
Un escalope legendario convertido en restaurante propio: Armando deja de ser solo un plato icónico para transformarse en un restaurante donde la nostalgia madrileña, el disfrute sin complejos y la técnica se sirven crujientes.
Hay platos que no necesitan presentación porque forman parte de la memoria colectiva. El escalope de La Ancha es uno de ellos. Nacido casi por accidente en los años setenta, convertido en mito de mesa y mantel, sobrevivió al paso del tiempo hasta reinventarse como fenómeno de delivery. Hoy da un paso más y se emancipa en forma de restaurante propio: Armando. En estas líneas se repasa su origen, su propuesta gastronómica, el diseño del nuevo espacio y la filosofía de una familia que lleva más de un siglo cocinando Madrid.

La historia de Armando, un escalope que hizo historia
La escena podría pertenecer a una novela costumbrista madrileña. Año 1970, taberna La Ancha, un cliente argentino pide el escalope más grande posible y la cocina responde con una pieza tan descomunal que hay que freírla en paellera. Aquella carne, fina hasta el extremo, conseguía lo esencial: un empanado crujiente, interior tierno y un sabor constante de principio a fin. Cuando el plato llegó a la mesa y el comensal sonrió, Santiago Redruello entendió que algo había cambiado. El escalope no solo debía quedarse, también debía llevar nombre propio. Así nació un icono que durante décadas se convirtió en objeto de deseo, primero en sala, después en formato delivery y, desde diciembre de 2025, en restaurante monográfico.

Nino Redruello, cuarta generación al mando de la Ancha
Un restaurante donde el protagonista es el escalope
Aquí el protagonismo es absoluto y sin complejos. El escalope se presenta en cinco versiones bien definidas: Armando: 40 cms de finísima carne de cerdo Duroc (19€); Armando Baby: 30 cms de finísima carne de cerdo Duroc (13,5€); Pollo: 30 cms de pechuga de pollo (18€); De Mar: escalope de pez espada (19€); Vegetal: de berenjena asada y especiada (14€). A partir de ahí, el juego continúa con toppings pensados para el exceso feliz, desde Huevos a baja temperatura con trufa (3,5€) hasta Macarrones gratinados con chorizo (5€). Si se prefieren acompañamientos al margen, hay sides como Ensalada de patata y mostaza (3,5€) o Ensalada tomate con salmorejo (4,5€)… son algunos ejemplos
Si con estas combinaciones aún crees que te vas a quedar con hambre, tienes entrantes como la Ensaladilla rusa con mayonesa de siracha (8€) o las Superalitas glaseadas y picantes (12€). Por 2 euros más le puedes añadir la salsa que más te guste, desde Mayonesa clásica hasta un Ketchup casero.

Originales propuestas de bebidas y postres
La oferta de postres también es muy original, ya que todos parten de una base de helado de leche fresca y a esta base se le añaden extras como, por ejemplo, una Torrija caramelizada, un Drácula que son fresas aliñadas con pimienta rosa y Coca Cola. El helado más un extra por 7€
En la bebida, Armando vuelve a salirse de la oferta habitual apostando por jarras de litro pensadas para compartir: Limonada de albahaca y jengibre (10€), Limonada de fresa (12€), una Sangría de cava con frambuesas y menta (15€) o un Tinto de verano clásico. (14€)

El espacio, la familia y una idea clara de felicidad
El interiorismo, firmado por Trench Estudio, traduce el relato gastronómico al espacio. Una estética amable y un lugar luminoso que parece mezclar una cafetería centroeuropea de los años veinte con un diner americano de los setenta. Detrás de esta puesta en escena está la Familia La Ancha, más de cien años de historia hostelera y varias generaciones empeñadas en perfeccionar lo popular sin solemnidad. Hoy, el proyecto resume bien su filosofía: hacer de un plato sencillo una experiencia compartida. Como resume Nino Redruello, creen en el poder del escalope para generar felicidad. Y aquí, esa idea se empana, se fríe y se sirve sin complejos.

Nino Redruello, cuarta generación al mando de la Ancha
Sobre la Familia La Ancha
En 1919, Benigno Redruello abrió las puertas de la primera taberna de la familia, La Estrecha, en Madrid. Casi una década después, su hijo Santiago, segunda generación, la renombró como La Ancha, y en 1957 fue Antonio, padre de los actuales propietarios, Nino y Santi, quien asumió el mando de la tercera generación. Entre 2005 y 2007 se produjo el relevo generacional y el grupo comenzó a expandirse. Hoy, Nino y Santi Redruello, junto con Ekaitz Almandoz, representan la nueva generación de una familia hostelera que lleva más de cien años ofreciendo lo mejor de su cocina al público madrileño, y desde hace algunos años, también al de Barcelona. En la actualidad, el grupo cuenta con el apoyo de Vicente Górriz como director general y Manuel Villalba como chef ejecutivo.
Familia La Ancha cuenta en Madrid con dos sedes de La Ancha, Las Tortillas de Gabino, La Taberna de La Ancha, Club Financiero, proyecto que comparte con Azotea Grupo, Armando, que también tiene sede en Barcelona, Molino de Pez en Barcelona, fismuler con sede en Barcelona y en Lisboa. Se trata de una familia que se ha caracterizado siempre por el buen hacer en cocina y en sala siguiendo el hilo argumental de una tradición arraigada y actualizada no con artificios ni con estrafalarias técnicas culinarias, sino con el respeto al producto y el mimo en cada paso de sus recetas.
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Restaurante Armando
c/ Carranza 9
Precio medio: 30€ (bebida aparte)
No se admiten reservas
Horario: de domingo a jueves de 13h a 16h y de 20h a 23h,
viernes y sábado de 13h a 16h y de 20h a 23:30h.
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