene; pero debería. Esta marca, pionera en lo que entendemos por ropa de outdoors, lleva 195 años marcando el estándar de calidad e innovación de materiales. Pero lo interesante de ellos es que no se quedan solo con su heritage y su historia; también tienen un ojo puesto para el futuro. Y es justamente por esto que tienen que estar en tu radar de marcas; incluso si tu armario se compone única y exclusivamente de streetwear.

Los pioneros del outerwear…
Muchas marcas de ropa de exteriores, especialmente las nacidas en el continente americano, dicen ser los que inventaron el armario de exteriores a principios de siglo. Pero podemos decir con -bastante- seguridad que Woolrich fue el nombre que lo empezó todo. La historia de esta marca se remonta a 1830, en Pennsylvania. En un pueblo súper rural, John Rich decidió abrir un molino de lana con la misión de crear ropa de abrigo de altísima calidad… y la gente fue catándose de todo lo que estaba haciendo muy rápido.

Rich comenzó haciendo ropa para exploradores y entusiastas de los outdoors; pero no fue hasta los 1850 que dan con su primer gran hit: el Buffalo Check (el patrón de cuadros rojos y negros que define el armario americano). Luego, para la década de los 1860, se convierten en suplidores para el Ejército de la Unión. Todo esto, claro, cementado sobre su materia prima.

…que siguen definiendo el estándar
Pero a diferencia de muchas otras marcas de su tiempo, Woolrich nunca llegó a extinguirse; sino que siguió construyendo su legado de ropa de exteriores gracias a sus innovaciones y sus contratos militares. ¿Sus hits más recientes? Pues ellos inventaron la parka ártica en los 70 para los constructores del oleoducto de Alaska; la camisa Chamois de franela de lana. Y ese mito de leyenda de los outdoors se mantiene, pese a que la marca haya cambiado de manos y cesado sus operaciones de manufactura en América. ¿Quién la opera ahora? Lo importante es que Europa se quedó con la mejor parte.

Woolrich está dividido; pero lo que nos llega a nosotros es lo más interesante
Si bien es cierto que el tema de cuál es el Woolrich verdadero puede generar confusión, la licencia europea del nombre tiene un punto más interesante; punto que hará que el nombre perdure en el futuro de la misma forma que aguantó en el pasado. El Woolrich europeo, operado por el grupo Basicnet, no se limita solo a hacer prendas de invierno en lana para npc’s; apuestan por traducir todos estos códigos a un terreno mucho más de “moda”.
Woolrich Black Label, diseñada por Todd Snyder.
¿Qué nos podemos encontrar dentro del catálogo de Woolrich? Pues, a parte de esa colección para gente de a pie, hay divisiones y líneas colaborativas -bastante- especiales. Por ejemplo, la gama Black Label se hace en colaboración con Todd Snyder, un pilar del menswear moderno. Aquí, las tradiciones y materiales históricos de su legado se reinventan a través de nuevas interpretaciones del armario de exteriores junto a materiales de performance; y todo se envuelve en el característico aire de clasicismo moderno de Snyder.
Woolrich Outdoor Label, diseñada en Japón.
Por el otro lado, Woolrich tiene también una gama outdoors diseñada en Japón, que juega con esas mismas tradiciones a través del lenguaje minimalista y oversize del streetwear japonés (y también hay un puntillo gorp core bastante interesante). Juntas, estas dos gamas satélite sirven para hacer que el nombre y el legado de la marca sigan vivos en un contexto donde el heritage se pierde cada vez más. Por eso es que hay que prestarles tanta atención: nos traen iconos de lo clásico traducidos a nuestro lenguaje. Y si vas a estar por Pitti Uomo, buenas noticias: van a volver a exponer sus colecciones este enero en Florencia.