De la idealización de la Grecia Clásica al cuestionamiento de arquetipos de la posmodernidad, la fascinación por el cuerpo humano ha sido una constante en la creación artística. Lo que viene a continuación es un análisis contextual de la evolución histórica de la representación figurativa y el viraje naturalista hacia la organicidad más carnal de la última hornada del arte contemporáneo.
Leonardo Da Vinci, probablemente el genio más polifacético de todos los tiempos, conjugó Ciencia y Antropología con su concepción del cuerpo humano como una máquina perfecta, en la que las proporciones matemáticas de su anatomía y su modélica funcionalidad fisiológica confluían armoniosamente en un paradigma sin igual. Avezado humanista y nadador contracorriente en unos tiempos en los que el poder religioso sentaba cátedra, resulta paradójico que la portentosa ejemplaridad atribuida a la dimensión material del ser humano por parte de este pensador, cuyo presunto agnosticismo es una de las cuestiones más discutidas por los historiadores contemporáneos, sea al mismo tiempo la base del Creacionismo, doctrina cristiana que concibe dicha perfección formal, en tanto que remotamente arbitraria, como fundamento absoluto de la existencia de Dios.
Controversias aparte, lo cierto es que, salvo prohibiciones excepcionales como la del arte islámico, la figura humana ha sido históricamente uno de los principales motivos de la creación artística. Frente a la rudimentaria severidad del kouros en la época arcaica, el generoso legado de la Grecia clásica exaltaba el cuerpo masculino a través de imponentes esculturas de atletas desnudos de silueta grácil y musculosa, como el célebre Discóbolo de Mirón, con unas proporciones tan estudiadas que adquirieron el rango de canon: el consenso quedó fijado en el 1:7 de Policleto, según el cual la cabeza debía ser la séptima parte de la altura total.
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Texto: Carmen Cocina
Fotos: Evelyn Bencicova
From the idealisation of ancient Greece to the questioning of Post-Modern archetypes, the fascination felt for the human body has been one of the constants througout artistic creation. What you have here is a contextual analysis of the historical evolution of representation of the figure, and the naturalista swerve towards the most carnal organic art to come from the latest batch of Contemporary artists.
Leonardo Da Vinci, probably the most poly-faceted genius of all times, mixed Science and Anthropology with his concept of the human body as a perfect machine in which the mathematical proportions of its anatomy and physiological functional model harmoniously converged in a paradigm like no other. Experienced humanist and a man who went against the times in an era when religious power was all, it seems rather paradoxical that the superb exemplarity attributed to the material dimension of the human being by this thinker, whose supposed agnosticism is one of the most argued issues by contemporary historians, is, at the same time, the basis of Creationism – a Christian doctrine that conceives said shape perfection, so much so that’s it’s rather arbitrary, like absolute proof of the existence of God.
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Text: Carmen Cocina
Photos: Evelyn Bencicova