
La firma danesa Fritz Hansen y el diseñador de origen chipriota Michael Anastassiades han unido fuerzas por primera vez para alumbrar After, una colección donde la madera cobra voz propia a través de líneas limpias inspiradas en la artesanía de tradición danesa.
La propuesta, cuyo estreno internacional se aguarda para septiembre, exhibe un discurso formal vanguardista que preserva el nexo con la tradición nórdica. Un vínculo que se expresa desde su propio nombre: After, término conceptual que alude a la inspiración y al diálogo con las obras precedentes, encarnando la filosofía creativa de Anastassiades. “Mi planteamiento se basa en la idea de contribución colectiva, construyendo sobre la herencia del diseño danés y aportando mi propia capa de simplificación y reflexión. Hay una gran claridad en las formas y en la razón por la que existen, son elementos meditadamente geométricos”, afirma.

Capas, precisión y sutileza en After
La silla que vertebra esta colección está pensada en tres alturas: el suelo, el asiento y el reposabrazos que deviene en el respaldo. El autor destaca que ese esquema inicial determina toda la concepción formal de la pieza: “Mi principio básico era identificar estos tres niveles y establecerlos casi como una referencia primaria. Luego llega un diálogo continuo con otras cosas, otras sillas, otros autores, como Poul Kjærholm. Kjærholm trabajaba con metal, pero para mí era esencial concebirla íntegramente en madera”.
Su distintivo inconfundible es un respaldo curvado que se amolda con absoluta exactitud sobre las patas escuadradas: “El respaldo curvado tiene que coincidir al milímetro con las patas para que encaje con toda perfección. No era posible hacerlo con la ebanistería tradicional ni con el vapor, que provoca tensiones en la madera. Por eso recurrimos a una técnica donde la madera se corta en finas láminas, se encola y prensa para crear la curva. El resultado parece madera maciza, pero con una estabilidad y una exactitud excepcionales”.
El asiento, ligeramente cóncavo, y el respaldo con un leve vaciado quedan rematados con una finura que la marca define como un sello de calidad. “Son gestos mínimos, casi imperceptibles, que hacen que la silla funcione, tanto en confort como en presencia”.



La mesa, de tablero circular, prosigue esta idea de estratificación, reposando sobre robustas patas con bordes redondeados que se disponen en forma de cruz a lo largo del perímetro, contraponiendo su contundencia a la liguereza visual del asiento.
Materiales y acabados con sentido en After
After exhibe dos acabados: Ash (fresno), tratado con aceite de cera dura que realza la textura primigenia de la madera, y una versión en Burgundy lazur que remite a tonalidades más oscuras y a una pátina reminiscentemente metálica, análoga al latón envejecido, material que Anastassiades utiliza en sus luminarias. La mesa Burgundy se corona con un sobre de mármol Rosso Levanto, cuya monumentalidad pétrea contrasta y dialoga con la tibieza orgánica de la madera.
Anastassiades subraya que esta colaboración representa para él una experiencia diferente al trato habitual en la industria: “Una parte de la estética reside en cómo trabajas con las limitaciones de la madera y encuentras soluciones innovadoras para resolver problemas sin comprometer el diseño. Por eso estos talleres son tan importantes, porque Fritz Hansen quiere que te impliques en el proceso de fabricación y estas decisiones son cruciales, especialmente cuando trabajas con ebanistería tradicional”.


Comodidad en la sencillez
Para optimizar la ergonomía, la silla cuenta con un fino almohadón de cuero, que puede ser natural o en tono Burgundy para combinar con el acabado elegido. Sobre la alianza con Fritz Hansen, Anastassiades destaca: “Su conocimiento es fundamental en el proceso. Es un enfoque muy diferente al de otras marcas donde se espera que digas lo que quieres y ellos lo ejecuten. Aquí participas en talleres con el director creativo y los artesanos, ajustando y fabricando prototipos en tiempo real. Estoy muy contento con el resultado; la ejecución, la calidad y el detalle son excepcionales, es un diseño muy simple pero manufacturado de forma inmaculada”.



Un puente entre pasado, presente y futuro
Els Van Hoorebeeck, directora creativa de Fritz Hansen, señala que After ejemplifica cómo la marca trabaja su legado histórico bajo una perspectiva contemporánea. “En Ash (fresno) se percibe Fritz Hansen como fabricante -detalles, entrega impecable, comodidad máxima sin perder la pureza estética- mientras que Burgundy y mármol representan hacia dónde va el diseño de la marca […] Es un vínculo entre pasado, presente y futuro”, concluye.

Sobre Michael Anastassiades
Michael Anastassiades es un diseñador de origen chipriota y afincado en Londres. Se formó como ingeniero civil en el Imperial College de Londres y cursó un máster en diseño industrial en el Royal College of Art. Desde que fundó su estudio en 1994, desarrolla piezas para marcas como Flos, B&B Italia, Herman Miller, Mutina y Bang & Olufsen. Sus diseños forman parte de las colecciones permanentes del MoMA de Nueva York, del Art Institute de Chicago y del Victoria & Albert Museum de Londres.