La Casa Encendida inauguró la temporada de invierno el pasado jueves con la exposición colectiva El Hecho Alegre, muestra que reúne a trece artistas de las cuales once son mujeres. Los trabajos expuestos convierten la rutinas del día a día y las vidas de las propias artistas en material de sus obras.
Una reivindicación de la grandeza y alegría que subyace en lo cotidiano y que se puede visitar hasta el 5 de enero de 2020.
El Hecho Alegre se autodefine como una “mecánica popular de los sentidos”: estética de la alegría y altas dosis de sentido del humor a través de lo doméstico, de lo común y de todo aquello que nos rodea.
Foto Portada: Sol Calero. Bienvenidos a Nuevo Estilo, 2014. Cortesía de la artista
El Hecho Alegre esta repleto de discursos artísticos intergeneracionales, que hacen grande lo pequeño, importante lo insignificante, donde “lo personal es político”.
El Hecho Alegre nos devuelve la frescura del color y del tono lúdico-afectivo de la cultura popular. Diarios autobiográficos, colores brillantes en jarrones, esculturas de cerámica de grandes dimensiones o instalaciones creadas a partir de paños de cocina. Objetos que interpelan a la cotidianeidad, a las rutinas y las monotonías en un mundo monitorizado, que se rinde ante los claims y los casos de éxito.
Artistas
Pilar Albarracín, Elena Blasco, Sol Calero, Esther Gatón, Daiga Grantina, Camille Henrot, Dorothy Iannone, Engel Leonardo, Jonathan Monk, Niki de Saint Phalle, Mika Rottemberg, Samara Scott y Teresa Solar.
Muestra Multimedia
La muestra cuenta con más de una veintena de piezas presentadas a través de distintos medios y técnicas, desde video, escultura, cerámica, dibujos combinados con texto, hasta bordados e instalaciones.
Video
El filme Tortilla a la española en el que Pilar Albarracín recrea irónicamente un programa de cocina gira en torno a la cocina como espacio de experiencia. El vídeo muestra a su autora recortando su ropa y depositándola en un cuenco junto al huevo para batirlos y elaborar este plato tan característicamente español.
Pilar Albarracín Tortilla a la española, 1999. Acción
Escultura y Materia
El Hecho Alegre ejerce un regreso al gusto por lo objetual y la materia, ejemplo de ello son las pelotas anti stress de Esther Gatón. Sus esculturas blandas se presentan en las diferentes salas que componen la muestra.
Esther Gatón, Tiriti titi (boucing pieces/rebotantes), 2019
Otras obras en las que el material es el protagonista son las piezas Textura 5 y 6 y Textura 6 y 5 de Mika Rottenberg. Cuatro láminas de resina de poliuretano realizadas en diferentes colores que, apoyadas contra la pared, juegan con lo duro y lo dúctil, asi como con el color.
Mika Rottenberg, Texture 5 y 6 y Texture 6 y 5, 2013. Foto: Yann Bohac
Las esculturas de Daiga Grantina de formas voluptuosas y en apariencia monumentales contrastan con la fragilidad del material utilizado. Formas orgánicas que parecen flotar en el espacio, de gestos amorfos a medio camino entre las funciones alegóricas de los órganos y el más bello de los objetos.
Daiga Grantina, Sleep low, 2017
Escultura y Cuerpo
La escultura de Teresa Solar junto a su vídeo Ground Control tratan de su desarrollo corporal y muscular, fundiendo materia y forma en una reivindicación del uso de las manos, lo moldeable y lo artesanal. En el vídeo, Solar gira sobre sí misma apoyada en un torno de cerámica como metáfora de la resistencia y el cambio.
Teresa Solar Abboud, Ground control, 2017. Fotograma
Camille Henrot remite también al cuerpo como masa voluble y cambiante. El objetivo de la serie de relieves gestuales Esculturas de masajes es combinar el modelado del cuerpo con la terapia del dolor. Para ello Henrot dió instrucciones a un terapeuta corporal sobre los síntomas a abordar. Las esculturas se asimilan al resultado de masajear masas blandas e informes. Se realizaron primero en barro, y luego se traspasaron a los bloques rectangulares de bronce finales.
Camille Henrot, Faciathérapie, serie Massaged Sculptures, 2011. Foto: Julie Joubert
Cerámicas
Alegría es lo que emana de la obra de Elena Blasco, una instalación formada por diferentes elementos de cerámica de colores brillantes y saturados. Blasco recrea jarrones, cortinas y flores. Un guiño a lo amable que, tras una aparente sencillez, esconde la verdadera revolución, hablar de lo pequeño, de lo menor.
Elena Blasco, Paisaje y Figura, 2018
Elena Blasco, Jarrones, 2019
Instalaciones
La instalación Bienvenidos a Nuevo Estilo de la venezolana residente en Berlín Sol Calero, reproduce un salón de estética. La instalación incorpora pinturas, dibujos y objetos para reflexionar sobre la ambigüedad de determinados clichés culturales. Además, representa espacios sociales habitualmente regentados por inmigrantes como peluquerías, salones de belleza, locutorios de Internet, o casas de cambio.
Sol Calero, Bienvenidos a Nuevo Estilo. Vista Instalación
En Mi vida en las Vidas de Otros de Jonathan Monk, la experiencia personal tiene una marcada presencia. La instalación está realizada con paños de cocina. Cada paño es una calendario anual, comenzando en 1969 —año de nacimiento del artista— y finalizando en 2013.
Jonathan Monk, My Life In The Lives Of Others, 1969-2013
Diarios vitales con dibujos y texto
Sería en 1969, cuando la artista norteamericana residente en Alemania, Dorothy Iannone, terminaba A Cookbook, un cuaderno de cocina que, además de las necesarias recetas, incluía comentarios escritos sobre algunos de sus sentimientos más íntimos.
Dorothy Iannone, A Cookbook, 1969
Dorothy Iannone, A Cookbook, 1969
Diario de California de Niki de Saint Phalle, también responde a un relato autobiografíco en el que mediante una serie de ocho grabados, la artista expresa a través del color y el texto todo aquello que le inspira el sol del oceano Pacífico.
Niki de Saint Phalle, Californian Diary (Order and Chaos), 1994
Niki de Saint Phalle, Californian Diary (Queen Califia), 1994
En El Hecho Alegre están los mensajes que perviven en cocinas, baños, recibidores y saloncitos. Submundos transformados en refugios, y que en cierta forma constituyen el relato del siglo XX, de la cultura occidental, del abuso de la tecnología y del conformismo global del que hoy somos deudores.
El Hecho Alegre cuestiona los límites de lo decorativo, lo pop, e incluso del propio cuerpo con obras que pertenecen a una vida colectiva, situándose en esa categoría arte-vida. Combinaciones de objetos cotidianos fuera de escala componen una realidad alterada, distorsionada y hasta delirante para abordar la experiencia del arte como algo que va más allá de sí mismo. El arte no es algo absoluto, ni cerrado, sino imprevisible, moldeable y viscoso.
El Hecho Alegre en La Casa Encendida
Del 10 de octubre al 5 de enero 2020.
Texto: Jaume Amills y María Muñoz