
Charaf Tajer mira a la cultura raver y a la música house para su nueva colección ss26 de Casablanca, mezclando su característico estilo luxe-nostálgico con trazas de Y2k.
La nueva colección de Casablanca ss26 plantea un ensayo sobre el papel de la música house como un elemento unificador y extremadamente inclusivo. Para ello, Tajer mira a la vestimenta, la iconografía y los sonidos de este mundillo para enriquecer sus arquetipos clásicos. ¿El resultado? Un armario perfecto tanto para retozar en un resort de la rivera francesa como para ir de club a Berlín.

La música House como elemento unificador universal
El house music que suena en el mainstream y en los clubes de moda de todo el mundo no es el house music con el que empezó este fenómeno, ojo. El house inicial nació dentro de la contracultura de Chicago a principios de los 80. ¿Dónde se escuchaba? En clubes underground que servían como un espacio de inclusión, de autoexpresión; de libertad incluso. De hecho, cuando empezó a propagarse por América y Europa en esos primeros años el mood era igual. Lo que se ve ahora no tiene nada que ver con lo de los 80 y los 80.

Claro, el mood buenrollero queda; pero de otra forma. Lo interesante es cómo Charaf Tajer lo interpreta dentro de Casablanca ss26. Para este armario, no solo mira a cómo se vestían los ravers de aquellos años; sino que mira al universo entero: flyers de bolos, el ambiente de los clubes, etc. Esta colección es, al igual que un club underground, una convergencia de arquetipos bailando bajo un mismo beat.

¿Qué vemos una colección? Pues un crisol de estilos contrastados y complementados entre sí. Los trajes se acompañan de sportswear; los vestidos elegantes se rozan con tops ultra sugerentes… todo es una amalgama de elementos (casi) contrarios. Pero claro, hay un cierto ambiente de armonía que hace que todo tenga sentido. ¿El hilo conductor? La estética luxe-nostálgica de Casablanca en todo su apogeo; que hace remix (literalmente) de este armario de club.

El estilo luxe-raver de Casablanca ss26
El look inicial de Casablanca ss26 sintetiza perfectamente lo que es la colección: una amalgama de estilos. Aquí, vemos un top de malla metálica con un booty-short rosa debajo de una cazadora oversize de chándal; ecléctico, subversivo y para nada minimal. Seguidamente, sale a relucir un look de chándal elevado a través de colores flúor, tops ceñidos y pantalones exageradamente baggy y Y2k. Pero el remix no para: faldas con volantes se mezclan con polos a rayas y cazadoras de cuero; camisetas de malla se dejan ver sobre pantalones chino flúor.

Como segundo acto, las cosas en Casablanca ss26 se ponen más elegantes y nostálgicas. Aquí, vemos camisas de seda holgadas y pantalones de pinza baggy, trajes setenteros y oversize, vestidos de cuero construidos como un top técnico; chándal cortado como traje. Entre medias, sale a relucir un normcore espectacular de polos a rayas (con camis de manga larga por debajo), parkas técnicas en tonos joya, tops incrustados como una bola de disco. Y, como look más espectacular, tenemos un chándal técnico y acanalado que recuerda al vibe de Misbhv.

El cierre de Casablanca ss26 vuelve a subir el tema de la elegancia, con vestidos de tenis estructurados y trajes de blazer cropped-falda para chica. También, el patronaje complejo e intricado de lo deportivo se convierte en un bustier. Todo esto, para cerrar con un vestido de malla metálica con bajo de espejos ultra transparente. ¿Los accesorios? Gafas de sol al más puro estilo dosmilero, bolsos medialuna con colorblocking retro de cuero y un sinfín de cinturones con hebillas de logo.
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