Biblia para cotillas del rock and roll
Nos encontramos en el año 1943. Un joven Chet Baker está en la calle jugando con unos amiguitos. Uno de ellos tira una piedra al aire, con tan mala suerte que rebota contra una farola y va a parar directa a la boca del pequeño Baker. El resultado: un incisivo menos. Su padre, temeroso de que no pudiese tocar la trompeta, le encargó al dentista un postizo que apañaba un poco el desaguisado. Chet nunca llegó a ponérselo. Cuando sonreía lo hacía intentando disimular el hueco y para tocar su instrumento recurría a boquillas especiales. Este desafortunado incidente nos regaló uno de los semblantes más personales y algunas de las piezas más icónicas de la música moderna. El resto es historia. Esta y otras anécdotas vitales para la música las encontramos recogidas en una interesante propuesta literaria. De la mano de la editorial Expediciones Polares, nos llega A Bam Bam Boo Lo Ba, un maravilloso volumen repleto de relatos súper disparatados y cargados de puro rock and roll.
A lo largo de sus casi 200 páginas se nos presentan historias conocidas por cualquier melómano que se precie y otras mucho más rebuscadas y curiosas. De este modo pasamos por el incidente con los Hell Angels protagonizado por The Rolling Stones en uno de sus bolos o el de la gallina que obviamente no voló y acabó despedazada por la audiencia en el directo de Alice Cooper. Una de nuestras historias favoritas es la de Grace Slick, vocalista de Jefferson Airplane, que fue invitada por su amiga, hija de Richard Nixon, a un almuerzo en la Casa Blanca, en el cual tenía planeado drogar al entonces presidente de los Estados Unidos con ácido para que viese las cosas de otra manera. El desenlace: en el libro. No se puede spoilear todo.
Los autores nos introducen muy bien en esta parte rosa del universo rock. Mediante los textos de Javier Polo (Madrid, 1980) nos metemos de lleno en este mundo tan particular y viajamos constantemente de una época a otra, siendo partícipes de momentos privados, en ocasiones graciosos, y en otras amargos, de nuestro panteón de ídolos. Las ilustraciones de Saioa Burutarán, completan a la perfección los textos y constituyen una pieza artística en sí misma. Mediante un trazo personal y característico, nos remite irremediablemente a aquellos dibujos de los músicos que admiramos, que realizábamos en nuestra infancia, y cuyo destino era forrar la carpeta para ser los más totales del cole.
Por resultar un espectacular ejercicio de investigación, recopilación y completar todo con obras de arte en miniatura, sin duda para mí A Bam Bam Boo Lo Ba es ya uno de mis libros del año. Larga vida al rock and roll y a esos trapos sucios que tanto nos gustan y nos divierten. Puedes comprarlo aquí.
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