Coco Dávez inaugura estudio en Carabanchel y celebra diez años de Faceless con una muestra íntima y experiencias creativas.
La artista madrileña Valeria Palmeiro, conocida como Coco Dávez, abre en Carabanchel un nuevo estudio que se convierte en epicentro creativo y escenario de la exposición más personal dedicada a sus célebres Faceless, reunidos por primera vez para celebrar una década de trayectoria.
Un regreso cargado de significado
Diez años después de presentar Faceless al mundo, Coco Dávez vuelve a Madrid para inaugurar un espacio que simboliza una nueva etapa. La apertura de su estudio en Carabanchel marca un retorno emocional tras años de itinerancia internacional, una reconexión con la ciudad que la vio crecer y con la esencia artesanal de su proceso creativo.
“Mis obras han viajado más que yo”, recuerda la artista al explicar el impulso que la llevó a reunir en casa los retratos que han circulado por Miami, Los Ángeles, Hong Kong, París o Londres. Este reencuentro con el montaje, la selección de piezas y la cercanía con su entorno afectivo es, para ella, parte fundamental de la experiencia expositiva.
Una selección íntima de 36 piezas
La muestra, que se presenta esta semana a prensa y amigos, abrirá sus visitas privadas al público a partir del próximo fin de semana y permanecerá activa hasta marzo. Reunirá 36 retratos cuidadosamente escogidos: “Valoré crear una obra nueva, pero era más significativo traerlas de vuelta y permitir que cada una contara el momento en que fue pintada”, explica.
El proceso ha deparado incluso anécdotas inesperadas. Dos obras faltaban al iniciar el montaje: una ya ha sido localizada en Londres y llegará a principios de diciembre; la otra continúa desaparecida, alimentando la leyenda en torno a la colección. La configuración de la muestra podría variar si alguna pieza encuentra comprador, aunque la intención es mantener el conjunto hasta el cierre.
Una nave convertida en universo creativo
El verdadero coprotagonista de esta etapa es el propio estudio: una nave rehabilitada por el estudio Burr que funciona como traje a medida para su práctica artística. Tras meses de búsqueda infructuosa, una imagen iluminada en un anuncio marcó el flechazo. Un año de obras transformó el espacio en un entorno flexible, pensado para crear, recibir y experimentar.
“La idea es que, al cruzar la puerta, cualquiera entre de lleno en mi universo”, afirma Dávez. El nuevo estudio funcionará como un ecosistema transdisciplinar donde convivirán pintura, talleres, grabaciones, encuentros y nuevas iniciativas culturales.
Proyectos que amplían su comunidad
Entre las actividades previstas destaca la recuperación de su podcast Participantes para un Delirio, ahora con la posibilidad de grabar episodios abiertos al público. También retomará talleres —por primera vez en su propio espacio—, visitas guiadas, mentorías y desayunos creativos en pequeño formato. Además, el estudio servirá como plataforma para otros artistas invitados y para futuras exposiciones y eventos.
Visitas y experiencia inmersiva
Las entradas para la exposición podrán adquirirse en su página web. La artista ofrecerá dos pases mensuales en horario de mañana, con grupos reducidos. Durante el recorrido, Dávez explicará el diseño del estudio y desvelará el origen de las piezas, bocetos y procesos, incluyendo Faceless inéditos que nunca llegaron a exhibirse.
