
Lacoste trae a Madrid el encanto y el mood del après-ski con un pop-up en la Gran Vía para sumergirnos en su universo sporty-chic.
El Chalet Lacoste Madrid toma inspiración en la casa de invierno de René y convierte a la capital en el nuevo foco de fiesta para la jet-set de los resorts más exclusivos. Esta instalación temporal, a parte de ser un display de la nueva colección de la firma, está pensada para que vivamos ese arte de vivre sin tener que salir de nuestra ciudad.

Más o menos así era el chalet de invierno de René Lacoste
Muchos conocían a René, El Cocodrilo, por su audaz estilo de juego en las canchas o por su inconfundiblemente elegante forma de vestir. Pero, a parte de todo esto, el francés era un sibarita de lo más indulgente; y tenía un chalet Chantaco donde se ponía a pintar las montañas desde el pirineo luego de mañanas en la pista… a que da envidia, ¿verdad?

Pues ahora, Lacoste trae ese mismo mood a la ciudad de Madrid con la instalación de su chalet efímero. Y tal como las fiestas que daba El Cocodrilo, el acceso está reservado para sus íntimos. Pero no te preocupes; puedes entrar en este círculo uniéndote a Lacoste Members antes de ir. El espacio, completamente ambientado com una casita en las pendientes nevadas, es parada obligatoria este invierno si no te vas a esquiar, ojo.

¿Qué nos podemos encontrar en el Chalet Lacoste Madrid?
Pues no queremos haceros demasiado spoiler; pero todos los que se pasen por el Chalet Lacoste Madrid van a adentrarse en uno de los universos más interesantes de todos. El espacio está decorado con paredes en el verde icónico de la firma, y simula vistas espectaculares en sus ventanas; pero ese no es el atractivo. Todo esto ha sido pensado para mostrar la nueva colección Holiday 2025 que, no por coincidencia, toma inspiración de este retiro privado del tenista.

Pero la cuestión no queda solo en el display de la colección. El Chalet Lacoste Madrid también cuenta con una serie de experiencias inmersivas pensadas para que nos sintamos en pleno resort alpino. Entre lo que podemos esperar, está un fotomatón en forma de funicular (para tomarnos una foto como si estuviésemos esquiando). Y, para ese momento de après-ski, también han puesto una barra que sirve chocolate con churros.