ABSYNTHE MINDEDAs It Ever Was’. Cien maneras distintas de encontrar la identidad. El grupo belga presenta su nuevo disco el próximo día 23 de noviembre en Barcelona.



En diez segundos: Cuatro cosas que te vienen a la mente cuando oyes la palabra Bélgica. Complicado, ¿verdad? Si la cosa se centra en la música, es todavía más difícil, sobre todo por la canibalización que los cantantes y grupos belgas han sufrido de la vecina Francia. Así Jacques Brel, Plastic Bertrand o Wim Mertens pasan por galos para la mayoría, cuando en realidad no lo son. Absynthe Minded parecen huir de este arquetipo. No solo porque canten en inglés, sino porque su música en una cuidada mezcla de estilos. En su nuevo disco, ‘As It Ever Was’ siguen recorriendo el mundo en busca de sonidos, sin temor a emplear una sorprendente variedad de instrumentos y sin quererlo, dan con la tendencia. Desde los más manidos violines o pianos, se asoman hammonds y percusiones balcánicas que ya habían explorado en anteriores trabajos. Y de repente, otro tambor que se ha convertido en la última moda: un steel drum que hasta ahora permanecía recluido en discos de reggae y calypso, pero que tanto The XX como Absynthe Minded han coincidido en reivindicar para estilos de latitudes más frías. Sin duda, este despliegue es fruto de un amplio conocimiento previo. Porque usar estos recursos con el tacto y la sensibilidad de este quinteto no es posible si es algo que acabas de descubrir. En esos casos lo normal es inundar tu música con el hallazgo, con la fe de un converso. Sin embargo, eso les alejaría de su objetivo: mostrar tantas inquietudes como quepan en doce canciones. La sensibilidad acústica que abre el disco en “Space”, la aceleración pop de “As It Ever Was”, los ecos Gallagher de “How Short A Time”, incluso los loops break beat de “Little Rascal o la cadencia blusera de “Picture In A Frame”. Queda saber cómo se desenvolverán en concierto, cómo serán capaces de llevar tanta versatilidad y experimentación instrumental al tozudo y exigente directo, donde no se graba en pistas ni se admiten fallos. Un buen momento para comprobarlo será el próximo 23 de noviembre en la Apolo de Barcelona. Porque si son capaces de mostrar tanta habilidad, con una apuesta menos acústica que hasta ahora, entonces por fin tendremos un quinto nombre que añadir a Hergé, el Atomium, el Manneke Pis y el Parlamento Europeo.