El artista Andrés Senra nos abre los ojos hacia el posthumanismo con su exposición “Una alianza contra natura de deseo”. Del 13 de marzo al 30 de abril en Swinton Gallery Madrid.
Andrés Senra es de esos creadores que abre diálogos con todas sus obras. Digamos, que no solo expone, también se expone. Y, desde luego, no deja indiferente a nadie. A sus 52 años, este artista multimedia ha hecho prácticamente de todo. Incluso biología. A pesar de su alma reivindicativa, el trabajo de Andrés Senra trabajo ha recibido innumerables reconocimientos institucionales fuera y dentro de España. No le hace ascos a nada, lo mismo te monta una performance en plena calle, que una instalación en un museo o en una galería. Lo último es “Una alianza contra natura de deseo”. Imagenes de arte posthumanista, un proyecto sobre el que podrás discutir en la Swinton Gallery, del 13 de marzo al 30 de abril (calle de Miguel Servet, 21. Madrid).
Hablamos con Andrés Senra en esta entrevista de arte, posthumanismo, lenguaje, pronombres, prefijos, heteropatriarcado, identidades, géneros… Nos olvidamos de los sufijos, pobres.
En qué consiste la instalación multimedia “una alianza contra natura de deseo”? ¿Qué nos encontraremos en la galería Swinton Gallery? Es una instalación formada por fotografías, videocreaciones, videoperformance, pintura y escultura en torno a una idea que me ha venido interesando más en los últimos tiempos y que se centra en una nueva comprensión del cuerpo más allá de presupuestos binarios, no solo de género, sino en nuestra relación con el entorno, la tecnología, la materia viva y no viva , el animal no humano y la planta, y que se reflejan en mi práctica artística y artivista, desde perspectivas queer, sexodisidentes, poshumanas y poscoloniales, proponiendo nuevos modelos de agenciamientos e hibridaciones humano-no humano. Me interesa en el fondo hablar de nuevas comunidades utópicas a la manera de bestiario contemporáneo, por todo lo que tiene, además, lo monstruoso en relación con “El otro”.
¿Hasta qué punto el lenguaje escrito y hablado son importantes en el arte?
Para mí lo son mucho. La palabra escrita o hablada es fundamental y aparece en mis videos y mi obra gráfica con frecuencia. Una parte de mi obra se ha construido a partir de conversaciones con las personas participantes. Sobre todo, en proyectos que han tenido un mayor carácter de ensayo visual. De forma que el propio proceso de investigación y los testimonios se convierten en parte de la obra. Esta metodología sigue un camino en el que yo soy parte implicada en el proceso, no me puedo situar desde fuera. Soy completamente subjetivo y me dejo afectar por todo lo que ocurre, para bien y para mal. En este método también recurro al lenguaje no verbal, al análisis de textos, documentos de archivo, entendiendo por documento cualquier objeto cargado de historia, memoria y afectos, portador de una información valiosa para las personas y para la obra de arte. Con todo este material me interesa producir un extrañamiento, un enrarecimiento, podríamos decir “cuirizarlo” o “queerizarlo”, como prefieras. Tengo un amigo que dice “mariconizarlo” que, aunque sería muy reduccionista, me hace gracia.
En relación con el uso de la palabra en mi trabajo, el pasado año 2019 realicé Psicoderivas, un programa de radioperformance semanal en M21, un proyecto de radio con un marcado carácter artístico y experimental que no ha sobrevivido al empuje de las políticas conservadoras, tristemente. Pero estoy seguro que pasará a la historia como una rara avis que duró unos meses.
Ahora que está el debate sobre el congreso de los diputados y diputadas, ¿qué fórmula inclusiva utilizarías para los nombres genéricos neutros… y que se pueda pronunciar? A ver, yo empecé este año anunciando en las redes sociales lo siguiente: “Mi pronombre personal para 2020 es plural neutro, o sea que cuando os refiráis o dirijáis a mí, recordadlo. Os pongo un ejemplo, porque os veo cortxs: “¿Vosotres qué tal estáis?” Si queréis evitar el pronombre, podéis omitirlo: “¿Qué hacéis luego?” Si me voy a tomar algo, podréis decir de mí: “Van a tomar algo”. Yo os hablaré igual refiriéndome a mí: “Nosotres pensamos… ” Si habláis de mí en tercera persona del plural, podéis usar indiferentemente ellas, ellos, elles. También podéis optar por no dirigiros a nosotres. Cosa que os agradeceríamos”.
Como verás, en esta entrevista ya no lo estamos cumpliendo, pero es que hoy me he levantado como bastante varón-cis-blanco. Marica siempre, eso sí.
En cualquier caso, lo decía totalmente en serio, no creo en la existencia de una especie de yo unitario, eso tiene que ver más con cómo se ha construido el sujeto en Occidente. Estoy formado por muchos cuerpos y mentes que me atraviesan. Soy, sin ir más lejos, el ecosistema ideal para un montón de seres microscópicos y macroscópicos que hacen que mi vida sea posible. En mi caso, como en el de muchas otras personas, mi identidad es bastante variable y, además, me parece bastante triste quedarse atrapado en una sola identidad. Aunque ha habido un cierto revuelo con respecto a que la teoría queer convierte en algo performático la identidad de género y comete un error al definir la identidad como algo variable que depende exclusivamente de la voluntad del sujeto, (de hecho muchos teóricos queer han negado que este sea el punto de vista de la teoría queer), yo he de decir que realmente encuentro esta posición muy posible, hermosa y reivindicable. Hoy, si te diriges a mí, te explicaré cuál es mi pronombre y cómo debes utilizarlo con respecto a mi persona. Más allá de esto, les diputades se pueden poner como quieran, que nosotres seguiremos refiriéndonos de la manera más inclusiva posible con respecto a todes. El uso exclusivo del género masculino como “universal” invisibiliza a las personas que somos víctimas del heteropatriarcado.
Otros proyectos de Andrés Senra: We are here, we are queer. 2017
Hiper… Pre… Pos… Meta… Trans… Nos estamos quedando sin prefijos para hablar o describir la cultura y la vida contemporánea. ¿Cuál será el próximo prefijo? ¿Qué haremos cuando nos quedemos sin prefijos? A mí la verdad es que el pos me parece lo mismo que el pre, pero menos trans, y soy muy poco de ir al Hiper, me pilla lejos. Yo creo que lo del prefijo solo se usa ya para llamar por teléfono, que es muy siglo XX. El prefijo “meta” me gusta: metadona, , metatórax, metamizol, metanfetamina, Heavy metal…
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Otros proyectos de Andrés Senra: Cuerpo Móvil. Performance.
Desde hace unos años, el marketing de las grandes corporaciones ya está integrando mensajes o guiños hacia la cultura queer. ¿Cómo ves desde tu punto de vista estos acercamientos? Calculo, por ser bienpensante, que en esas mismas corporaciones habrá personas LGTBIQA+ y que espero que se lo encarguen a ellxs. Cuando tienes que trabajar para una corporación haciendo proyectos creativos, mejor que tengan que ver en algo contigo. Cuando hay detrás una persona cishetero, blanca, europea (yo cumplo las dos últimas características), pues se nota mucho y el resultado suele ser horrible. Todas sabemos lo que es el tardocapitalismo porque vivimos inmersas en él. A mí me interesan particularmente otros modos de vida y de cuidados que no son el objeto del mercado y del consumo, pero consumo como todas, sobre todo, novedades farmacopolíticas. No soy el target adecuado para una cerveza gai o una Tote bag con los colores del arcoíris, solo pensarlo me pongo triste.
Otros proyectos de Andrés Senra: Rosa Winkle 2017.
Con la normalización de todo, ¿no te da miedo perder capacidad de provocación y subversión? Pues mira, ojalá fuera así. Porque la verdad que nunca ha sido mi intención. La provocación está en el ojo del que le pone escandalizarse. Te diré que creo que con los tiempos que corren, estamos viendo lo contrario. Yo nunca he visto provocación en lo que hago porque estoy hablando de mí y mi mundo y el mundo de muchas personas. Lo triste es que las consecuencias de este nuevo giro ultraconservador son la censura y la autocensura. Aunque tampoco desaparece en periodos más liberales. Yo, por suerte, suelo hacer lo que me da la gana, tenga cabida o no en las instituciones homofóbicas de la ultraderecha conservadora, ya sea católica o protestante. Lo vivo en Estados Unidos y en España. Menos en Berlín, eso sí.
Otros proyectos de Andrés Senra: Ojalá estuvieras aquí 2015. Videoinstalation.
Hemos jugado a crearnos identidades con la moda, el maquillaje, barbas, cirugías… ¿La identidad es pura apariencia? Me encantaría como posibilidad, aunque creo que hay gente que ha tenido que luchar tanto porque se le reconozca su identidad, en cualquier sentido, que difícilmente lo verán como apariencia simplemente. Lo sentirán como algo que les define profundamente y eso tenemos que respetarlo. Para mí el concepto de identidad puede ser una herramienta para la liberación o para la opresión, depende del uso que le des. En cualquier caso, creo que tiene mucho que ver con un sentir, eso que nos hace lo que sea que seamos. Creo que en gran parte, no en todo, la identidad es construida y debería poder ser elegida, no impuesta, solo que, dependiendo de lo que signifique tu identidad para la norma, no te dejarán elegirla. Las personas intersexuales siguen padeciendo esta violencia médica. En cuanto al género me interesa más la posibilidad de subvertirlo, ir más allá del concepto de género fluido, estoy más por encontrarme con mi animal hipersexualizado e hipersensualizado sin género. Mira, me han salido dos hiper después de todo.
Otros proyectos de Andrés Senra: Archivo Queer?
En plan ciencia ficción, por lo general se plantean, por sintetizar, 2 escenarios de futuro. Uno tipo Mad Max, caótico, salvaje, arcaico, con sub-grupos y múltiples identidades… Otro, tipo Mundo Feliz, más ordenado, tranquilo y pacífico, donde todos comparten una misma apariencia o identidad. ¿Con cuál te que quedas? ¿Cuál ves más factible? De Mad Max me quedo con los chulazos, las tribus, las subculturas, los tatuajes y el cardado, pero que no sea tan ochentas, por favor. Un Mundo Feliz es una distopía terrible, una sociedad hiperreglamentada y autoritaria que parte de una idea que en principio sería utópica, pero que acaba construyendo un sistema de castas. O sea, Un Mundo Feliz es donde estamos, jajaja. En este sentido, un Mundo Feliz es un retrato del mundo contemporáneo y no tan lejos del momento en el que lo escribió Huxley. Es algo muy común en la ciencia ficción, hablar del presente ambientándolo en un futuro. Este género de fabulación me interesa especialmente y de hecho estoy trabajando en un proyecto nuevo, “Ciudad Corporación 2068”, que finalizaré en 2021 y que parte de este planteamiento. Además, Huxley fue muy acertado al lanzar una mirada a un futuro de diseño biológico mediante tecnologías reproductivas. Esta mirada era una mirada crítica y sospechosa de la ciencia y de ese futuro, por decirlo suavemente, y nos permite abrir los ojos frente a los riesgos de una sociedad tecnocrática como la actual, dirigida por macrocorporaciones a escala global cuyos objetivos destinados únicamente a la producción y consumo de bienes está teniendo unas consecuencias dramáticas para el planeta y los seres vivos y no vivos que lo habitan, incluyéndonos a nosotres. Dicho esto, yo estoy a favor de la manipulación genética autogestionada y creo que hay que abaratar la tecnología que lo permite y hacerla disponible para aplicársela a uno mismo de manera voluntaria y consciente, no así a otres sin su consentimiento, eso es violencia. Me encantaría poder hackear mi genoma, dejar de ser humana, no solo intelectualmente, sino también físicamente y eso no se consigue solo con tecnología, la tecnología siempre ha sido algo que forma parte de nosotres.
¿Cuáles son las realidades sociales y políticas que ahora mismo más influyen en tu trabajo? El fin del humano, el fin del humanismo y los albores de una nueva no-humanidad.
Andrés Senra
Una alianza contra natura de deseo
Swinton Gallery
Del 13 de marzo al 30 de abril
Calle de Miguel Servet, 21. Madrid
Web de Andrés Senra -> andressenra.com
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