Dismaland

El anti-parque temático de Banksy que cuenta con presencia española.

“El cuento de hadas se ha acabado”. Así de contundente y amenazador se muestra Banksy en la guía que todos los visitantes reciben al entrar en Dismaland, el último y megalómano proyecto del artista callejero -si es que aún se le puede considerar así- que la semana pasada se inauguró en Weston-super-Mare, localidad inglesa al oeste de Bristol.

Concebido como un parque de atracciones que no divierte, Dismaland -que se podría traducir como lugar deprimente- es la reacción del artista frente a la edulcorada visión del mundo que este tipo de parques ofrecen. Aquí los trabajadores no son simpáticos, las princesas mueren en accidentes antes de encontrarse con sus príncipes, los barcos son pateras llenas de inmigrantes y la sensación de abandono es constante. Nadie acude con la intención de divertirse, aunque sea inevitable lanzar alguna sonrisa al pasar por el control de seguridad de cartón mientras los falsos empleados de seguridad preguntan si se lleva encima algún unicornio. El anti-parque temático definitivo, donde lo que se busca no es desconectar de los problemas de la sociedad, sino cuestionarla exponiendo sus miserias en el formato menos indicado posible.

El emplazamiento de Dismaland no es casual. Originario de Bristol -uno de los pocos datos contrastados que se conocen de Banksy-, el artista visitaba con frecuencia Tropicana, un parque temático que tuvo que cerrar en el año 2000 debido a su baja afluencia de público. Tras saltar sus muros y comprobar el lamentable estado en el que se encontraba el terreno, Banksy tuvo claro dónde iba a desarrollar su próxima gran obra. El entorno gris y la pátina de decadencia que cubría lo que antaño había sido un centro de diversión era el lugar perfecto para su visión distópica de la realidad. El problema, sin embargo, residía en la dificultad de llevar a cabo una obra de tales dimensiones sin el conocimiento de las autoridades locales, por lo que en esta ocasión Banksy, que ha sido capaz de pintar la peligrosa franja de Gaza, contó con la ayuda de un reducido grupo de consejeros locales que ayudaron a mantener el secreto hasta que la prensa británica se enteró de todo apenas unos días antes de su apertura.

Pero no es la única ayuda que el británico ha tenido a la hora de levantar Dismaland, y es que el parque, pese a ser idea suya, se forma a partir de las obras de 56 artistas de 18 nacionalidades distintas, entre los que se encuentran nombres con tanto peso como el de Damien Hirst o Lush, todos ellos seleccionados por compartir la misma visión lúgubre del mundo en el que vivimos. Entre el grupo de los elegidos se encuentran dos artistas españoles, Escif y Paco Pomet.

El primero de ellos es una constante de los muros de Valencia, ciudad donde desarrolla su obra cargada de incorrección política y dobles lecturas. Imágenes de elementos cotidianos que incluyen algún elemento o título perturbador con las que este grafitero -al igual que Banksy, de identidad desconocida- trata de reclamar el espacio urbano que desde las esferas que nos gobiernan nos han robado y devolvérselo a los ciudadanos. Su particular estilo no se ha limitado al casco antiguo de su ciudad, sino que se ha extendido a países como Francia, Italia, Rusia o Estados Unidos, y el cantautor irlandés Damien Rice le encargó la portada de su disco “My favourite faded fantasy”. Además, fue el único español en aparecer en la película de Banksy “Exit through the gift shop”. Su presencia en Weston-super-Mare se traduce en cuatro obras entre las que destaca “American Piss (Peace)”, donde el brazo roto roto de la estatua de la libertad nos indica los baños. “¿Qué ocurriría si las guerras llegaran a occidente? Busquemos un baño”, reflexiona el propio Escif.

Dismaland

American Piss, Escif. Foto: www.streetagainst.com

La contribución de Paco Pomet es igual de significativa. Siete cuadros que combinan de manera singular lo real con lo figurativo, creando escenas que se sitúan en ese punto delicado que separa lo cotidiano de lo absurdo. Pinturas que recrean fotografías antiguas, en blanco y negro, donde algún elemento coloreado que no debería estar allí aparece para crear una sensación onírica y a la vez perturbadora. Es precisamente esta angustiosa sensación que se genera al contemplar algunos de sus cuadros la que le convertía en candidato perfecto para formar parte de Dismaland, para regocijo de My name’s Lolita Art, galería madrileña en la que el granadino expone su obra. En declaraciones para El País, Pomet ha señalado la confidencialidad con la que se ha tratado la selección de obras y todo el montaje del parque.

Dismaland

Paco Pomet. Foto: pacopomet.es

Como era de esperar, la polémica en torno a Dismaland no se ha hecho esperar. Varias son las voces que acusan a Banksy de estar del lado del capitalismo que tanto critica, al cobrar la entrada al parque -el precio es de tres libras por persona, algo más de cuatro euros. Más si tenemos en cuenta la avalancha de público que se ha generado desde su apertura, agotando las 4.000 entradas diarias disponibles en cuestión de minutos. No sólo eso, sino que el premiso que se ha concedido a algunos personajes VIP como Brad Pitt o Jack Black para visitar el parque cuando está cerrado ha disparado el enfado de muchas personas que han visto cómo truncada su oportunidad de visitar el deprimente paraje. Además, recientemente uno de los artistas que forma parte de la exposición, el palestino Shadi Alzaqzouq, ha sido expulsado del parque al ejercer una protesta ante la presencia de un artista israelí, ocultando su propia obra bajo una sábana blanca sobre la que había escrito “R.I.P. Gaza”.

Disturbios aparte, Dismaland parece haber logrado la etiqueta de éxito, tanto de la crítica como del público, que viaja desde todos los puntos del país -y casi del planeta- para vivir la experiencia. Y más vale darse prisa, pues al igual que el resto de obras del británico, el parque también tiene fecha de caducidad, y el 27 de septiembre cerrará sus puertas para siempre. Los afortunados que puedan ir hasta allí deberán prestar atención a la fecha en la que lo hacen, ya que a modo de actividades complementarias se han confirmado los conciertos de Run the Jewels, Massive Attack o Sleaford Mods entre otros.

Foto de cabecera y posteriores: Toby Melville.

Dismaland

Dismaland

Dismaland

Dismaland