Cassils. El cuerpo como escultura social

Cassils es un artista visual canadiense con base en Los Ángeles que partiendo del arte corporal, la estética homosexual masculina, el conceptualismo o el feminismo, ha forjado una serie de cuerpos transformados por estrictos regímenes de entrenamiento físico con propósitos performativos. El cuerpo como forma de escultura social.

Imagen superior: Cassils performs Powers That Be, April 2, 2016 at the Broad Museum in Los Angeles. Photo: Cassils with Leon Mostovoy © Cassils 2016.

Revisando su página web, en un apartado bastante visible se indican las normas para dirigirse personas “gender non-conforming” y también afirma: “En términos de pronombres, prefiero “they” —neutro en inglés: ellas/ellos—” y es que el artista trans masculino se define contrario al género binario. Como en castellano no existe pronombre personal neutro, siguiendo sus instrucciones, usaremos el pronombre masculino.

Cassils interpreta el transgénero no como el paso de un sexo a otro, sino más bien como un proceso continuo de devenir, una forma de encarnación que funciona en zonas resbaladizas, de indeterminación y de espasmo. Al jugar con su propio cuerpo y con preparación física extrema —desde levantamiento de pesas hasta artes marciales— ha adaptado su propio cuerpo femenino a una serie de formas físicas super poderosas que desafían cualquier noción binaria.

Cassils. El cuerpo como escultura social

Cassils. El cuerpo como escultura social

Una de sus últimas piezas The Powers That Be, representa una brutal pelea entre dos personas. Para esta performance Cassils, que colabora con coreógrafo de lucha Mark Steger, aparece en solitario luchando con una fuerza invisible, iluminado unicamente por faros de coches aparcados en un garage. Los estéreos de los coches transmiten ruido estático y noticias de radio multicanal diseñadas por Kadet Kuhne. El sonido amplifica los conflictos sociopolíticos de cada lugar donde se realiza la acción. La pieza está diseñada para ser vista y grabada en teléfonos móviles, así The Powers That Be presenta el tema de la mediación en la violencia y los roles de agresor y testigo por parte del espectador. En Los Ángeles —fotos presentadas aquí—, Cassils y Kuhne simularon una radio local que transmitía sobre #BlackLivesMatter, derechos de la mujer o violencia en contra de la comunidad LGBTQI, destacando las fuerzas que gobiernan y regulan los cuerpos de “otros”. En Kuopio, Finlandia, a 210 kilómetros de la frontera rusa, diseñaron el sonido con noticias locales, música y radio a ambos lados de la frontera finlandesa / rusa, destacando la situación extrema para las personas LGBTQI en Rusia.

Cassils. El cuerpo como escultura socialCassils performs Powers That Be, April 2, 2016 at the Broad Museum in Los Angeles. Photo: Cassils with Leon Mostovoy © Cassils 2016.

En el proyecto continuado Becoming an Image, concebido en 2012 como instalación site-specific para los archivos ONE de Los Ángeles —el archivo LGBTQ más antiguo de los EE.UU de Norteamérica— Cassils ataca literalmente un bloque de arcilla de más de novecientos kilos. El artista da patadas y golpes en oscuridad total de modo que la acción solo se ilumina con el flash del fotógrafo que quema la imagen en la retina del espectador —notar que a lo largo de la serie de performances realizadas en estos años siempre han sido fotógrafos ciegos—. Las fotografías resultantes y los restos de arcilla se exhiben permanecen tras la performance. Así pues el trabajo utiliza fotografía, escultura y performance. Esta pieza reflexiona sobre el aumento en un 20% de asesinatos de personas transgénero en 2012, y quiere visibilizar los actos de violencia sin sentido contra transexuales y cuerpos diferentes. El público se convierte en cámara y testigo de los golpes.

Cassils. El cuerpo como escultura socialBecoming An Image Performance Still No. 3 (National Theater Studio, SPILL Festival, London), 2013. Photo: Cassils with Manuel Vason.

Cassils. El cuerpo como escultura socialBecoming an Image Performance Still No. 3 (Pennsylvania Academy of Fine Arts, Historic Casting Hall), 2016. Photo: Cassils with Zachary Hartzell.

El interés de Cassils por las disciplinas físicas surgió tras sufrir una enfermedad grave en su adolescencia, para su recuperación física usó el entrenamiento, por eso desde entonces, la gimnasia configura una sensación de bienestar propia. A través del entrenamiento, la manipulación de la dieta y suplementos, el artista modifica su cuerpo sin tomar testosterona ni someterse a cirugía. Cassils es increíblemente fuerte de modo casi natural, y digo “casi”, porque para la pieza Cuts: A Traditional Sculpture (2011) tomó la decisión de ingerir esteroides. Tras seguir todo el proceso, el artista confiesa que los músculos se le apretaron tanto que no podía ni quitarse la camiseta.

Cassils. El cuerpo como escultura social

Advertisement: Homage to Benglis, 2011. Photo: Cassils with Robin Black.

Con esta pieza conocí el trabajo de Cassils, al convertirse en imagen de la exposición histórica Homosexualit-ies en Berlin en 2015. La imagen queer de Cassils inundó vallas publicitarias y autobuses, no sin poca controversia. Cuts: A Traditional Sculpture también configura un cuerpo de trabajo con varios componentes: performance duracional de seis meses en los que ganó diez kilos de masa muscular, videoinstalaciones, fotografías, acuarelas y una revista. Este proyecto es una reinterpretación en clave queer de la pieza de Eleanor Antin de 1972, en la que la artista se cuelga durante cuatro días en ayuno total; un acto femenino de pérdida de peso para cumplir con los cánones de belleza impuestos por los hombres, mientras que Cassils gana peso en forma de músculo, una tradición generalmente masculina.

Cassils usa su cuerpo como medio, y como medio que experimenta una evolución constante, pasa de agrandarse a derretirse, como en la obra Inextinguishable Fire (2007-2015). Mediante técnicas usadas en producciones hollywoodienses, se le prendió fuego al cuerpo durante 14 segundos. El cuerpo del artista para esta performance se cubrió solo ropa interior resistente al fuego empapada en líquido de congelación destinado a inducir un estado de hipotermia. El riesgo aquí no es el fuego, sino que la transpiración haga que la piel hierva y se queme dentro de las prendas protectoras.

Este incendio inextinguible tiene como función dirigir a los espectadores hacia el uso que hacen los medios de comunicación de las imágenes de violencia y de guerra. El título lo toma prestado de la pieza homónima sobre la Guerra de Vietnam del maestro Harun Farocki. También cita a Farocki en su constante cuestionamiento sobre si el documental como género fílmico, es sinónimo de verosimilitud; por eso la performance también es registrada en video, los 14 segundos se convierten en 14 minutos en slowmotion, y el filme resultante, altamente efectista, desafía el factor de verdad documental de sus imágenes.

CASSILS – Inextinguishable Fire from Pacitti Company on Vimeo.

El cuerpo cincelado de Cassil, cubierto con una patina de oro, es la base de los enormes trabajos fotográficos que componen Alchemic (2017). Esta serie, realizada con su colaborador habitual Robin Black, evoca las proporciones escultóricas clásicas, desafiando la marginación social a la que se relegan los cuerpos de personas trans. Las imágenes también hacen referencia al tono bronceado de los culturistas de competición y a la vez otorga a un cuerpo trans el valor de un apreciado objeto de arte. En contra de la patologización que normalmente sufren, aquí aparece como digno de reconocimiento y atención.

Cassils. El cuerpo como escultura social

Alchemic (2017). Photo: Robin Black

Desde las “posturas” formalmente construidas en arcilla, vidrio, bronce, pintura dorada y fuego, a los fluidos corporales. En la ultima exposición del artista en su galería neoyorkina Ronald Feldman, colocado en un pedestal, se presentó un gran cubo de vidrio que contenía más de setecientos cincuenta litros de orina. PISSED (2017) —que se traduce como “molesto” pero juega con el verbo “mear (piss)”en pasado— hace referencia a la anulación, por parte de la administración Trump, de la ley que permite a lxs niñxs trans y queer utilizar el baño de las escuelas públicas coincidiendo con las identidades de género que ellxs eligen. La orina se recolectó durante doscientos días a partir del día que se revocó la ley. La pieza se complementó con una crónica sonora de los procedimientos legales que el adolescente Gavin Grimm ha llevado a cabo para poder utilizar el baño masculino en su escuela secundaria en el conservador estado de Virginia. Cassils, en esta pieza hace uso de una estética despolitizada como el minimalismo para transmitir un mensaje altamente politizado. También parte de la muestra fue la instalación 200 Days, 200 Gallons (2017), formada por los recipientes con orina, alineándose en forma de cuadrícula en la pared, también con estética minimalista.

Cassils. El cuerpo como escultura socialVanessa Beecroft, VB46 and Toxic Titties, VB46-TT (Beecroft Intervention), 2002.

Las obras de Cassils ofrecen experiencias compartidas con el fin de contemplar historias de violencia, representación, lucha y supervivencia. Yuxtapone la inmediatez, la urgencia y la efeméride de la actuación en vivo con los actos construidos para la cámara. Es “literalmente” con sudor, sangre y nervios que Cassils construye una crítica visual alrededor de las ideologías y las historias establecidas con respecto a las personas transgénero.

http://cassils.net/

Imágenes: Cortesía del artista y de la galería Ronald Feldman, Nueva York