
Una vez más comprobamos que la mejor collab siempre incluye dos elementos clave: música y moda. Lo volvimo a ver con Madrid Salvaje y JD Sports.
Moda y música urbana siempre van de la mano, es un tándem que nunca falla. Lo volvimos a comprobar en la última edición de Madrid Salvaje, un festival que cuenta con la colaboración de JD Sports, la gran plataforma de moda urbana, tanto online como a través de su red de tiendas físicas por toda la geografía. Juntos volvieron a dar la nota y con mucho estilo.

Hoke, L0rna, Soto Asa, El Bugg y muchos más pasaron el 26 y 27 de septiembre por el festival para ofrecer la mejor música urbana del momento
El cartel de Madrid Salvaje fue un auténtico combo ganador. Grandes nombres de la escena urbana compartieron escenario con artistas emergentes que ya pisan fuerte. Trap, reguetón, rap y electrónica se mezclaron sin pausa, creando un viaje musical imposible de olvidar. Hubo pogos, abrazos entre desconocidos y móviles iluminando la noche.

Uno de los momentazos llegó de la mano de JD Sports, sponsor oficial del festival
La plataforma multimarca de moda urbana y deportiva no se limitó a poner el logo: montó un espacio propio con sorteos, regalos exclusivos y una zona chill para presumir de estilo. Entre beats y outfits, Jd Sports se convirtió en la parada obligatoria, reforzando ese vínculo entre música y moda urbana que define a la nueva generación.

Esa vibra colectiva es lo que convierte a Madrid Salvaje en algo más que un festival: es un ritual de comunidad y libertad
La producción también estuvo a la altura. Escenarios con visuales hipnóticas, un sonido nítido que hacía retumbar el pecho y zonas pensadas para descansar sin perderte nada. Food trucks, espacios para hidratarse y puntos chill para recargar pilas completaban la experiencia. Todo diseñado para que nadie quisiera irse antes de tiempo.

Lo cierto es que Madrid Salvaje demostró que la música urbana no solo está viva, está más salvaje que nunca. La capital se transformó en epicentro cultural, reuniendo a miles de fans con una misma misión: pasarlo increíble. En pocas palabras, Madrid Salvaje fue adrenalina, sudor y celebración. Un festival que ya tiene a todos contando los días para volver a perder la voz en su próxima edición.

