ENTREVISTAMOS A ALONDRA BENTLEYFoto: Alondra Bentley

FOLK PARA GRANDES Y PEQUEÑOS

Podría parecer que Alondra Bentley pertenece a esa nueva hornada denominada “folkie new wave” en la que chicas atractivas cantan folk, sin embargo, ella se desmarca de sus supuestas compañeras de movimiento, como Russian Red o Anni B Sweet. Reconocida tanto por su bonita voz como por su talento, Alondra no ha caído en el fácil mainstream, si no que ha decidido seguir el camino de su intuición y poner en práctica la idea del DIY. Acaba de publicar su álbum “Alondra Bentley Sings for Children, It’s Holidays!” en el sello Gran Derby, en el que canta tiernas y naïves canciones para niños y, para los no tan niños, y nos embarca en un agradable viaje en el que únicamente nos apetece tomar té y hacer cupcakes. Sin embargo, no sólo se atreve con lo más pequeños, en otoño saldrá a la luz “The Garden Room”, su segundo álbum con Gran Derby, y además ha escrito la banda sonora de la película “Buscando a Eimish”, protagonizada por Oscar Jaenada y Manuela Vellés, que también se estrenará este otoño. Hemos tenido la oportunidad de hablar con ella sobre su música y sus gustos, y podemos decir que nos encanta su visión del mundo. Tranquila y sencilla, nos hace recordar que la música es un sentimiento que no se puede forzar, tiene que ser algo natural y bello. Sí que pertenece a una nueva oleada de músicos, pero no a esa folkie new wave, si no a esa generación de gente que disfruta la música y la hace para enseñarnos que el mundo es un lugar mejor en el que merece la pena estar.

¿Por qué te decantaste por la música?
De todas las cosas que me interesan, que son casi todas (risas)… literatura, arte… de hecho estudié Bellas Artes en Murcia, me interesé por la música porque crecí en un ambiente muy musical, mis padres escuchaban música constantemente. Publiqué un disco mientras estudiaba en la universidad y ahí me di cuenta de que lo que más me gusta es componer y tocar. Llevaba mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza, dando pequeños conciertos pero tampoco tenía muy claro a qué iba a dedicarme, si a la carrera que había estudiado o a otra cosa, sin embargo, lo único que tenía del todo claro era que me iba a dedicar a la música.

¿De dónde viene el nombre de Alondra Bentley? ¿Por qué el cambio de Lady Bird a Alondra? Cuando saqué mi primera maqueta me puse el pseudónimo de Lady Bird realmente no sé muy por qué, sin embargo, me di cuenta de que mi propio nombre, Alondra, era mucho más sincero y auténtico y casaba con todo lo que yo quería transmitir a través de mis letras. Mi nombre es Alondra y cogí el apellido materno, Bentley porque casa más con el tipo de folk anglosajón que realizo. Al ser un proyecto tan personal me di cuenta de que el anterior pseudónimo en vez de ser un valor añadido me restaba, mis canciones no es que sean una página arrancada de mi diario pero sí cuentan experiencias personales por lo que quería que fuera algo auténtico y nada forzado.

¿Por qué el folk? Mis padres tenían una colección de música folk muy amplia, aunque en mi adolescencia escuchaba brit pop y otros estilos, fue en la post-adolescencia cuando redescubrí la música folk y me fascinó. Cuando empecé a escribir mis propias canciones me fui de una forma natural e intuitiva hacia el folk.

¿Crees que es un estilo de música que está de moda?
Realmente sí que está de moda el folk, ha salido una nueva tendencia tanto en moda como en música, un revival folk quizás un poco forzado, pero tampoco es algo malo, son modas. Sí que es verdad que mi música es muy familiar y aunque no estuviera de moda ni nada es el único estilo que me saldría. Lo bueno de que una moda sea algo pasajero es que, cuando dicha moda pase, mi música seguirá ahí y la gente que, como yo, “pertenece” a este estilo, seguirá haciendo su música, independientemente de cualquier nueva moda o tendencia.

¿Te sientes parte de esa folkie new wave? Sí que nos han incluido en los mismos artículos, pero lo mío lo he llevado de una forma muy independiente a todos los niveles, es todo muy DIY. Tanto a nivel discográfico como de promoción es todo muy casero, cercano, familiar y entre amigos.

¿Por qué un disco para niños?
Hace dos años vine a vivir a Madrid y desde entonces he estado haciendo actividades con niños, en concreto, he estado leyendo cuentos en una juguetería de Malasaña llamada Baby Nest. También les cantaba canciones en inglés y los chicos de Gran Derby me propusieron que, ya que me gustaba tanto cantar a niños, hiciera un disco para ellos. Lo bueno de los niños es que todos les fascina, todo lo aprenden por primera vez. Empecé a escribir canciones para niños y pensé “es lo mejor que he escrito” (risas) en el sentido de que es mucho más simpático, sí que tiene ese toque naïve. Los niños tienen una melancolía mucho más marcada, es decir, cuando somos mayores las cosas nos afectan pero ya está, sin embargo, de pequeños, cualquier cosa que te hace daño te afecta mucho más. Es una melancolía bonita, por eso en el disco alguna canción es melancólica, pero en un sentido agradable.

De tu anterior disco, Ashfield Avenue, tienes pocos videoclips ¿es por algo en especial? Sí, del anterior hice dos videoclips, pero, como antes te comentaba, todo lo que hago es bastante cercano y familiar, son proyectos hechos con mucho cariño con amigos.

¿Por qué ese parón entre el primer disco y éstos? Mi primer álbum salió en 2009 y la verdad es que la música es algo que no sé forzar, soy autodidacta, trabajo en otras cosas y tengo que encontrar tiempo para todo. Aunque la mayoría del tiempo me he dedicado a la música, me gusta esperar hasta saber que un disco está listo. Es algo que fluye, cuando me vienen las canciones de forma natural es cuando son mejores. Recuerdo que un día un periodista me preguntaba sobre si iba a sacar muchos discos y aprovechar el tirón del primero y le contesté contándole que mi cantante favorita, Vashti Bunyan sacó su primer disco en 1970 y hasta el año 2001 no volvió a editar su segundo álbum. Se marchó a una granja y no sintió la necesidad de sacar un disco hasta ese año, eso es algo que realmente admiro mucho. Lo que más me gusta es tocar, componer y me encantaría poder vivir de la música sin embargo, no quiero que esto sea a cualquier precio. Es importante esperar al momento adecuado, no sacar por sacar, cada canción tiene su momento y fluir propio.

¿Por qué dos discos en este mismo año? En realidad fueron los chicos de Gran Derby. Tenía compuestas canciones veraniegas y ellos me propusieron sacar el disco este verano y así no tener que esperar hasta el año que viene y ya teníamos planificado The Garden Room para otoño.

Claro, porque en España no hay muchos precedentes como el tuyo, el publicar un disco íntegramente para niños. La verdad es que no, sé que Christina Rosenvinge está preparando un álbum para niños pero sí es algo que ocurre mucho fuera de España y tarde o temprano tenía que llegar aquí. Para mí es algo agradable, como ha pasado mucho tiempo entre el primero y éste es algo muy especial porque, normalmente, nadie publica un disco en verano y así las entrevistas, las giras y demás se hacen en un momento tan liviano como es el verano y así no se solapa con el segundo. Así también he roto con la maldición del segundo disco, como este es tan distinto al primero y será también, totalmente diferente del tercero, nadie podrá hacer comparaciones ni decir que he podido encasillarme.

ENTREVISTAMOS A ALONDRA BENTLEY Foto: Blanca Galindo

¿Has probado a hacer otro tipo de música?
Sí, la verdad es que sí, además, he hecho la banda sonora de la película “Buscando a Eimish” que se ha estrenado en el festival de Málaga y son cinco canciones que son voz con guitarra y una de ellas es para una escena de una discoteca y claro, me lo pasé súper bien grabándola. En casa me gusta experimentar mucho, sobre todo con el Omnichord y automáticamente suena todo de una forma muy distinta.

¿Por qué con tanta tecnología el disco infantil no tiene, por ejemplo, un DVD en vez de un cuaderno para colorear? La verdad es que si tuviera que comprar algo para el hijo de una amiga lo último que pensaría sería en un DVD. Lo primero sería un cuaderno de colores para pintarrajear, para mancharse y disfrutar, un DVD me parece un solemne aburrimiento. Claro, como esto es un disco para niños me parece mucho más bonito y adecuado que tengan un cuaderno para ellos. Y si no pues cualquier adulto puede disfrutar y divertirse.

¿Cómo conociste a tu equipo, Caio y Xema? Les conocí en el 2003 y formaban parte de un grupo llamado Ciudadano y aunque ahora mismo hace nada, les conocí cuando lo estaban grabando, hice de telonera en la presentación de su disco y desde ahí hemos seguido en contacto hasta que, en el 2008, me puse a preparar mi primer disco. Estuvimos ensayando, grabando porque en el primer disco hay muchas colaboraciones como Xel Pereda (Nacho Vegas, Lucas 15), Vicente Maciá (Pigmy, Carrots) Xema Fuertes (Ciudadano, Maderita), Joaquín Pascual (Travolta, Mercromina, Surfin’ Bichos), Gary Olson (The Ladybug Transistor), Isobel Knowles (Architectures in Helsinki), Muni Camón (Maddening Flames, Remate) o Fino Oyonarte y Cristina Plaza (Clovis). Este disco son sólo voces y guitarras y claro, a la hora de tocar en directo me vi en la tesitura en la que necesitaba un grupo para poder dar conciertos así que conté con ellos dos desde el primer concierto de presentación hasta ahora. De hecho han montado un estudio en Valencia llamado Río Bravo y ahí hemos grabado mi segundo disco. Son una parte muy importante del proyecto y de mi música. También tenemos un trompetista que se llama Pepe Andreu, en esencia, esa es la formación del primer disco. Para este último hemos contado con un miembro más porque hay más arreglos y hemos incluido la batería. La verdad es que haber incluido la batería es algo que me encanta, quizás porque creo que estas canciones pedían la batería, este disco (The Garden Room) es más maduro, está mejor estructurado por lo que la batería ha tenido un papel muy importante.

Tus mayores influencias musicales ¿cuáles son? Nick Drake, Enio Morricone, Patsy Danson, Paul Simon, Donovan, Bobbie Gentry, Neil Young, también las influencias del country y el western que emplean el pedal Steel (en The Garden Room aparece en muchas canciones).

¿Y tus libros? Sylvia Plath me inspira mucho, también la biografía de Donovan, T.S Elliot, “Matar a un ruiseñor”, “White Bycicle” que va de un productor musical que tenía un bar en Londres y es autobiográfico, me gustan mucho los libros autobiográficos. También me gusta mucho un libro sobre la generación Beat escrito por la novia de Kerouak, Joyce Johnson, llamado “Personajes Secundarios” en el que cuenta cómo vivió toda esa generación, en Nueva York, un poco en la sombra.

En cuanto a películas ¿cuáles te han marcado? Mi película favorita es una película francesa dirigida por Marcel Carné llamada “Los niños del Paraíso” y me gusta mucho porque, para haber sido rodada en 1945 es muy avanzada. Va sobre una mujer que tiene una relación con cuatro hombres, consiste en las distintas formas de amar. El cine de Wes Anderson también me gusta mucho. Más que cine actual veo series: Girls, Doctor en Alaska, Tremé (del creador de The Wire), Mad Men, How To Make It In America, Bored To Death, The Wire.

Cuéntanos cualquier cosa sobre ti. En mi casa tengo una habitación completamente llena de recortes, apuntes, fotografías y ahí es donde compongo, realmente necesito componer en un sitio así de barroco, me salen mucho mejor.

Tus proyectos a corto/largo plazo. Además de tocar el disco de niños, presentar y tocar The Garden Room y la película, estaré con eventos de la película. También hago shows infantiles donde les cuento cuentos, creo que la forma ideal para enseñar a los niños es a través de la música, aprenden sin darse cuenta. Estaré compaginando la presentación y gira de los dos discos y la BSO de la película. Me gusta que la promoción no salga de forma abrupta si no que se vaya dosificando.