Después de modernizar la línea femenina de Carven, Guillaume Henry hace lo propio con la de hombre
Sigilosa y discretamente, Guillaume Henry está marcando su ritmo en la historia de la moda. Quizás no dejará gran huella en Givenchy, durante la época de Julien McDonald y posteriormente haciendo equipo con Riccardo Tisci en la misma casa, ni tampoco en Paule Ka, pero sí en la firma francesa Carven que desde 2009, año en el que entra Guillaume Henry como director artístico de la línea de mujer, experimenta un renacimiento. Un fenómeno que esté verano también ha contagiado a la colección de hombre, la primera que hace Guillaume para Carven y que tiene su continuidad en el invierno 2012 con la vieja fórmula de la reinvención de clásicos con aportaciones de contemporaneidad.