BEAR IN HEAVENMÚSICA DE BAILE PARA LOS QUE NUNCA BAILAN

El primer disco de Bear in Heaven, ‘Best Rest Forth Mouth’, tuvo un considerable éxito dentro del panorama alternativo.  Se convirtieron en algo así como el lado ‘indie’ del ‘indie’. La mezcla de cadencia folk, melodías pop y sonido electrónico dieron como resultado un disco variado pero sólido, distinto, misterioso a la vez que luminoso. ‘I Love You. It’s Cool’, su segundo trabajo, se presentaba como la respuesta a la cuestión de cómo digerir aquella repercusión. Es algo lógico. El primer disco de una banda suele ser una cosa sencilla. Es el disco que has estado madurando durante toda tu vida, que llevas años definiendo y cuando llega el momento de plasmarlo, prácticamente lo que queda es pulir los detalles de un estilo que ya está definido. Pero, ¿qué haces cuando llega el momento de continuar la carrera? En el caso de Bear in Heaven, la opción ha sido seguir la línea de las canciones más electrónicas de su anterior trabajo. Dejándose llevar por las cajas de ritmos y los sintes de tono ochentero, muestran que la sombra del recientemente desaparecido Robin Gibb es más alargada de lo que muchos están dispuestos a aceptar.

BEAR IN HEAVEN

Jon Philpot, el hombre orquesta de la banda, arguye que “estábamos un poco asustados, no porque estuviéramos haciendo un disco extraño, si no porque no sabíamos si estábamos haciendo el álbum que la gente esperaba de nosotros. La verdad es que sí sentíamos la presión ante la expectativa de un disco con 10 temas como ‘Lovesick Teenagers”. Esta presión parece haber actuado en sentido contrario, acentuando el lado más experimental de la banda. Canciones como “Sinful Nature” y “World Of Freakout” parecen apuntar en la misma línea que aquel single. Sin embargo, se echan de menos apuestas algo más arriesgadas, alguna variación en el tempo o la producción, porque, por momentos, ‘I Love You. It’s Cool’, discurre en la definición hermética que conduce a la monotonía.  No parece que su pretensión sea la de alcanzar un mensaje transcendente, pero tampoco es un disco que vaya a cautivar a los apasionados de la electrónica bailable. Lo que sí es indiscutible es que este trabajo marca la línea en la que Bear in Heaven pretende asentarse, así que una vez resulto este siempre espinoso asunto, queda sentarse a comprobar cómo se asientan y explotan el estilo.

“Bear in Heaven” actuarán en Madrid el próximo viernes 22 de junio dentro del festival Día de la Música.