
Valentina Alvarado Matos presenta no termina de aorillarse en la galería Fuga. Un proyecto que reúne papel, cerámica y cine experimental en un gran mural expandido.
Entrevistamos a Valentina Alvarado Matos cuya obra oscila entre cine experimental, collage y paisaje, articulando un lenguaje donde la imagen aparece siempre fragmentada, en tránsito, en diálogo con la memoria y la distancia. Su exposición en Fuga, no termina de aorillarse, se configura como un gran mural expandido que combina papel, cerámica y transferencias de imágenes fílmicas, así como pequeñas proyecciones.
Imagen superior: Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
Valentina Alvarado Matos es una de las voces más singulares de la imagen en movimiento contemporánea. Su obra, atravesada por la diáspora y la memoria del paisaje, convierte el celuloide en un territorio táctil donde gesto y luz se entrelazan. En No termina de aorillarse, que se puede visitar hasta el 17 de diciembre en la Galería Fuga de Barcelona, desplaza al muro las materialidades de sus películas para construir un gran collage expandido que explora identidad, fragmento y pertenencia. En esta entrevista Alvarado Matos habla de procesos, influencias y desplazamientos, y de cómo el collage se convierte en metáfora de una identidad siempre en construcción.
Retrato de Valentina Alvarado. Foto: Vanessa Martins
De la imagen al collage
Belén Vera: Tus inicios aparecen muy vinculados a la imagen. ¿En qué momento sentiste que sería tu forma de trabajar?
Valentina Alvarado Matos: Desde Venezuela ya trabajaba con la imagen en un sentido amplio, ligado a la representación. Mi padre es pintor, así que crecí rodeada de ese mundo. Estudié diseño gráfico y, ya en España, un máster en artes visuales. En el espacio Xcentric del CCCB descubrí el cine experimental y entendí que también podíamos filmar desde otros lugares, fuera de las lógicas cinematográficas tradicionales.
Vista de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
B.V: Tu trabajo cruza cine experimental, gesto, collage y paisaje. ¿Cómo describirías el lenguaje que has construido?
Valentina Alvarado Matos: Siempre lo pienso desde el collage. Antes de hacer cine trabajaba con dibujo, pintura y mix media. Cuando empecé a filmar, también lo hacía desde esa fragmentación, como si cada película fuese un collage que mezclara subjetividades y materialidades distintas. Creo que mi forma de relacionarme con la imagen sigue esa lógica: fragmentaria, abierta y en capas.
Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
No termina de aorillarse
B.V: Tu exposición en Fuga, No termina de aorillarse, puede visitarse hasta el 17 de diciembre. ¿Qué encontrará el espectador al adentrarse en este proyecto?
Valentina Alvarado Matos: Para mí es un gran mural–collage o dibujo expandido. Reúne papel, cerámica, cerámica con foto y transferencias de imágenes fílmicas. Durante años trabajé estos materiales para ser filmados y ahora los extraigo del cine para llevarlos al muro. También incluyo tres pequeñas proyecciones a modo de postales y una pieza en 16 mm en su formato original. Todo convive dentro de un mismo imaginario del collage.
Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
B.V: ¿De qué trata?
Valentina Alvarado Matos: El título habla de no terminar de estar del todo en una orilla o en otra. Tiene que ver con mi condición diaspórica: nací en Venezuela, vivo en España, y filmo un paisaje en el que ya no estoy. Es una reflexión sobre esos límites móviles del paisaje y de la identidad migrante.
“Se diría que la mano, en su caso, es un modo de acceder a la imagen e inscribirse en ella. Lo que nos indica es que ésta no existe de manera autónoma sino que es fabricada simultáneamente a su registro, pero en diálogo con el papel, la arcilla o el agua y de las sales y minerales que componen la película.” Extracto del texto curatorial por Andrea Valdés.
Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
Diásporas geográficas
B.V: ¿Cómo se ha ido transformando esa reflexión a medida que tu propia vida y tus geografías cambiaban?
Valentina Alvarado Matos: Pasé siete años sin volver a Venezuela y esa distancia transformó mi relación con el país. Regresar en 2023 fue clave para reconectar con un lugar que ya no habito, pero que sigue en mí. Vivo en esa tensión entre ir y volver, ser y no ser, y esa condición se refleja en mi trabajo. El collage encarna esa identidad fragmentada.
Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
B.V: También vemos cierta tensión entre lo analógico y lo digital. ¿Qué papel juega la materialidad en tu trabajo?
Valentina Alvarado Matos: Es vital. Vengo de procesos táctiles; el cine analógico implica cortar, montar, manipular; la cerámica implica modelar, esperar, hornear. Ambos comparten tiempos químicos y alquímicos. Mi relación con la imagen es háptica. La mano aparece constantemente en mis películas, activando materiales o interviniendo el paisaje. Hay un diálogo constante entre el estudio y el afuera.
“Vivo en esa tensión entre ir y volver, ser y no ser; el collage encarna esa identidad fragmentada.” Valentina Alvarado Matos
Proyección de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
B.V: Háblanos de tus influencias.
Valentina Alvarado Matos: Muchas y diversas: Trinh T. Minh-ha, Yolanda Pantin, Esther Ferrer, Joan Jonas, Tacita Dean, Susan Howe, Ana Mendieta, Consuelo Méndez, Camae Ayewa… Artistas del cine experimental, el videoarte y la performance. Desde la literatura; Maggie Nelson. Me interesa mucho la escritura y cómo entra en mis vídeos como texto leído, escrito u oral.
Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
Cine experimental e imagen expandida
¿Cómo percibes la relación entre la escena del cine experimental y el arte contemporáneo? ¿Siguen separadas?
Valentina Alvarado Matos: En los espacios de cine experimental veo a pocas artistas visuales, y en el arte contemporáneo casi no aparece la gente del cine. Es un territorio híbrido que debería estar mucho más conectado. Aunque comparten la cultura del “do it yourself,” la precariedad y los modos de producción mínimos, los circuitos siguen funcionando por separado.
Instalación junto a Carlos Vásquez Méndez. La Capella, 2024
B.V: Formas el colectivo Sin nombre con Carlos Vázquez Méndez. ¿Qué cambia respecto a tu trabajo individual?
Valentina Alvarado Matos: Cuando trabajamos juntos se mezclan nuestras metodologías: él aporta la rigurosidad del documental y yo lo fragmentario del collage. Hemos hecho cine expandido e instalaciones fílmicas, pero tras esos proyectos grandes afronté esta exposición con el deseo de volver al tacto, a lo pequeño y manual.
Vista general de la exposición. Foto: Judit Bou Coma
B.V: ¿En qué estás trabajando ahora, qué proyectos te esperan?
Valentina Alvarado Matos: Quiero hacer una pieza con mi tía Consuelo Méndez, artista y performer que migró a Austria. Me interesa trabajar con ella la idea de la diáspora tardía y el envejecimiento del cuerpo artista en desplazamiento. En enero participaré en un proyecto en Vic con comunidades interreligiosas.
Aquí encontrarás más información sobre la exposición no termina de aorillarse de Valentina Alvarado Matos.