Channel Zero, la antología de terror que está arrasando entre los seriéfilos, ya tiene su tercera entrega: Butcher’s Block.
Para quien no la conozca todavía, Channel Zero se podría definir como la versión underground de American Horror Story. Una antología de terror y ciencia ficción que, de igual modo, ofrece historias diferentes e independientes en cada temporada.
No obstante, mientras que AHS busca sus influencias en los clásicos del género, CHZ toma su inspiración en los diferentes creepypastas, leyendas urbanas de terror que se viralizan en Internet y que últimamente hemos visto también en películas, programas de Cuarto Milenio y hasta en alguno de los nuevos episodios de Expediente X.
La culpa de todo la tiene Nick Antosca, creador y productor que ya había trabajado en otras series relacionadas con el horror como Hannibal o Teen Wolf. En la primera temporada de Channel Zero, Candle Cove (2016), se recreaba en la leyenda homónima creada por Kris Straub en 2009, un programa televisivo infantil que solo habría sido visto por un grupo determinado de niños que después desaparecían. En 2017 llegó La casa sin fin, basada en una joven cuya vida nunca vuelve a ser la misma tras visitar una casa de los horrores tipo El pasaje del terror.
Desde el pasado 8 de febrero tenemos en HBO la tercera entrega, Butcher’s Block (El barrio del carnicero). La protagonista es Alicia, interpretada por Olivia Luccardi, a quienes los seguidores del “nuevo terror” ya pudieron ver en la aclamada It follows. La joven se muda a una nueva ciudad junto a su hermana Zoe (Holland Roden) intentando huir de su traumático pasado marcado por los problemas familiares.
Allí las acoge Louise (Krisha Fairchild), anciana hippie tan sabia como peculiar. El reparto principal se cierra con el bueno de Rutger Hauer (icono de los ochenta gracias a sus papeles protagonistas en clásicos como Blade Runner o Lady Halcón) como el macabro Joseph Peach.
Ni qué decir tiene que las hermanas encontrarán de todo menos paz y tranquilidad en su nuevo vecindario, asediado por una extraña leyenda urbana que habla de una misteriosa escalera que aparece y desaparece en mitad del parque que hay en el Barrio del Carnicero.
Toques surrealistas a lo David Lynch en un ambiente insano, alimentado por el barrio marginal cuyos estrambóticos vecinos parecen maldecidos por su propia mitología local, tal y como hiciese Clave Barker en la mítica Candyman.
Una serie que está creciendo como una bola de nieve gracias al boca a boca de los espectadores y la buena acogida por parte de la crítica. Temporadas cortas (seis capítulos), elementos virales de la actual cultura internauta y un toque de cine de autor underground parecen ser los ingredientes de su éxito.
