
Cycles es una obra en constante movimiento que transforma la forma en un juego visual y perceptivo.
El artista español SpY ha presentado en Madrid su última creación, una escultura cinética titulada Cycles, que invita a los espectadores a cuestionar la estabilidad, la percepción y la relación entre movimiento y forma.
La escultura cinética Cycles se presenta como una obra en constante movimiento que invita a los espectadores a cuestionar su percepción de la forma, el tiempo y el espacio. Compuesta por nueve anillos giratorios, esta pieza transforma la experiencia visual en un ciclo perpetuo de transformación y ambigüedad.
Un equilibrio delicado en movimiento
Cycles se compone de nueve anillos de diferentes diámetros que se posan en equilibrio, sostenidos por un mecanismo oculto en su base. La ingeniería detrás de la obra permite que cada anillo gire en direcciones y velocidades variables, creando una coreografía perpetua que produce patrones visuales infinitos. La sensación que transmite es la de una escultura viva, en constante flujo, donde la estabilidad aparente se revela como una fragilidad calculada.

La percepción en constante transformación
A medida que los anillos giran, manipulan la percepción visual del público. Desde diferentes ángulos, un mismo círculo puede parecer una elipse o una figura distorsionada, generando ilusiones ópticas que desafían la lectura espacial. La rotación continua interrumpe la percepción de profundidad y movimiento, haciendo que las formas parezcan ambiguas y en constante transformación. Este efecto provoca una sensación de desorientación que invita a una observación activa y participativa, en la que la mente se ve obligada a adaptarse a las variaciones en tiempo y forma.

El movimiento y el tiempo como materiales escultóricos
SpY emplea el movimiento y el tiempo como si fueran materiales tangibles, no solo para alterar la forma percibida, sino también para incidir en la comprensión del espectador. Cycles no es una escultura estática, sino una experiencia dinámica que desafía la idea tradicional de la obra de arte como objeto acabado. Para el artista, esta pieza es una invitación a repensar la escultura como un proceso en constante devenir, donde la percepción se ve dislocada y reconfigurada en cada ciclo de rotación.