Calle Moratín por Mario González

Calle Moratín

Fotografía: Mario González
Estilismo: Martxel Montero
MUAH: M. Prado Nuñez
Modelo: Linda Margaret Young @Trend Models
Asistente de fotografía: Cora Álvarez

Este editorial de moda ha sido realizado en la calle Moratín en pleno centro de Madrid. En el aparecen firmas españolas como Mané Mané, Palomo Spain, Moisés Nieto, Juan Vidal o Biis, entre otras. Mario y Martxel ya han trabajado juntos anteriormente y siempre queremos más.

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Imagen superior: Cazadora de pana de Bershka
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Calle Moratín por Mario González

Calle Moratín por Mario González

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Imágenes superiores: Vestido Mané Mané + pantalón Pull&Bear + zapatos Unisa
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Calle Moratín por Mario González

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Imagen superior: Abrigo Moisés Nieto + pantalón Pull&Bear + botas Bershka + bolso Biis
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Calle Moratín por Mario González

Calle Moratín por Mario González

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Imagen superior: Plumas Bershka + camisa Juan Vidal + pantalón Anonyme + zapatos Bershka + pendientes Glenda López + gafas Smith
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Calle Moratín por Mario González

Calle Moratín por Mario González

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Imágenes superiores: Abrigo Bimba Y Lola + camisa Loreak + pantalón Bershka + gafas Moschino
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Calle Moratín por Mario González

Calle Moratín por Mario González

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Imágenes superiores: Chaqueta y pantalón Palomo Spain + collar BIIS
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Calle Moratín.

En el barrio de las Cortes, en pleno centro de Madrid, se sitúa la calle Moratín. Ahí es donde se ha tomado esta sesión de fotos, todas las localizaciones se encuentran en la misma calle. Con la idea de enseñar la rutina, un día a día, mostrando la diversidad y variedad que puede haber en una sola calle.

Leandro Fernández de Moratín fue un poeta y dramaturgo español, está considerado el autor comediógrafo más importante del neoclásico español. Entre sus obras destacan “El sí de las niñas” o “La derrota de los pedantes”.
En esa misma calle nació don Leandro y años más tarde compraría una casa en la que instaló un jardín ilustrado. Esa casa y otra, de estilo señorial, que tenía en Pastrana (Guadalajara), de donde era originaria su madre, fueron donadas a beneficencia para atender y dar cobijo a niños abandonados.

Hoy en día está calle y el barrio donde está situada son uno de los centros turísticos más transitados de la capital española, dejando atrás la vida ilustrada de Moratín.