Paradores sabe cómo lograr espacios actuales verdaderamente inspiradores y nos anticipa, a través de muchas de sus estancias, cuidadosamente diseñadas para el descanso y la desconexión del viajero, las propuestas más acertadas en interiorismo que verás durante el próximo año. Aquí te mostramos algunas tendencias.
Recorriendo los casi 100 Paradores que hay en España, encontramos algunas de las claves de interiorismo que se pueden aplicar tanto a proyectos residenciales como contract (espacios de uso colectivo). En este viaje destacan los ambientes relajados y únicos, la utilización de tonos tierra, también la integración de la naturaleza como una extensión del espacio. Hay una tendencia cada vez mayor por lo artesanal donde las piezas fabricadas a mano aportan personalidad y conexión con las raíces locales. La combinación de estilos y épocas, junto con formas orgánicas, define algunos diseños más vanguardistas. La iluminación, por su parte, juega un papel clave, mientras que espacios multifuncionales aprovechan al máximo cada rincón.
Imágenes superiores: 1) Salón con Chimenea del Parador de Mérida. 2) Habitación Suite en el Parador de Chinchón
10 claves de interiorismo para 2024 viajando por Paradores
1) Ambientes Relajados a través de los colores neutros y la luz natural
Los tonos tierra, beige, así como los blancos y grises imprimen una relajada atmósfera, perfecta para rendirse al descanso. Líneas limpias, gama neutra y luz natural envolviendo todo el espacio. Así es precisamente como se consigue un ambiente que transmita calma y una relajada y placentera sensación de armonía.
En la búsqueda constante de armonía y bienestar en nuestros espacios de cada día, las tendencias actuales en interiorismo destacan la importancia crucial de integrar la luz natural como un elemento fundamental para crear ambientes relajantes y equilibrados. Más allá de ser simplemente un componente estético, la luz natural se erige como un potente catalizador de serenidad.
Los diseñadores contemporáneos reconocen que la luz del día no solo realza la belleza de los espacios, sino que también tiene un impacto directo en nuestro estado de ánimo y bienestar. La luz natural, al filtrarse suavemente a través de ventanas estratégicamente ubicadas, da vida a los interiores, revelando texturas, colores y detalles de manera auténtica. Este juego de luces y sombras no solo crea una estética visualmente atractiva, sino que también nutre una sensación de conexión con la naturaleza.
Habitación del Parador de Aiguablava
Este concepto se materializa de manera magistral en numerosas habitaciones de Paradores, antiguos testigos del paso de reyes, nobles y abades. Transformados en acogedores refugios, no solo ofrecen vistas espectaculares, sino que, mediante una discreta paleta de colores y una atmósfera relajada, logran aislar a los huéspedes del bullicio exterior. Cada espacio se convierte en un santuario personal, donde la iluminación desempeña un papel fundamental. Composiciones de velas blancas, cuidadosamente dispuestas, refuerzan la calidez del ambiente, como se aprecia en el acogedor salón con chimenea del Parador de Mérida.
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2) La Naturaleza como Protagonista
El paisaje exterior se convierte en un elemento más de la decoración. La estancia se extiende más allá de las paredes para buscar la conexión con el entorno. Vínculo que se potencia con el uso de plantas y otros recursos vegetales, que además de lograr una agradable sensación de frescor, remiten a la tierra. Espejos que invocan al paisaje, ventanas que pintan lienzos telúricos, reales…
Materiales como madera, piedra y otros elementos orgánicos se incorporan de manera táctica para evocar la esencia de la naturaleza.
Suite del Parador de Aiguablava
Habitación del Parador de Limpias
La clave está en incorporar el exterior en el interior, en viajar sin tener que desplazarse, en contemplar el mundo desde dentro. Tal y como se logra en estos alojamientos, enclavados muchos de ellos en entornos idílicos: ricos en biodiversidad, cercanos a espacios protegidos o rodeados de maravillosos jardines, como en el Parador de Limpias, que tiñe de verde la bella estampa que se pinta desde los ventanales de sus estancias. Mar, montaña o bosque dando vida y color a la estancia. Es el caso del Parador de Aiguablava que, ubicado en lo alto de un acantilado, brinda unas hermosas vistas al Mediterráneo y a las hermosas calas de la Costa Brava que lo cincelan.
La naturaleza reflejada en un espejo en el Parador de Gredos
O, en entorno de montaña, el Parador de Gredos, que despliega, desde sus increíbles terrazas y también a través del sugerente juego de espejos estratégicamente ubicados, una espectacular panorámica de este gran pulmón verde que da nombre al alojamiento.
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3) El Valor de lo Artesanal
En la era de la producción masiva, la importancia de la artesanía en la decoración de espacios y el interiorismo se destaca como un faro de autenticidad y calidad. La artesanía, con sus raíces profundas en la tradición y la destreza manual, aporta una dimensión única y personal a los entornos que la producción industrial a menudo no puede replicar.
Lo artesanal está de moda. Por eso, recurrir a piezas fabricadas a mano que lo reivindican es todo un acierto. Aportan personalidad a la estancia, sirve para rendir un merecido tributo a los oficios ancestrales y realzan con un tamiz de contemporaneidad, esas labores manuales y minuciosas, de marcada identidad local, que se han transmitido de generación en generación. Mimbre, vidrio, barro, esparto, madera… en elementos decorativos y mobiliario para dotar de alma a la estancia y ahondar en las raíces de la zona.
Además de su atractivo estético, la artesanía añade una capa de significado a los espacios. Cada objeto cuenta con la huella única de su creador, conectando al usuario con el proceso creativo y el trabajo manual que hay detrás. Esto no solo resalta la individualidad de cada elemento, sino que también fomenta una apreciación más profunda de la artesanía y su importancia cultural.
Cerámica de La Bisbal d’Empordà en celosía del restaurante del Parador de Aiguablava
Cabezas de burros elaboradas en esparto en el Parador de Arcos de la Frontera
Piezas cargadas de autenticidad que cuentan historias que merecen la pena ser contadas. Una decoración de hoy pero que se apoya en los orígenes. Cestillos de mimbre, como los utilizados para vestir una de las paredes de la habitación suite del Parador de Mérida, burros de esparto, de Artesanía San José (empresa familiar dedicada a mobiliario y cestería desde 1944), realizados manualmente en Andalucía, que asoman tímidamente en las habitaciones de Arcos de la Frontera.
Otro ejemplo en el spa del Parador de La Granja, son unas sillas de barbero de principios del siglo XX, de Triumph, que hablan de un oficio de los de siempre, tan antiguo como las civilizaciones. ¿Más ejemplos? La Cerámica de La Bisbal d’Empordà en el Parador de Aiguablava en celosías del restaurante, en recepción y en las suites. El más reciente ejemplo lo ofrece el Parador de Cruz de Tejeda, con la muestra de cerámica popular española, de la colección del editor Gustavo Gili, que acaba de ser colocada en el comedor de este increíble alojamiento, emplazado a 1560 metros de altitud, en uno de los puntos más altos de la isla de Gran Canaria.
Comedero de aves de corral de la colección de cerámica regional de Gustavo Gili instalada en el Parador de Cruz de Tejeda.
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4) Eclecticismo Vanguardista
La mezcla de estilos es una gran baza decorativa sumamente rompedora que ofrece infinitas posibilidades y que logra, como ha demostrado esta red de alojamientos construir ambientes de hoy con elementos de ayer y hacer convivir diferentes épocas en una misma estancia. Un viaje en el tiempo, con escala en diferentes épocas, reunidas bajo una misma mirada puramente actual.
Esta mezcla audaz y creativa no solo permite la expresión personal, sino que también da lugar a espacios únicos y eclécticos que reflejan la diversidad y la individualidad de quienes los habitan. El eclecticismo desafía las normas convencionales, ofreciendo la libertad de crear ambientes que trascienden las barreras estilísticas, convirtiendo cada espacio en un lienzo emocionante de autenticidad y originalidad.
Al fusionar estilos diversos y elementos contrastantes, se logra un equilibrio único que trasciende las tendencias temporales, permitiendo la construcción de ambientes que resisten el paso del tiempo. Esta flexibilidad estilística no solo celebra la individualidad, sino que también asegura la perdurabilidad y la relevancia estética a lo largo de los años, creando espacios verdaderamente atemporales y llenos de carácter.
Sillones diseñados por Charles y Ray Eames en la galería del Parador de Santo Estevo junto a una pintura de Luca Giordano del siglo XVII
Espacios históricos que siguen desprendiendo esa esencia de otro tiempo pero que ceden su carácter vivido a nuevos elementos, más contemporáneos, como la antigua capilla del Parador de Mérida, convertida en salón y decorada como rincón para el descanso y la desconexión. Lo encontramos también en el Parador de Santo Estevo, un increíble monasterio en pleno corazón de la Ribeira Sacra, en el que se armonizan muebles de diseño de principios del siglo XX con obras de arte del barroco, como sucede con los míticos sillones americanos diseñados por Charles y Ray Eames en 1956, que encontramos en la galería junto a una pintura del siglo XVII del italiano de Luca Giordano.
Renovado claustro del Parador de Alcalá de Henares
El Parador de Alcalá es otro gran ejemplo. Un edificio del siglo XVII renovado a través de un rompedor diseño que presume de claustro y de un inteligente jardín tallado sobre las habitaciones, cuyo proyecto se presentó en el MoMA de Nueva York.
Salón Capilla del Parador de Mérida
Las opciones son infinitas y permiten incluso la integración de elementos perpetuos, impasibles al paso de los siglos, en lugares insospechados, como sucede en el Parador de Corias, un monasterio que se considera el Escorial asturiano, en el que los restos arqueológicos forman parte de la decoración de los baños de alguna habitación.
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5) Formas y Texturas Orgánicas
Una tendencia contemporánea en interiorismo que abraza las formas orgánicas en el diseño de mobiliario representa una fusión armoniosa entre la naturaleza y la funcionalidad ergonómica. Inspirada en la suavidad y fluidez de las formas encontradas en la naturaleza, esta corriente busca alejarse de líneas rectas y ángulos rígidos para crear espacios que inviten a la relajación y a la conexión con el entorno.
En la práctica, esto se traduce en la creación de sillas, mesas y otros elementos de mobiliario que se adaptan de manera natural al cuerpo humano, ofreciendo comodidad y apoyo adecuados. Estos diseños no solo son estéticamente agradables, sino que también promueven un estilo de vida más consciente al integrar la naturaleza en el espacio habitable.
Habitación Junior Suite del Parador de Corias
Hablamos de la psicología de las formas, para ayudar a componer una historia y evocar otros mundos. El Parador de Costa da Morte, un vanguardista edificio con increíbles vistas a la salvaje playa de Lourido, es uno de los grandes ejemplos.
Zonas comunes en el Parador Costa da Morte
La decoración de cada estancia se inspira en elementos de la naturaleza del paisaje gallego. Lo vemos en muchos de sus elementos de decoración que evocan el mundo mineral y el mundo marino. En el Parador de Cádiz, otro de los edificios más rompedores de esta red de alojamientos, también recurre al uso descarnado de las curvas para lograr ambientes únicos y libres de formalismos.
Zonas Comunes del Parador de Cádiz
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6) La Iluminación como protagonista
La luz juega un papel fundamental en la construcción de espacios. Su poder para transformar el espacio es brutal para crear ambientes íntimos y relajados pero también impactantes o enérgicos. Es capaz de realzar o atenuar elementos, de resaltar texturas o priorizar detalles.
La calidad de la luz es también algo fundamental para los interioristas. La elección de fuentes de luz adecuadas, la temperatura del color y la capacidad de regulación son aspectos clave para adaptar la iluminación a las necesidades específicas de cada proyecto y de sus habitantes.
Piscina del Parador de La Seu d’Urgell
Y es posible hacerlo de muchas maneras: a través de atrevidas composiciones que pretenden atrapar miradas. Así lo percibimos en la disposición de luz circular del restaurante del Parador de Lleida, ubicado en la iglesia del antiguo convento del siglo XVII en el que se ubica este céntrico alojamiento, para disfrutar de una forma muy especial de la mejor gastronomía local.
También lo vemos con asombrosas fuentes de luz natural que se cuelan de forma espontánea por cada rincón, como sucede en el Parador de Lerma, con un inmenso tragaluz cenital que hace discurrir la iluminación por la galería que da acceso a las habitaciones, muy en la línea con la sobriedad de este palacio en el que en otro tiempo durmió Napoleón.
El sofisticado diseño de la iluminación en el Parador de Alcalá de Henares
Una lámpara escultural en el baño de la suite del Parador de Chinchón.
La luz también logra su protagonismo colocando los puntos de luz de forma estratégica, como vemos en el Parador de Santiago para que los magníficos detalles y las joyas artísticas de este lugar, considerado el hotel más antiguo de España, puedan brillar más si cabe.
Y también consigue reclamar toda la atención del ambiente con audaces piezas de iluminación que logran, por sí mismas, una atmósfera verdaderamente especial, como vemos en las escaleras del Parador de Alcalá de Henares, en las suites del encantador Parador de Chinchón o en el espacio gastronómico Enxebre La Pinta, del Parador de Baiona, que recurre a la fauna marina para la iluminación de sus techos.
Restaurante del Parador de Mazagón
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7) Espacios multifuncionales
Los espacios multifuncionales representan mucho más que la mera optimización del espacio. Son testimonio de una nueva forma de vivir que se adapta a los desafíos y dinámicas cambiantes de la sociedad moderna. Se trata de la convergencia ingeniosa entre estética y funcionalidad, donde cada rincón tiene un propósito definido, pero también la versatilidad para adaptarse a diferentes necesidades.
Habitación suite y baño del Parador de Costa da Morte
Entornos diáfanos en los que no se renuncia a delimitar los espacios con elementos decorativos y funcionales. Habitaciones, como en el Parador de Costa da Morte, que integran el baño en la misma estancia pero manteniendo su propio espacio, mediante mamparas ligeras de forma orgánica que evocan a la naturaleza.
Habitación superior del Parador de Cádiz
Cortinas de cristal que logran que una zona de interior pase a formar parte del exterior, como en las habitaciones del Parador de Cádiz, que se integran con la terraza para sentir más cerca el Atlántico. Alojamiento en el que muchas de sus estancias cuentan con mobiliario polivalente y elementos decorativos versátiles para lograr que zonas de paso sean a la vez, lugares para ser vividos y disfrutados.
Los miradores interiores ofrecen también una nueva perspectiva de ambiente, como sucede en el moderno y a la vez histórico Parador de la Granja, que permite integrar en un mismo espacio, coronado por un techo de cristal, la zona de restauración con las galerías que dan acceso a habitaciones. El resultado es espectacular.
Parador de La Granja
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8) Piezas Artísticas e Integración del Arte en el Espacio
Más allá de simplemente embellecer paredes, la inclusión estratégica de obras de arte se ha convertido en un medio poderoso para infundir personalidad, profundidad y sofisticación a los espacios habitables. Con ellas se establece un diálogo visual único, creando una conexión emocional que va más allá de la mera estética.
Pintura, fotografía, escultura… pero también piezas únicas de mobiliario, obras de arte textil o detalles arquitectónicos. El arte en todas sus expresiones tiene un rol fundamental en la decoración de los espacios. No sólo por el valor en sí mismo de la pieza que se expone, si no también por la personalidad que logra dar al ambiente, transmitiendo un mensaje, contando una historia o, manifestando una emoción.
Salón José Caballero del Parador de León
Mueble de farmacia del Parador de Mojácar
Y en eso Paradores tiene mucho que decir. Como conservadores del patrimonio histórico y artístico de nuestro país (no sólo en lo que a edificios se refiere), ha logrado reunir una colección de casi 10.000 piezas artísticas de arte clásico y contemporáneo (Antoni Tàpies, Picasso, Modest Cuixart, Rui Macedo, Francisco Leiro y muchos otros), repartidas por la mayoría de sus establecimientos, para convertirlos en museos habitables.
Fotografía de Ramón Caamaño en Costa da Morte, uno de los primeros fotógrafos que retrató el paisaje, las costumbres y los habitantes de la Costa da Morte elevando lo cotidiano.
Tapices, tallas, artesonados, restos arqueológicos, lienzos, grabados, litografías, esculturas… un legado para ser disfrutado, que convive en armonía con elementos de otro tiempo, creando espacios muy especiales.
Becerro de Álvaro de la Vega, madera y hierro, 130 x 100 x 75 cm, en el Parador de Costa da Morte
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9) Sostenibilidad e impacto medioambiental
No es solo una tendencia sino un cambio de paradigma ha emergido con fuerza y propósito: la integración del factor de la sostenibilidad en proyectos de diseño de interiores. Más que una tendencia pasajera, este enfoque ecoconsciente se erige como un pilar fundamental en la evolución del diseño, transformando no solo estilos estéticos, sino también las bases mismas de cómo concebimos y habitamos los espacios.
La elección de materiales sostenibles es un principio rector en este nuevo enfoque. Desde maderas certificadas hasta textiles reciclados, los diseñadores están explorando opciones que minimizan el impacto ambiental sin sacrificar la elegancia y la calidad. Este cambio hacia la ecoconciencia no solo impulsa la innovación en el uso de materiales, sino que también establece un estándar ético para la industria.
Secreter restaurado del Parador de Chinchón
Algo que Paradores tiene grabado en su ADN con el objetivo de ser neutros en 2030. No sólo eliminando el plástico de un solo uso de sus habitaciones, fomentando la identidad local con experiencias que revitalizan el entorno o llevando a cabo acciones para un consumo responsable en materia de energía y agua, también a la hora de vestir sus estancias.
Habitación del Parador de Costa da Morte con mesillas que recuerdan el desastre del Prestige.
El Parador de Costa da Morte que nació de la catástrofe ecológica del Prestige, es un ejemplo. En sus habitaciones unos tocones de madera que hacen de mesillas de noche, se trataron y tiznaron para dar un color que recordara el desastre. Su biblioteca está revestida completamente en madera y el edificio, diseñado en terrazas, se adapta así a la orografía del paisaje. Y en el Parador de El Saler, se utiliza mobiliario reciclado en sus instalaciones, a partir de redes de pesca recuperadas en el Mediterráneo o de plásticos recogidos en sus playas.
El Parador Costa de la Morte está adaptado a la orografía del paisaje
Son muchas las formas de proteger el entorno. Con el uso de plantas que absorben la humedad; con alfombras y cortinas, que además de dar color y calidez, sirven como excelentes aislantes térmicos; utilizando iluminación led; o, como vemos en numerosos alojamientos de la red, presumiendo de muebles restaurados. Piezas antiguas que dejan de serlo para convertirse en atemporales cuando les regalas una segunda vida.
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10) Geometría como lenguaje visual
Las formas geométricas, desde triángulos y cuadrados hasta círculos y hexágonos, han emergido como bloques de construcción fundamentales en la paleta de herramientas de los diseñadores contemporáneos. La geometría no se limita a ser simplemente decorativa; actúa como un lenguaje visual que influye en la percepción del espacio y en la experiencia del usuario, según muchos diseñadores contemporáneos.
La versatilidad de las formas geométricas se refleja en su capacidad para adaptarse a una amplia gama de estilos, desde diseños ultramodernos hasta ambientes más clásicos. La geometría puede ser empleada para infundir orden y estructura en un espacio minimalista o para agregar una dosis de eclecticismo y energía a un entorno más bohemio.
Zonas comunes en el Parador de Lorca
Un juego visual que incide en la percepción de las proporciones y dimensiones de techos, suelos y paredes que puede aplicarse también a mobiliario o accesorios. El claro ejemplo de Paradores es Segovia, un refugio en las afueras de la ciudad que ofrece unas inmejorables vistas y que atesora una muestra comisariada por el constructivista Julián Gil, llamada ‘Arte geométrico’, para reunir a algunos de los artistas más representativos del movimiento como José María de Labra, Luis Caruncho, Joaquín Michavila o José Luis Gómez Perales, entre otros.
Serie la ‘Serie Malevich. Variaciones de una misma estructura’, del pintor Julián Casado, en el Parador de Cuenca
Pero no es el único. En el antiguo convento de San Pablo, en el que se erige el Parador de Cuenca, se exhibe la ‘Serie Malevich. Variaciones de una misma estructura’, del pintor Julián Casado, en el claustro del edificio. Un lugar sumamente inspirador para acoger la que muchos consideran la obra maestra del artista madrileño.
‘Espiral dialéctica’(1972), de José María de Labra del Parador de Segovia
Galería con celosía del Parador de Mojácar.
