Bienal de Venecia - May you live in interesting Times

Más allá de los pabellones nacionales, algo decepcionantes este año, la Bienal de Venecia siempre presenta una exposición general a cargo de un curador externo. En esta edición le ha tocado el turno a Ralph Rugoff , director de la muy interesante Hayward Gallery de Londres, donde ya ha demostrado un gran nivel acogiendo exposiciones tan notables como “Space Shifters” o “The Human Factor: The Figure in Contemporary Sculpture”, por ejemplo.

Su propuesta, titulada “May you live in interesting times” -referencia a una cita anónima que se atribuye tanto a Kennedy o Chamberlain como a un proverbio chino-, era una apuesta para que “quizás el arte se convierta en una especie de guía para vivir y pensar en tiempos interesantes”, como él mismo explica en la hoja de prensa. Pero lo cierto es que siempre es difícil ver una real coherencia temático-comisarial en la exposición general de Venecia. No se trata de una muestra de museo, ni de galería, ni una radiografía institucional sino algo único, separado en dos partes -Arsenale y Giardini, ambas muy diferentes y complicadas-, con intereses comerciales, nacionales y políticos de por medio. Un lío, en definitiva, que suele ser bastante caótico, saturado y desdibujado. Rugoff no ha evitado del todo el exceso propio a este ejercicio -se le ha acusado de llenar demasiado las salas- pero, a mi entender, ha conseguido ordenar un poco el espacio al tiempo que ha limitado la selección de artistas y ha evitado una espectacularización excesiva, los tres males que suelen acechar a Venecia.

May you live in interesting times no es perfecta y habría ganado aún más si Rugoff hubiese despejado un poco más el espacio expositivo. Pero es claramente un éxito, y más aún si la comparamos con la histriónica, irracional e ingenua “Viva Arte Viva” que Christine Macel presentó hace dos años.

¿Cómo lo ha conseguido Rugoff? Por un lado con una idea tan sencilla como inteligente: el comisario ha “repetido” o “doblado”, según prefieran, los artistas. Es decir que presentaba los mismos artistas en la parte del Arsenale que en los Giardini. Con la única diferencia de que el formato -cuando era posible- tenía que ser diferente. Una manera perfecta para conseguir varias cosas importantes. Por un lado, conocer un poco más ampliamente el trabajo de los artistas, al descubrir varios medios tratados y creaciones de diferentes etapas. Por el otro, limitar el número de participantes -que suele ser inmenso- y que, en esta ocasión, se ha “limitado” a 79 -un 25% menos que los 120 de 2017, por ejemplo. Y, por lo tanto y por último, darle más coherencia y legibilidad a la propia muestra.

Sin olvidar algo tan llanamente práctico como la posibilidad, para todos aquellos que solo tenían tiempo de visitar uno de los dos espacios, de ver siempre a todos los participantes.

Bienal de Venecia - May you live in interesting Times Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesJulie Mehretu. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

De esta manera, por ejemplo, el espectador se encontraba con cuadros de pintoras tan interesantes como Julie Mehretu o Avery Singer en los dos espacios, creándose en ese gesto repetitivo un eco visual, una reminiscencia inconsciente que permitía acercarse más, y recordar mejor, el trabajo de las artistas. O, en un sentido opuesto, podíamos disfrutar de la colorida maqueta de una ciudad estadounidense (maravillosa The Decorated Shed) de Alex Da Corte en los Giardini y de un delirante video suyo (Rubber Pencil Devil, 2019) en El Arsenale. Lo mismo pasaba con Kaari Upson cuyas pequeñas esculturas morfológicas y coloridas contrastaban con la oscura y gigantesca casa de muñecas derruidas que presentaba en el Arsenale para reflexionar sobre la figura del doble y la angustia existencial. Una manera, como decimos, para el visitante de tener acceso a una más amplia paleta de formas y posibilidades.

Bienal de Venecia - May you live in interesting Times Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesAvery Singer. Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting Times Alex Da Corte. Rubber Pencil Devil, 2019. Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesAlex Da Corte. The Decorated Shed, 2019. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesKaari Upson. THERE IS NO SUCH THING AS OUTSIDE, 2017-2019. Foto: Italo Rondinella. Cortesía La Biennale di Venezia.

Por otro lado, otro de los destacables éxitos de Rugoff ha sido, sin duda, limitar el número de grandes nombres y de instalaciones demasiado facilonas y grandilocuentes, como en la mayoría de ediciones pasadas. Quizás Arthur Jafa – que se llevó el León de Oro con su conocido video The White Album (2018)-, Hito Steyerl o Danh Vö eran los nombres más conocidos pero sus respectivas propuestas eran relativamente contenidas y razonables. Dejando de lado algún exceso – una sala con una noria de una vaca y una reja destrozando el muro o el infumable robot biónico de la pareja Sun Yuan y Peng Yu – el resto de grandes instalaciones resultaban interesantes e incluso destacables; como fue el caso del maravilloso muro de Teresa Margolles, las salas audiovisuales e immersivas de Christian Marclay o Ryoji Ikeda, la curiosa tienda de fruta “digital”, Market de Zhana Kadyrova o el set de aires apocalípticos de Alexandra Bircken (ESKALATION).

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesArthur Jafa. Various works, 2018. Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesArthur Jafa. The White Album, 2019. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesHito Steyerl. This is the Future, 2019. Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesBienal de Venecia - May you live in interesting TimesDanh Vo. All work, 2019. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesSun Yuan and Peng Yu. Dear, 2015. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting Times Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesTeresa Margolles. Muro Ciudad Juarez, 2010. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesRyoji Ikeda . Data-verse 1, 2019. Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesRyoji Ikeda . Spectra III, 2008. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting Times Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesZhanna Kadyrova. Market, 2017-2019. Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting Times Bienal de Venecia - May you live in interesting Times Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesAlexandra Bircken. Various works, 2014-2019. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Pero cabe sobretodo destacar la perfecta selección de nombres menos conocidos -emergentes que pronto dejarán de serlo- que ha realizado el comisario para esta exposición. Un equilibrio muy bien encontrado entre formatos en el que el espectador disfruta con las preciosas instalaciones matemático-surrealista de Gabriel Rico o el paisaje geométrico mitológico de Haris Espaminonda (merecida ganadora del León de Plata por la fantástica instalación XXVII), con el precioso video poético-místico de Korakrit Arunanondchai (With history in a room filled with people with funny names 4 (garden)) o el universo de dobles y ciencia ficción de Stan Douglas (Dooplehnager)

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesGabriel Rico. Various works, 2016-2017. Foto: Italo Rondinella. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesHaris Epaminonda. VOL. XXVII, 2019. Foto: Italo Rondinella. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesKorakrit Arunanondchai. With history in a room filled with people with funny names 4 (garden), 2019. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Si a eso le añadimos la intervención etérea y magnífica de Lara Favaretto, los cuadros abstractos de Ad Minolti y la presencia de Ed Atkins– recuperación para la causa de la exposición que presentó en Cabinet London en 2018- podemos decir que “May you live in interesting times” cumple de sobras su cometido presentando a jóvenes descubrimientos y figuras consagradas dentro de una muestra razonada y muy dignamente construida y presentada. Que ya es mucho para Venecia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesLara Favaretto. Various works, 2019 . Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesLara Favaretto. Thinking Head, 2018 . Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesAd Minoliti. Cubes, 2019. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesAd Minoliti. Mural, 2019. Foto: Italo Rondinella. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesEd Atkins. Bloom series, 2018. Foto: Francesco Galli. Cortesía La Biennale di Venezia.

Bienal de Venecia - May you live in interesting TimesEd Atkins. Old Food, 2017-19. Foto: Andrea Avezzù. Cortesía La Biennale di Venezia.