ENTREVISTAMOS A DISCO LAS PALMERAS!Foto: Javier Rosa

EL NUEVO TRABAJO DEL TRÍO GALLEGO, ASFIXIA, SUPONE UNA EVOLUCIÓN EN SU SONIDO

Cuando en 2011 se presentaba el primer trabajo de Disco Las Palmeras!, Nihil Obstat (Matapadre), muchos se quedaron impresionados con la mezcla de sonidos noise y shoegaze con una lírica que decía mucho y muy bien. Cuatro años después el trío gallego regresa con su tercer álbum, Asfixia (Sonido Muchacho), tras varios cambios de formación y una evolución en su sonido que vuelve a atraer la atención de todos los que buscan alguna novedad en la repetitiva escena rock nacional. Hablamos con su líder, Diego Castro, sobre todos estos cambios, las colaboraciones, la política y muchas más cosas.

‘Asfixia’ llega después de dos años en los que Disco Las Palmeras ha sufrido muchos cambios, de formación, de sello, geográficos. El disco, además, es una evolución del sonido del grupo. ¿Están todos estos cambios relacionados en cierta manera?  Sí, en realidad la inclusión por unos meses de Olalla fue para explorar nuevos cambios, y aunque ella finalmente no se quedara le sacamos mucho partido al trabajo que realizamos a su lado. El cambio geográfico no creo que hayan influido en nada, en realidad me fui yo para Madrid, pero nunca habíamos vivido en la misma ciudad, simplemente le hemos metido un par de horas más de por medio a nuestros viajes. El cambio de sello tampoco ha influido en nada, simplemente hemos cambiado la manera de hacer algunas cosas, en cada casa se cocina de distinta manera…

Aunque Olalla Caamaño ya no esté en la banda, ¿hasta que punto ha afectado su paso por ella a la hora de adquirir este nuevo sonido? Mucho, sobre todo por el tratamiento de las voces. Con ella trabajamos mucho los coros y al irse ella quisimos mantener texturas a dos voces y algunos arreglos de teclados.

En ‘Asfixia’ habéis contado con Carlos Hernández en la producción (Triángulo de Amor Bizarro, Los Planetas, Juanita y Los Feos, etc.). ¿Cómo ha sido trabajar él, especialmente si tenemos en cuenta el reto que suponía hacer un disco tan ecléctico? Ha sido fantástico. A Carlos ya le gustaba el grupo y coincidía con nosotros en mantener ciertas señas de identidad, pero también le habíamos pasado unas maquetas y veía que había cambios en nuestro sonido, así que trabajamos a dos niveles. El quería que hubiera más dinámica, pero que fuera hacia arriba, cambios de volumen que hicieran distinguir bien las partes, pero más altos, nunca hacia abajo. Nos pareció perfecto. Trabajar con Carlos ha superado todas nuestras expectativas hacia él y eso que ya eran muy altas.

Hay un par de canciones en el disco, ‘Élites’ y ‘Cállate la boca’, que expresan un sentimiento político con el que mucha gente hoy se puede sentir identificada. ¿Creéis que en España existe cierto miedo por parte de algunos grupos en expresar sus opiniones a través de las canciones? Siempre ha habido reticencias a mezclar ideas políticas y música por parte de algunos, como si fueran cosas que tienen que ir separadas. A nosotros nos parece una patraña, cantamos sobre lo que nos da la gana. No sé si es una cuestión de miedo, o más bien de miedo a asumir riesgos. Está claro que si te posicionas, puedes gustar a algunos, pero no le puedes gustar a todo el mundo, y siendo conscientes de eso, preferimos ser sinceros y decir lo que pensamos. No somos un grupo cómodo y lo sabemos, el que busque eso mejor que busque en otro sitio y no en nosotros.

El disco cuenta con las colaboraciones de Dani de Lüger y de Javier Molina de Juventud Juché. ¿Ha sido un trabajo conjunto o teníais claro qué papel debía desempeñar cada uno de ellos en los temas? Para algunas canciones lo teníamos muy claro, y les pedimos que hicieran cosas muy concretas, pero a medida que avanzábamos también se les fueron ocurriendo cosas y por supuesto las aprovechamos. Es lo bueno de juntarte a gente tan buena y tan generosa.

Para vuestros próximos directos, ¿vais a reproducir las canciones de Nihil Obstat y Ultra tal y como suenan en los discos o van a recibir alguna aportación de este nuevo sonido? Básicamente son tal y como fueron concebidas, pero el sonido del grupo ha evolucionado y las ha hecho crecer. Hemos aprendido cosas y las ponemos en práctica. No quiero sonar presuntuoso, pero creo que simplemente suenan mejor.

Hace poco habéis tenido la oportunidad de tocar en el SXSW, un festival del que no todos los músicos españoles que han pasado por allí comparten la misma opinión, debido a la excesiva oferta que tiene. ¿Cómo ha sido vuestra experiencia? La nuestra muy buena, hemos podido entrar en contacto con gente de Sudamérica y esperamos que eso fructifique pronto. Los conciertos fueron desiguales, algunos muy interesantes y otros ni fu ni fa. La experiencia además fue muy gratificante, volvería mañana sin dudarlo.

‘Asfixia’ se ha editado con Sonido Muchacho, después de haber publicado vuestros dos primeros trabajos con Matapadre. ¿Qué ha supuesto para vosotros cambiar de sello? Básicamente una forma nueva de hacer las cosas, además en mi caso, al vivir en Madrid, el trato con Sonido Muchacho es muy directo y nos miman mucho, cosa que agradecemos. Estamos muy contentos. En Matapadre también lo estábamos y les agradecemos mucho todo lo que hicieron por nosotros, pero había llegado el momento de iniciar una nueva etapa.

Sonido Muchacho es sólo uno de los sellos que, junto a otros como El Genio Equivocado, Gran Derby Records o Canadá, están editando a cada vez más bandas del underground español. ¿Consideráis que a nivel creativo la escena español pasa por un buen momento? Sí, la cosa está que arde, pero veremos en los próximos años si esto es solo un espejismo o estos grupos realmente crecen y acaba consolidándose una escena fuerte, de momento aún lo vemos todo un poco en pelotas. Ha habido grupos que parecía que iban por el buen camino y han acabado desintegrándose, el momento económico es duro y el underground es difícil. Cantera hay, mucha y muy buena.

Disco Las Palmeras! serán teloneros de Horrors este próximo viernes, 19 de junio, en la Sala La Riviera de Madrid

ENTREVISTAMOS A DISCO LAS PALMERAS!Foto: Javier Rosa