
Con menos de un año de trayectoria en Cancún, Restaurante Ixum debe su denominación al huayacán, árbol asociado a una región de la península de Yucatán recorrida por los mayas antes del periodo colonial.
Esa idea viaja a la mesa mediante un constante juego de ida y vuelta; es decir, con elaboraciones que absorben influencias foráneas y exhiben una cocina mexicana sobradamente reconocida fuera de sus fronteras. En realidad, Restaurante Ixum forma parte de un hotel homónimo y se sitúa en su patio interior, un espacio que se adapta a lo largo del día según el clima propio de Cancún, ya sea abrasado por el calor o visitado por la lluvia. Una condición que hace que este lugar sea imposible de congelar en una única imagen.

Tostada de mero, maíz, hoja santa, chicatana y xnipec, platillo del menú degustación.
¿Qué se puede comer en Restaurante Ixum?
Para las cenas, Restaurante Ixum apuesta por un menú degustación de cinco tiempos. En él manda la imaginación de su chef, Lucía Pereda, responsable de platillos como Zanahoria con solomillo y guisantes, Tomate heirloom con mezcal o un Bocado de plátano macho con chícharo, hierbabuena, burrata y epazote. La cuenta final: 1.600 pesos mexicanos, unos 80 € al cambio.

La chef Lucía Pereda.


Pero este proyecto ubicado en Cacún no vive únicamente de la noche. Restaurante Ixum también recibe comensales por la mañana con copiosos desayunos para abastecer de energía a quien inicia la jornada. Chilaquiles con dos salsas, burrata y huevo y pollo en recado negro (aproximadamente 12,10 €); Huevos pochados en cazuela con pimiento, chiles y queso bola (aproximadamente 9,72 €); Huevo con jocoque, aceite turco y salsa macha (aproximadamente 12,80 €), y Enchiladas ajoarriera con pollo en recado negro, xnipec y ajonjolí (aproximadamente 11,33 €) son algunos de los ejemplos que lo demuestran.
Para acompañar, hay café de sobra y para todos los gustos: desde el tradicional café de olla, una de las preparaciones más famosas de la patria azteca (3,30 € aproximadamente), hasta americano o capuchino, ambos también en versión fría. A la par, el comensal también puede pedir zumos verdes, limonadas, naranjadas y tés.

Tomate heirloom con mezcal, uno de los platillos del menú degustación.
¿Y qué más?
Y si al visitante no le seduce la idea de abandonarse a un menú cerrado -o simplemente llega a la hora del almuerzo- en Restaurante Ixum siempre queda la opción más hedonista: mirar la carta de frente y decidir. Estas son algunas de las elecciones que nosotros haríamos.
Para empezar, nos seduce la Cabra cotta con chabacano, chile ixkatik y pan (aprox. 9,68 €), aunque no descartaríamos un Gazpacho verde con camarón, recado negro y secos (unos 11,58 €) o un guacamole, mexicano auténtico, con hierbas frescas y totopos (alrededor de 6,62 €).


Chapulín, un insecto que se come en México.
Entre los calientes, el Poro -puerro en España- con lima agria, parmesano y avellana (aprox. 11,58 €) capta nuestra atención antes de lanzarnos a por el principal. Ahí optaríamos por el camarón con papa, cítricos y hierbas (unos 15,41 €) o por el Socarrat con mano de moro -las tenazas del cangrejo moro- y pulpo (aprox. 31,93 €).
El cierre, por supuesto, lo reservaríamos para el postre: Plátano macho con crema fresca, piloncillo y pistache (aprox. 10,27 €). Además, no deja de sorprendernos que los fines de semana se cuele en la propuesta de Restaurante Ixum una Tarta vasca -efectivamente, la de queso del País Vasco- por unos 8,98 €.
Interiorismo y arquitectura
Por último, conviene detenerse en el continente, que aquí también cuenta una historia. La dirección creativa y el interiorismo llevan la firma de Maricarmen Zabal, una de las dos fundadoras del proyecto, y la arquitectura quedó en manos de Ivonne Gutiérrez García. Restaurante Ixum ocupa lo que antes fue una vivienda familiar, y sus responsables consiguen mantener esa sensación de casa en el ambiente.

Tostada de chapulín, uno de los platillos del menú degustación.


Bocado de plátano macho, chícharo, hierbabuena, burrata y epazote.
En el local destacan dos elementos por encima del resto. El primero se trata de un gran espejo colocado sobre el tronco de un cactus, ideado como una pieza que combina naturaleza y reflejo. El segundo es la alberca convertida en espejo de agua, orientada hacia el cielo de Cancún, que refleja la luz natural y conecta el interior con el exterior.
Restaurante Ixum
Ubicación: Av. Carlos Nader 109, C. P. 77500, Cancún, Quintana Roo
Fundadoras: María José Zabal y Maricarmen Zabal
Arquitectura y diseño: Maricarmen Zabal
Diseño de interiores y dirección creativa: Maricarmen Zabal
Arquitecta: Ivonne Gutiérrez García
Chef: Lucía Pereda
Fotografías: Andrés Marzul