
La nueva colección de Lacoste nos muestra un lado más íntimo del armario deportivo, poniendo un foco en la intimidad de los vestidores y los años formativos de su fundador.
Para la nueva colección Lacoste ss26, Pelagia Kolotouros reflexiona sobre los vestidores como un espacio liminal entre la euforia de la victoria y la quietud de la derrota. Dentro de esta colección, estas habitaciones son más que un lugar donde nos cambiamos. En su lugar, se mira a estos espacios como un lugar donde lo deportivo y ultra funcional pasa a ser elegante y sofisticado… tal y como la progresión de este armario.

El deporte y la elegancia de siempre, vistos a través de otro ángulo
Si hablamos de inspiración deportiva dentro de un armario de moda pura, lo que más vemos como referencia es el momento de gloria. Cuando se hace un match point en la cancha y comienza a llover el champan y las flores y todo lo demás. Pero, para Pelagia Kolotouros, el tema de la inspiración deportiva puede mirarse desde otro ángulo; desde el backstage que se aleja del espectáculo y el rigor de la necesidad de perfección.

Por eso, la colección de Lacoste ss26 se ambienta dentro de un vestidor. Aquí, estas habitaciones se leen como un espacio liminal entre esa euforia de fuera con la tranquilidad y serenidad (que puede ser causa de una derrota o del fin de una sesión de entrenamiento también). También vemos cómo el mood íntimo hace de las suyas para colarse en estos looks de tendencia deportiva.

Pero, si quitamos esta inspiración principal, vemos cómo todos los códigos de Lacoste siguen -muy- presentes. De hecho, los años formativos y las sesiones de entrenamiento de René Lacoste también inspiran estas prendas. Aquí, en una visión más literal, vemos el proceso de cómo un atleta termina de entrenar, se desviste, se asea y se viste para salir a la calle. De lo sport a lo elegante (con todo lo que hay en el medio).

Los nuevos looks de tendencia deportiva de Lacoste ss26
A parte de estas inspiraciones literales, Lacoste ss26 también destaca el aire desprolijo y “en proceso de” de cuando nos arreglamos en el vestuario. Por eso, muchas de las prendas se leen como desarregladas e infinitamente casuales; aunque hay puntos de contraste al otro lado del espectro. También, el tema de los colores refleja esta transición al mostrar un gradiente de colores primarios sacados de prendas deportivas nostálgicas hasta colores terrosos de la sastrería más pulcra.

¿Cómo se ve esta transición de recién jugado a desvestido a arreglado? Pues todo comienza con la parte deportiva. Aquí, vemos un sinfín de trajes de chándal elevados a través de siluetas oversize debajo de parkas y cortavientos. Aquí, vemos también al icónico polo de tenis exagerarse a través de proporciones gigantes; con cuellos deshechos como guiño. Uniéndolo todo con René, los jerséis de punto de ochos se ven sobre jeans baggy en colores primarios. También, el tema de la intimidad se explora a través de transparencias en prendas de performance, creando contradicciones bastante interesantes.

A medida que el armario evoluciona, también lo hace el grado de elegancia. De lo deportivo, Lacoste ss26 pasa a conjuntos más arreglados con polos a rayas y esenciales en colores neutrales de aire minimalista. Aunque, sin salir del vestuario, vemos cómo las toallas se convierten en faldas. ¿Qué hay de la sastrería? Pues ahí entra el sporty chic, al mostrar americanas y pantalones de pinzas oversize conjugarse con prendas más casuales.
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