ENTREVISTAMOS A JULIETA VENEGAS

‘ALGO SUCEDE’ ES EL NUEVO DISCO DE LA ARTISTA MEXICANA, QUE SE EDITARÁ EN AGOSTO

Es habitual que, al hablar de una artista como Julieta Venegas, la primera etiqueta que se emplee para definir su trabajo sea “música latina”. Esta denominación, motivada por algo tan simple como su procedencia, resulta vaga y poco precisa, y consigue que se enmascare el verdadero trabajo de la artista mexicana, que consiste en una envidiable colección de canciones pop. Navegando siempre entre la música más comercial y la más indie -es inolvidable la polémica que se generó cuando se confirmó su asistencia a la edición de 2011 del FIB-, ya son más de veinte años de carrera y seis discos de estudio a sus espaldas los que avalan su carrera, plagada de éxitos incrustados involuntariamente en la memoria de muchos. Tras editar en 2013 ‘Los Momentos’ (Sony Music), álbum con el que se convirtió en la primera artista hispanoamericana con un streaming en la página de iTunes, Julieta vuelve con ‘Algo Sucede’ (Sony Music), su nuevo disco que será editado en agosto y del que ya conocemos el single de adelanto, ‘Ese camino’. Hablamos con Julieta para que nos cuente más sobre este nuevo disco.

En tu próximo disco, ‘Algo Sucede’ y, en especial en el single de presentación, ‘Ese camino’, el tema en el que te inspiras es la infancia. ¿Tiene algo que ver el que tu padre sea fotógrafo y conserves más recuerdos de esa época de lo que suele ser habitual? La portada del single es una foto tuya de pequeña, sin ir más lejos. Es muy chistoso, porque yo veo esa foto y no tengo ni idea de lo que estaba pasando en ese momento. Creo que más bien se nos quedan las sensaciones, algo de esa ingenuidad, de esa primera impresión del mundo. No necesariamente las cosas concretas que recordamos o dejamos de recordar, porque la verdad es que yo no recuerdo nada, me falla mucho la memoria. Hay veces que estoy sentada hablando con mis hermanos y digo: “no, porque lo que pasó fue esto”, y todos me miran como “no, lo que pasó fue otra cosa”. Creo que en el fondo todos empezamos a recordar, pero hay partes que nos tenemos que inventar, y al final es casi todo inventado. Pero las sensaciones no mienten. Por ejemplo, si paso por la escuela donde iba todos los días, sé que hay algo que me va a llevar a lo que sentí un día en ese momento, no un recuerdo, pero como una sensación, y eso es estupendo, como que queda vivo con nosotros. Lo que he querido transmitir es una celebración de eso, de lo que nos construye como personas, lo que nos marca, pero no nostalgia en sí.

Además, yo creo que la gente se puede sentir más identificada con las sensaciones que con los recuerdos. Todo el mundo tiene diferentes recuerdos, y todo el mundo tiene diferentes historias, pero lo que es similar en todos es que se nos queda algo del pasado. Todos somos un poco ese niño que fuimos.

En otra de las canciones, ‘Explosión’, hablas sobre la desaparición de los niños en México. ¿Cómo de complicado te ha resultado escribir sobre este tema, acostumbrada a otro tipo de temática en tus canciones? Es la primera vez que escribo una canción tan explícita. No explícita sobre el tema de México, sino explícita en todos los sentidos. Nunca hice una canción que hablara como esta. Y me costó trabajo decidirme a escribirla, realmente lo hice porque tenía atravesado el tema, sentía un montón de angustia. Cuando me ponía a escribir canciones pensaba, “qué hago, lo muevo para un lado y escribo otro tema sobre otra cosa o lo enfrento y por lo menos hago el intento”. No sabía si me iba a resultar o no, porque ni siquiera sabía muy bien cómo iba a tocar el tema. Entonces comencé a escribir, a escribir, a escribir… Me llevó un buen rato, fue la canción que más trabajo me costó terminar, no sólo por el tema, sino porque también quería lograr que tuviera un sentido musical, que fuera una canción pop. Sí fue un reto, pero me parecía necesario. Y ni tan siquiera eso, porque no es una canción que vaya a cambiar nada, pero con que se pongan dos personas a hablar del tema a causa de ella ya me parece suficiente. No podemos obviar los temas que están ahí puestos, enfrente de nosotros.

¿Crees que ante sucesos como esos los artistas deberían abrazar un mayor compromiso? Aquí en España con la crisis muchos músicos han abordado el tema político. No lo sé, la verdad. Es muy difícil, cuando estás en medio de algo, decir: “ah, eso es lo que deberías hacer, eso es lo que no tendrías que hacer”. Yo también he notado que aquí, en España, se están involucrando más los artistas, pero creo que viene desde un plano más emocional, porque incluso artistas que nunca han hablado de temas sociales lo están haciendo. Yo sé que lo que he escrito sobre México viene desde lo emocional, desde un dolor profundo por lo que estoy viendo, no porque sienta que lo que yo hago vaya a cambiar algo. Tampoco puedo prometer que ahora me vaya a convertir en una cantante social, no es lo que me gusta, pero es una necesidad, y cuando escribes de lo que ves y de lo que sientes se acaba colando lo que te afecta, lo que te molesta…

‘Algo sucede’ suena más acústico, sin tanta presencia de sintetizadores como en el anterior disco. ¿Está pensado más para el directo, para que sea más fácil adaptarlo a distintos formatos? Sí, tal cual. La verdad es que cuando nos tocó preparar el disco anterior para el directo sentí que había hecho un álbum que era muy difícil de representar en vivo, porque necesitaba secuencias, y a mí eso no me gusta porque tampoco soy una artista de música electrónica. Para esta gira las canciones que vamos a tocar del disco anterior las haremos más en acústico. Y sí, en efecto, para ‘Algo Sucede’ pensé meterle hasta donde se pueda tocar. Ese fue mi punto de partida.

¿Tiene esto algo que ver con que se haya tardado apenas tres meses en grabarlo? Fue como que salió así. También empecé a escribir con más disciplina que el disco anterior. Supongo que como que mi hija es más mayor, para mi fue necesario poner un horario. Me dedicaba a escribir canciones de nueve a cinco y de ahí salió casi todo lo que grabé. Después me fui en enero a Buenos Aires a trabajar con Álex Sergi -de Miranda- y Cachorro López. Ahí definí con Cachorro todas las canciones que iban a entrar. Además trabajé en dos lugares, México y Buenos Aires. En México con Yamil Rezc, el productor con el que trabajé en ‘Los Momentos’, y en Buenos aires con Cachorro López con quien ya trabajé también en discos anteriores. Fue una combinación de todo porque ellos no se llegaron a conocer.

ENTREVISTAMOS A JULIETA VENEGAS

Hace poco hablaba con Marc Gili, el cantante de Dorian, sobre la percepción que existe de que desde hispanoamérica se valora mucho más la música que se hace en España que al contrario. ¿Cómo lo ves tú desde allí? Yo lo percibo como un tema de distancia, porque allí tampoco hay tantos grupos españoles que estén siendo escuchados a nivel masivo. De hecho, hace muchos años que no entra un artista a México que sea como Miguel Bosé o Joaquín Sabina. A nivel de música alternativa sí van grupos, pero yo creo que es más un intercambio. Ocurre lo mismo con la gente de México que no viene a España, si no se suben a un escenario y no los ves va a ser muy difícil que se ganen un público. Por más que saquen discos, si no vienen… Pero claro, cruzar el océano para un grupo que está empezando, es muy caro.

Pero, por ejemplo, los grupos de Estados Unidos sí que reciben más nuestra atención, y no sé si desde allí ésto se ve como cierta actitud de desprecio por nuestra parte. Sí que hay fama de que en España no se acepta la música latina, en general. Cuando yo he llegado a hablar con músicos, sí que dicen: “no, pero es que en España no les interesa la música latina”, pero yo siento que sí. Cada vez más, y sobre todo en el mundo más alternativo, que buscan escuchar gente nueva. Pero claro, justamente para esa gente es muy complicado viajar a España.

No se si sabes que hace poco en España se celebró la campaña ‘Un día sin música’, por la cual no se celebró ningún concierto como protesta por el IVA cultural. Tu que giras por todo el mundo, ¿cómo ves la actitud de los gobiernos frente a la música en otros países? Alguien me preguntaba que cuál es el IVA de la música en México, y la verdad es que no lo sé, pero sí sé que no es tan alto como el de España. Es negativo que la música se venda como un objeto de lujo, eso afecta a todos los que hacemos música. Pero sí creo que, en general, los gobiernos no invierten lo suficiente en cultura. En México siempre se está tratando de recortar el presupuesto. En concreto, la música sí se encuentra en buen lugar, porque la gente necesita de música todo el tiempo, y sí que hay buena oferta de conciertos, pero no son iniciativas necesariamente del gobierno, es iniciativa privada. También hay conciertos públicos, que organiza la ciudad, pero no sé muy bien como compararlo con España.

Han pasado 20 años desde que publicaste tu primer álbum, por lo que has vivido en primera persona todos los cambios que ha sufrido la industria musical. Pero más allá del tema de la piratería o las plataformas digitales, me interesa más cómo ha cambiado la forma de consumo. La gente raramente escucha ya discos completos y se busca más el single, la playlist. En este contexto, ¿sigue teniendo sentido componer discos completos? Creo que el sentido para mí es que yo ya tengo una manera de construir una historia con cierta cantidad de canciones. Aunque solamente sacara una canción, tendría que grabar por lo menos doce para saber exactamente lo que quiero grabar. Por ejemplo, ahora que todavía no va a salir el disco vamos a empezar a soltar algunas canciones, pero el disco ya está terminado, con el orden y todo. Pero para mí es más fácil estar segura de que lo que estoy sacando es lo que quiero sacar si ya tuve tiempo de darle vueltas, si tuve tiempo de pensar en el disco completo. Yo estoy segura de que hay mucha gente que va escuchar sólo una o dos canciones, pero yo necesito hacerlo de esa manera porque si no siento como que me faltó algo a mí. La verdad es que soy muy fan de las plataformas digitales. Sé que se supone que los artistas estamos en contra, porque no ganamos igual, pero yo como alguien que escucha música todo el tiempo y como alguien que estoy en una búsqueda constante por música nueva, me parecen geniales. Tienes una cantidad de música que es una locura. De repente ya no sabes ni por dónde empezar. Pero yo sí que escucho discos enteros y en orden, aunque me confieso adicta al shuffle. Hago un playlist gigante con discos que tengo ganas de escuchar y me encanta irlos descubriendo de esa manera.

Al final pasa que el disco que te gusta te lo compras, y es el que escuchas en tu casa de principio a fin y del resto vas picando aquí y allá. Sí, pero también vas descubriendo grupos de los que más tarde escuchas el disco entero. Cuando voy a andar me encanta ir escuchando un poco de todo. Incluso tengo discos y canciones viejas que me gusta escuchar de vez en cuando, como si fuera mi propia Dj (risas).

Has escrito siempre para obras de teatro, películas, etc. ¿Lo haces para desestresar de grabar un disco o es otra parte más de tu trabajo? Me gusta mucho la verdad. Sí que me saca de mis historias. El trabajar en función de la visión de otra persona es muy bonito y refrescante. Ya antes de grabar el primer disco puse música a obras de teatro varias veces. Ahora volví a hacer algo instrumental pero mucho más trabajado. La música instrumental es algo que me encanta, y en este caso además la obra tuvo coreografía, cosa que me pareció genial. Esas cosas me inspiran mucho.

Hablando de colaborar con otras personas, ¿en este nuevo disco hay algún dueto? No, duetos ninguno. Sí he tenido grandes músicos amigos que han tocado, como Nacho Mastretta y Yamil Rezc. También he trabajado con Jaques Morelenbaum, que hizo arreglos de cuerdas en dos canciones y Gustavo Guerrero, que es un guitarrista venezolano buenísimo. Me ha encantado trabajar con ellos.